Puppy se pone la mascarilla para dar la bienvenida en el Museo Guggenheim Bilbao

La pinacoteca vasca ha aprovechado el cambio de las flores para añadir a la escultura una mascarilla
El 'perro guardián' del museo pretende recordar la importancia de su uso para protegerse del coronavirus
Tras el cambio de flores que habitualmente tiene lugar en otoño, el Museo Guggenheim Bilbao ha cambiado la imagen de Puppy. La gran escultura floral en forma de perro del artista Jeff Koons, que desde la inauguración de la pinacoteca vasca en 1997 da la bienvenida a todos los visitantes, lucirá una flamante mascarilla como gesto de empatía hacia la actual situación de pandemia mundial. En estos momentos, el dibujo solamente se intuye puesto que las plantas tardan unas semanas en florecer tras su implantación. Cuando esto ocurra, Puppy portará una mascarilla de flores blancas y azules.
"Es un honor que Puppy pueda comunicar la importancia de llevar mascarilla en estos tiempos de pandemia de la covid-19. Una ciudadana de Bilbao me envió una carta preguntándome si se le podría poner a Puppy una mascarilla, lo que me pareció una idea fantástica. Me encantó que el museo estuviera de acuerdo. Una de las acciones más importantes que podemos realizar para con los demás durante esta pandemia es compartir información acerca de cómo podemos protegernos. Imagino que Puppy ha sentido todo el amor que le han mostrado y está feliz de comunicar este mensaje de seguridad y bienestar a la ciudadanía de Bilbao y al mundo”, ha expresado Jeff Koons.
Juan Ignacio Vidarte, director general del Museo Guggenheim Bilbao, asegura que la propuesta les pareció "muy acertada" porque se aprovecha "la admiración y la cercanía que transmite Puppy para animar a todo el mundo a seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias en estos tiempos tan complicados". "Al fin y al cabo, Puppy ha trascendido a la obra de arte que es, para convertirse en un emblema del museo y de la ciudad de Bilbao, y en un icono del optimismo. Además, el arte contemporáneo está -y debe estar-conectado con su tiempo, por lo que tiene todo el sentido aprovechar la popularidad de Puppy para apoyar una causa crucial en estos momentos, como es la de protegernos a nosotros mismos y a los demás”, añade.
El Museo Guggenheim Bilbao cambia las flores de Puppy dos veces al año para adecuarlas a las caraterísticas de la nueva estación. Mientras que en primavera y verano luce begonias, alegrías, tagetes y petunias de diferentes colores. En otoño e invierno estas son sustituidas por pensamientos y otras especies más preparadas para afrontar las bajas temperaturas.