Pharrell Williams se disculpa ahora por la letra machista de la canción 'Blurred Lines'

La música que triunfa entre los jóvenes españoles está cargada de mensajes contrarios a la lucha feminista
C. Tangana fue vetado por sus letras en las fiestas de Bilbao pero sus conciertos alternativos fueron un éxito
El discurso y la lucha feminista no casan con el éxito de la música que escuchan los jóvenes, que en muchos casos es una exaltación del machismo más exacerbado. Porque muchas de las letras de las canciones más populares hoy, lanzan un mensaje que sería es foco de las iras de las mujeres en cualquier manifestación o conversación sobre igualdad de género. ¿Se puede lograr una sociedad respetuosa con la mujer cuando algo tan potente como la música va cargada de mensajes irrespetuosos que van en dirección contraria?
Esta semana el cantante norteamericano Pharrell Williams ha confesado en la revista GQ que se arrepiente de uno de sus éxitos más bailados los últimos años, el tema Blurred Lines, por incluir frases de connotación sexual como “Sé que lo quieres”. Las declaraciones suponen cambio de discurso, puesto que hasta hace poco el propio Williams no veía nada sexista en el hit. ¿Está ganando el feminismo terreno a la música sexista o tiene la batalla perdida?
The New Masculinity 🙏🏾 @GQhttps://t.co/hKji3GeoF7
— Pharrell Williams (@Pharrell) October 14, 2019
Hace pocas semanas el cantante español C. Tangana protagonizó una polémica en nuestro país en sentido contrario. Después de ser vetado en las fiestas de Bilbao a raíz de una movilización feminista, que luchó para impedir que actuase con el dinero público porque sus canciones incluyen algún verso de cierto tinte “machista” según argumentaban los opositores, el cantante organizó paralelamente su propio concierto gratuito en otro recinto de la ciudad vizcaína, y terminó llenando la sala en dos sesiones consecutivas. Un claro ejemplo de que su música interesa a los jóvenes por muchas letras machistas (o no) que contenga.
Algo parecido a lo que ocurre con el reguetón, que también presenta canciones con un determinado cariz sexista, la música trap está triunfando entre los jóvenes con letras que van desde (literal) “Agárrala, pégala, azótala” del cantante latino Trébol Clan, al “Te cojo la nalga y la pongo a botar”, que se puede escuchar entre otras perlas aún más fuertes en la canción Drakukeo del trapero español conocido Kidd Keo, que fue un éxito entre los millenials. Resulta curioso que algunas de las canciones más subidas de tono son a veces cantadas por mujeres. Y su éxito es indiscutible. Como el tema de Becky G en el que decía abiertamente: “A mí me gustan más grandes / que no me quepa en la boca”, o el más reciente Lola Bunny de Lola Indigo con Don Patricio, en el que éste último llega a cantar “Y aunque puse a casi todas mirando a Miami”.
¿Hasta qué punto es viable conseguir la igualdad de género o el final de la violencia machista si los jóvenes vienen idolatrando a los artistas más polémicos y recitando de principio a fin las canciones menos respetuosas con las mujeres? Sin duda resulta complicado convencer a los menores para que no escuchen artistas como Bad Bunny. Pero del mismo modo que hace unas décadas resultaba imposible frenar la fiebre que desataban los Beatles o los Rolling Stones, grupos de los que también se decía que eran mala influencia para los jóvenes.
La “conversión” al feminismo que parece haber tenido Pharrell Williams no parece extrapolable a otros artistas que triunfan ahora. Sólo el tiempo dirá si la cultura musical de los jóvenes de hoy en día pasa factura a los avances que ha logrado el movimiento feminista en materia de igualdad de género.