Las ratas, el manjar más preciado en la Nao Victoria

Tres años comiendo ratas, gusanos, serrín o cuero
Salieron 240 hombres y sólo lograron sobrevivir 18
Arrojaban los cadáveres al mar si fallecían navegando
“Los que se encontraban una rata eran unos afortunados porque podían comérsela o podían venderla”. Pero no sólo se alimentaban de ratas. Las ratas eran un manjar escaso. Se alimentaban cómo podían, casi siempre con una especie de bizcocho hecho a base de pan mojado. “También solían comer serrín, gusanos e incluso dejaban el cuero varios días a remojo para poder comerlo”. Son las palabras de Álvaro Lecaro, responsable de logística de la Fundación Nao Victoria.
Así de duras eran las condiciones de vida dentro de la Nao Victoria, la primera embarcación en dar la vuelta al mundo hace ya 500 años. Justo este año se celebra el quinto centenario de tal proeza. El 20 de septiembre de 1519 partía desde Sanlúcar una expedición de cinco barcos. Tres años después sólo regresaría uno: la Nao Victoria. Son muchos los expertos que a día de hoy todavía se preguntan cómo fue posible.
Condiciones extremas
“La gente no se puede hacer una idea de lo duras que eran las condiciones ahí dentro sin pisar la embarcación, por ello animo a la gente a que venga a visitarla”, dice Lecaro. Hasta el 10 de noviembre se podrá visitar una réplica exacta de la Nao Victoria y el Galeón Andalucía en la ciudad alicantina de Torrevieja. Cerca de 40 personas convivían entre sus 20 y 23 metros de eslora y poco más de 7 de manga. “A la dificultad de la hazaña se suma la dificultad de que era un espacio de muy pequeñas dimensiones”, nos cuenta. “Eso por no hablar de higiene, que era mala y escasa”.
Supervivencia al límite
De los 240 hombres que iniciaron el viaje sólo regresaron 18, capitaneados por Elcano. Auténticos supervivientes al hambre, a la enfermedad y a las condiciones más extremas. Partieron buscando especias y acabaron dando la vuelta al mundo y descubriendo el estrecho de Magallanes, los archipiélagos del Pacífico de Tuamotú, las Marianas, las Marshall, las Molucas, parte de las Filipinas y se recorrió el Pacífico en toda su extensión. “Cuando un hombre fallecía en puerto se le daba la correspondiente sepultura, pero cuando fallecían navegando se arrojaban los cadáveres al mar”, relata.
Más de una década difundiendo la gesta
“Desde 2004 estamos difundiendo la historia de la marinería española navegando por todo el mundo”, dice Lecaro. Celebran la tercera edición del ‘Festival Marítimo V Centenario Primera Vuelta al Mundo’. La protagonista indiscutible es la réplica exacta de la Nao Victoria, que acaba de concluir una gira en la que ha visitado los puertos de España, Francia e Italia. “Que la gente lea y sean conscientes de lo que ocurrió y de lo que se logró. Que se sientan partícipes de la historia visitando el barco”.