Los museos más raros de España


Los museos son lugares en los que se reúne el conocimiento sobre una temática específica y sirven para aprender sobre ello
Nuestro país cuenta con espacios únicos: desde el Museo de la Inquisición hasta la Casa del Ratoncito Pérez
En NIUS, recopilamos los seis museos más raros de España
El diccionario de la RAE define “museo” como ese lugar en el que “se exhiben objetos o curiosidades que pueden atraer el interés del público”. Esta aproximación abre la puerta, por lo tanto, a un mundo que va más allá de la imagen que tenemos de esas habitaciones con multitud de cuadros en sus paredes.
Únicamente las mentes más creativas son capaces de idear lugares tan singulares como los que se recogen en este artículo. Y lo único que tienen en común entre ellos, precisamente, son sus colecciones únicas, que reúnen diferentes objetos poco comunes en la mayoría de museos.
En NIUS, te planteamos una ruta por los museos más raros de España.
Museo de la Inquisición, en Toledo

Este museo sí que es una “tortura”. Si quieres pasar un rato agradable imaginando los sádicos castigos que imponía este tribunal de la Iglesia, puedes visitar el Museo de la Inquisición en Toledo.
Entre sus objetos más extraños, podrás encontrar una guillotina auténtica, una camilla de tortura o un sarcófago con púas.
Museo del Carro, en Tomelloso

Hay quien, como Manolo Escobar, se pregunta “dónde estará su carro”. Pues seguramente la respuesta esté en Tomelloso. En este museo se recogen antiguas herramientas de labranza y carros de época auténticos.
Esta exposición cuenta con centenares de elementos tradicionales recogidos a lo largo de las décadas por la Asociación de Amigos del Museo del Carro.
Entre sus elementos destacados, se encuentra una reconstrucción del típico ‘bombo’, una caseta circular construida a base de piedra y en la que se resguardaban los labradores, animales e instrumentos del campo. Todavía se pueden ubicar cerca de este museo bombos auténticos que han resistido el paso del tiempo.
Museo de Cera de Barcelona

Si te encuentras en Barcelona y tienes tiempo libre, en el inicio de La Rambla se encuentra el Museo de Cera. Este ha sido recientemente remodelado y se han incluido nuevas figuras en él, como la de la activista Greta Thunberg o la cantante Rosalía.
El museo cuenta con más de 120 personajes conocidos a tamaño real, que parecen congelados en el tiempo. Todos ellos proceden de diferentes ámbitos, como la música, la alta cocina, la política o el fútbol, entre otros. Algunos son de ficción y otros han fallecido ya, como Michael Jackson o Copito de Nieve.
Además, la última remodelación incluyó las nuevas tecnologías, que hacen de la experiencia mucho más inmersiva. Los visitantes están invitados a interactuar con los diferentes escenarios y sentirse parte del mundo al que pertenecen las diferentes figuras.
Museo de las Brujas, en Zugarramurdi

El director de cine Álex de la Iglesia plasmó en su película Las Brujas de Zugarramurdi (2013) algunas de las leyendas que envuelven de misterio esta localidad navarra.
El 8 de noviembre de 1610 murieron once personas condenadas a la hoguera por el Tribunal de la Santa Inquisición. Un total de 53 habían sido arrestadas y la mayoría morirían en las cárceles de este tribunal. Se las había acusado de brujería, tras el sueño de una joven en el que las había visto participando en un akelarre.
El museo muestra la historia de este suceso, así como también las costumbres y el día a día de los habitantes de la ciudad en el siglo XVII.
Escuela Museo del Origami de Zaragoza
Los artistas más internacionales de la papiroflexia se dan cita en este museo de Zaragoza, que ha reunido obras únicas. Este arte milenario comenzó en China hace unos 20 siglos y ahora sus artistas se reúnen en la localidad aragonesa.
Además, este museo cuenta con una escuela para aprender a doblar hojas de papel y que den lugar a figuras extraordinarias. Periódicamente se organizan talleres para aprender las técnicas más avanzadas en este ámbito.
Casa Museo del Ratoncito Pérez, en Madrid

Este ratón se lleva los dientes de leche de los niños y, a cambio, les deja algo de dinero. En Madrid existe la Casa Museo del Ratoncito Pérez, un lugar en el que los más pequeños podrán conocer cómo vive este roedor.
En el museo también se realizan actividades para concienciar a los niños sobre el cuidado de los dientes y ayudar a que le pierdan el miedo al dentista. La entrada es de cinco euros.