Aute: allá donde quiera que estés, seguiremos cantándote

Querido Luis Eduardo, te escribo para despedirme y para contarte que esta mañana me levanté Al Alba cantándote. Y que no te puedo echar de menos, porque tu música sigue aquí, y seguirá para siempre conmigo y con todos los que te cantamos. Pero te lloraré, como lloraremos todos tu ausencia.

Luis Eduardo Aute se ha ido a los 76 años de un infarto cerebral cuando más necesitamos de su poesía.

Hoy escucho tu música en bucle, para recordarte, y bailo un Slowly encerrada en mi casa mientras susurro Anda y me admira, una vez más, La belleza de tu arte. De alguna manera tendré que olvidarte, cantabas y no quiero.

Los que te conocimos recordamos tu pasión por la poesía y el buen vivir. Tu casa, tu rincón para pintar y ese caos ordenado en el que te movías.

Tuve la suerte de entrevistarte muchas veces, y siempre sentí que hablaba con un genio absolutamente normal. La suerte de tu versatilidad, eso sí, la disfrutamos todos.

Dicen las crónicas que leo que eras poeta, cantante, pintor, escultor y director de cine, y pienso que no, que fuiste más que eso. Fuiste una persona que supiste llenar de arte la vida y gracias a eso seguiremos viviendote. Nos has dejado tanto para disfrutar...

Hoy escucho tu voz y pienso que tuvimos, y tenemos, suerte de tenerte. Descansa en paz maestro, allá donde quiera que estés, seguiremos cantándote.