Así ha sido el estreno de la Traviata en el Teatro Real: máxima seguridad y recuerdo a las víctimas del coronavirus

El coliseo madrileño alza el telón con un minuto de silencio en memoria de los fallecidos por el coronavirus
El público, los artistas y el personal del teatro han guardado estrictas medidas de seguridad
La Traviata más atípica ha reabierto el Teatro Real de Madrid, con una versión de concierto semiescenificada, con aforo reducido y estrictas medidas de seguridad tanto a la entrada como en el interior del recinto.
El coliseo madrileño ha optado por la emblemática obra de Guiseppe Verdi para levantar el telón, tras el obligado parón, forzado por el estado de alarma. Al estreno han acudido, entre otros la presidenta de la Comuniad de Madrid Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de Madrid, José luis Martínez Almeida.

La primera medida de seguridad establecida ha sido la apertura de las puertas de acceso con una hora de antelación. para evitar aglomeraciones. En este caso, el público no ha empleado las habituales puertas giratorias.
También se ha establecido una distancia mínima de un metro y medio entre las butacas, de modo que siempre hay dos sin ocupar, alfombras desinfectantes en los accesos y se han repartido mascarillas, además de contar con 138 puntos de gel hidroalcohólico.
En el interior del teatro, todos los aseos (a los que se suman 8 nuevos) están sometidos a un estricto control de entrada y salida, además de una constante limpieza. Se han incrementado un 70 por ciento los acomodadores y se han realizado tests a trabajadores, elenco, coro y orquesta, entre otras medidas.
Minuto de silencio por las víctimas
Al inicio de la obra, que ha sido constantemente acompañada de sonoros aplausos, se ha guardado un minuto de silencio por las víctimas del Covid-19. El entreacto ha tenido una duración de 40 minutos, superior al tiempo habitual, para que el desalojo sea más tranquilo, mientras que el servicio de barras se ha reforzado con 19 nuevos puestos.

Para la ocasión, el Teatro Real de Madrid ha invertido más de 340.000 euros en acondicionar sus instalaciones de cara a su reapertura, que ha contado con un 50 por ciento del aforo, lo que supone un total de 869 localidades disponibles.
Por ello, el Real ha aumentado el número de funciones, de las 19 previstas ha 27.
A pesar de que con la nueva normalidad la Comunidad de Madrid permite un aforo del 60 por ciento, el Teatro Real lo mantendrá en la mitad hasta el 6 de julio, cuando estudiará si lo amplía al 75 por ciento que establece la normativa a partir de esa fecha, una decisión que, al igual que el resto de medidas adoptadas, se ha realizado con un comité médico formado por cinco profesionales.
Una cuadrícula en el escenario
Las medidas también afectan a los actores y al resto del elenco, que han contado con apenas 10 días de ensayo para preparar la obra, ya que, para mantener la distancia de seguridad, se ha ideado una cuadrícula (de 2 por 2 metros) en el que cada uno de los espacios sirve como guía para los cantantes solistas, en un espacio total de 100 metros cuadrados, mientras que los 51 cantantes del coro se mantienen en una misma posición, ocupando 260 metros cuadrados, aunque sí pueden abandonar el escenario.
En cuanto a la orquesta, se ha situado en el foso, ocupando una medida más amplia (140 m2) de que dispone el teatro en sus tres tamaños posibles, con el fin de mantener las distancias. De este modo, la mayoría de sus 56 músicos tocan con mascarilla, atril individual y 1,5 metros de distancia entre ellos. En el caso de los instrumentistas de viento, tienen paneles de metacrilato estratégicamente colocados delante de sus instrumentos y sobre el escenario se sitúa una banda interna con 16 profesores.
Se han usado también paneles acústicos para aislar la percusión y el director musical cuenta con una pantalla de seguridad.