Primera vuelta al mundo: los entresijos de un hito histórico

Se cumplen 500 años de la expedición de Fernándo Magallanes y Juan Sebastián Elcano
La tripulación estaba formada por más de 230 marineros de distintas nacionalidades
Antes de partir todos hicieron testamento
El mundo está interconectado. Las relaciones entre los países viven guiadas por la globalización y las sinergias, algo que históricamente se remonta al hito del descubrimiento de América (1492) protagonizado por Cristóbal Colón. Ahí comenzó todo.
La gesta del genovés supuso una motivación especial para que, muy pocos años después, Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano escribieran sus nombres con letras de oro en la historia gracias a la primera circunnavegación del mundo: quedaba demostrado que la Tierra es redonda.
Se cumplen ahora 500 años de los pasos iniciales de esta extraordinaria expedición. En busca de las preciadas especias de las Islas Molucas, las naves San Antonio, Concepción, Santiago, Trinidad y Victoria partieron del muelle sevillano de las Mulas el 10 de agosto del 1519. Finalmente, pusieron rumbo a través del Atlántico un mes y diez días después, el 20 de septiembre desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
La decisión de Carlos I
La pimienta, la nuez moscada, la canela, el jengibre, los clavos... Portugal ya estaba empezando a tener importantes ingresos gracias a ser la primera en llegar a esas islas y comerciar con dichos productos. Y España, muy rezagada con respecto a su país vecino, decidió que era el momento de tomar cartas en el asunto. Fue cuando Carlos I hizo el encargo precisamente a un portugués, Fernando de Magallanes, de intentar acceder a las Molucas.
"Carlos I es quien corre a cargo de toda la organización, algo que no pasa en lo económico porque el dinero escasea. Un historiador italiano, Sergio Sarbone, estudia exhaustivamente cómo se repartió la financiación: la Corona de España puso el 71% del dinero y un grupo de comerciantes acaudillados por un burgalés, don Cristóbal de Haro, puso el 29% restante", relata a NIUS Carlos Martínez Shaw, miembro de la Real Academia de la Historia y catedrático emérito de la Universidad Nacional Educación a Distancia (UNED).
Muchas nacionalidades
Magallanes, el gran almirante, fue puesto a la cabeza de una expedición que, además, debía determinar si las Molucas caían en parte española o portuguesa, según el Tratado de Tordesillas. Contó con entre 237 y 250 marineros, reclutados en su gran mayoría en Sevilla. "En esos momentos, la ciudad está llena de gente de mar, de calafates, de personas dedicadas a las actividades marinas, y éstas son de todas las procedencias imaginables. Predominan los españoles (sobre todo vascos), pero hay también italianos, particularmente genoveses. O portugueses, que al calor del nombre de Magallanes se enrolan al menos 30. Hay griegos, de otras áreas del Mediterráneo… En definitiva, se formó una sociedad internacional de marinos".
Los testamentos de los marineros
Lo más duro era saber de antemano el incierto futuro al que todos se exponían durante un periodo de tiempo que era imposible de determinar. Por eso, "porque sabían que podían morir", los marineros dejaban tierra firme con sus propios testamentos hechos. Según el historiador, "se preocupaban de que sus mujeres y sus hijos no quedaran desamparados en caso de que ocurriese algo. Todos eran conscientes de que se trataba de aventuras desesperadas".
En cuanto a las cinco naves con que se empezó la travesía, estaban preparadas para lo que se les venía encima. Aunque había un hándicap: eran relativamente pequeñas, de entre 85 y 110 toneladas. Poco peso para una empresa de tamaño calibre y para estar tantos años en la mar. "Fundamentalmente eran naves fabricadas en el norte (vizcaínas, cántabras), muy buenas. Se las pertrechó muy bien. En cualquier caso, demasiado bien resistieron. Era una empresa titánica, arrastraron unas navegaciones tremendas y todavía hoy en día no estamos en condiciones de darnos cuenta de su inmenso significado", cuenta Martínez Shaw.
El Estrecho de Magallanes
Fueron muchos los momentos relevantes en los 1.125 días que duró la expedición. Cuatro continentes recorridos (todos menos Australia); cuando la Victoria dobla el Cabo de Buena Esperanza; la introducción de las especias en los negocios de la Corona de España… Pero hay uno de una especial importancia: el descubrimiento del Estrecho de Magallanes.
Había que llegar a Asia tirando justo hacia el lado opuesto del continente africano. Por ello, era fundamental encontrar un paso hacia el Pacífico... cruzando América. Al cabo de cuatro meses de comenzar el viaje, la expedición llegó a las costas brasileñas. Desde ahí, empezaron a descender hasta que por fin alcanzaron la Patagonía y, allí estaba el estrecho que les abriría las puertas de las especias, desde entonces conocido como Estrecho de Magallanes.
Fueron 31 héroes, no 18
El fallecimiento del almirante portugués en Filipinas, durante un combate contra el cacique Lapulapu (1521), provoca que empiece a cambiar la suerte de Juan Sebastián Elcano en la expedición. El vasco ya se hace notar con dotes de mando e inteligencia y, finalmente, se queda al frente de la nao Victoria (la única que logró completar a gesta).
Con ella pone rumbo al Índico y el 6 de septiembre de 1522 acaba completando una gesta de la que quiso hacer partícipes a todos sus hombres, incluso a los que se habían quedado en Cabo Verde. "Ya en casa, Elcano pone mucho énfasis en que hay que rescatarlos, se les había abandonado en aquella isla. Y finalmente los rescatan. Son 13 más. Con lo que los que realmente dan la vuelta al mundo son 31, no sólo 18 personas", destaca Martínez Shaw. Fue el final de una expedición que partió en busca de las especias y acabó circunnavegando el mundo.