Tocata y fuga de directores de orquesta tras el Brexit


El prestigioso director musical inglés Simon Rattle deja la Orquesta Sinfónica de Londres y se marcha a trabajar a Alemania y pide el pasaporte alemán
Se convierte en el tercer director de las tres principales orquestas británicas que anuncia su dimisión después de mostrarse crítico con la salida de la UE
Los músicos británicos reprochan a Johnson que no haya cerrado un acuerdo con Bruselas que les permitiera hacer giras libremente por el continente
El sector de la música clásica británico ha quedado gravemente tocado por el Brexit. Desde que se anunció la salida de la Unión Europea (UE) que han comunicado su marcha los directores de las tres principales orquestas del país. Todos ellos se habían mostrado muy críticos con el Brexit desde el referéndum en 2016. El último en anunciar su marcha ha sido el reputado compositor y director musical inglés Simon Rattle, que ha proclamado que deja la Orquesta Sinfónica de Londres y se marcha a Alemania para hacerse cargo de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Bavaria a partir de 2023, cuando termine su actual contrato.
La partida de Rattle, de 66 años, resume el estado de ánimo de la música clásica en el Reino Unido tras el Brexit. Rattle es tal vez el más importante directo de orquesta británico. Forjó su prestigio en los 16 años que fue director musical de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham (1980-1998) llegando a ser condecorado con el título de Caballero de la Orden del Imperio Británico. Luego estuvo 17 años en Alemania con la Orquesta Filarmónica de Berlín antes de que en 2018 le convencieran para que volviera al país. Regresó en plena tormenta del Brexit. Cuando sus colegas anunciaban su marcha del país, él volvía.
Le convencieron con la promesa del nuevo horizonte que se abría fuera de la UE. Le prometieron más libertad, más financiación y la construcción de una nueva sala de conciertos para la orquestra, que se encuentra en el Barbican londinense. Pero nada de esto se ha cumplido. Rattle ha dicho que vuelve a Alemania porque allí tiene a su esposa y a dos de sus hijos. “El hecho que los músicos y los artistas en general de repente deban solicitar visados para ir a Europa de ninguna manera es el bono extra del que nos habían hablado”, comentó en la rueda de prensa del anuncio. Y dijo que había iniciado los trámites para pedir el pasaporte alemán.
Éxodo masivo
Antes que Rattle, habían anunciado su marcha los directores de las otras dos orquestas más importantes del país, Vladimir Jurowski, de la Orquesta Filarmónica de Londres, y Esa-Pekka Salonen, Orquesta Philharmonia. Los dos lo anunciaron en 2018 y se marchan al finalizar esta temporada. El ruso Jurowski, de 48 años, también se marcha a Alemania después de doce años al frente de la Filarmónica y se incorporará como director musical de la Orquesta Sinfónica de Radio Berlín. Esa-Pekka Salonen, por su parte, se marchará a Estados Unidos para hacerse con la batuta de la Orquesta Sinfónica de San Francisco.
“Comencé a trabajar en el Reino Unido en la década de 1980 y enseguida sentí que este país, y en especial Londres, era un faro de libertad de expresión, de ideas, un hogar para la creatividad —explicó Salonen en un reciente artículo de opinión en ‘The Guardian’ tras consumarse el Brexit—. Lo que me alarma es que el hecho de salir de la UE no calmará la ira que hay en el Reino Unido. La sensación que tengo no es que ya esté hecho y que todo estará bien a partir de ahora, sino que es algo mucho más profundo y complejo que aún no podemos ver en su totalidad y que nadie está contento, ni los brexiteros ni los proeuropeos”.
En 2017, un año después del referéndum, anunciaron su marcha del país la Orquesta Barroca de la Unión Europea, que me mudó a Amberes, a Bélgica, y la Joven Orquesta de la Unión Europea, que se trasladó a la ciudad italiana de Ferrara. “No se puede pedir financiación de la UE y luego no estar en la UE”, alegó Marshall Marcus, director ejecutivo de la Joven Orquesta, que fue creada en 1978 y cuenta con 120 músicos cada año, de entre 17 y 24 años. Entre los músicos, había británicos, que ahora se han quedado fuera. Este es otro inconveniente. Por una cuestión de papeleo, los jóvenes talentos británicos se tendrán que quedar en el país.
Golpe al sector musical
Se apunta que el siguiente en anunciar su marcha podría ser el pianista británico de ascendencia italiana Antonio Pappano, director musical de la Royal Opera House, de 61 años. Pappano ya se mostró muy crítico con el Brexit hace unos años y avisó que sería nefasto para los estudiantes europeos que vienen a estudiar al Reino Unido y lo calificó de “vergüenza”. “No se trata de sentarse en casa y practicar con el instrumento, se trata de llenar sus oídos con lo mejor, escuchar conciertos, encontrar los mejores profesores y los mejores colegas. A veces pueden estar en Inglaterra y otras no”, avisó Pappano.
El Brexit no afecta solo a la música clásica sino al sector de la música en general. Hace dos semanas, un centenar músicos británicos de peso escribieron una carta al primer ministro para mostrar su disconformidad con el Brexit y pedirle que acordara con la UE la libre circulación de músicos. Entre los firmantes estaban, entre otros, Elton John, Liam Gallagher, Sting, Iron Maiden, Thom Yorke (cantante de Radiohead), Louis Tomlinson (ex One Direction) o Lilly Allen. Estaba también Roger Daltrey, el cantante de los Who, prominente brexitero que ahora se posiciona en el otro lado al darse cuenta del daño que está haciendo el Brexit a los músicos.
La UE y el Reino Unido negociaron sin llegar a ningún acuerdo y, como sucede con todo lo que hace referencia al Brexit, el gobierno británico echó las culpas a la UE. El ministro de cultura británico, Oliver Dowden, dijo que fueron los negociadores europeos los que tumbaron su oferta, pero más tarde diplomáticos europeos que participaron en las negociaciones explicaron a la prensa británica que había sido el Reino Unido el que se había roto las negociaciones al negarse a aceptar que los artistas europeos pudieran entrar también libremente sin papeleo y sin visado en el Reino Unido durante un período de tres meses. Esto provocó la ira de muchos músicos que le reprocharon a Johnson el daño que hacía al sector.
La ventana que se abre
Pese a todo, sigue habiendo gente que cree que el Brexit será positivo para la música clásica. Uno de ellos es Timothy Walker, director ejecutivo de la Orquesta Filarmónica de Londres, que afirmó que el Brexit permitiría abrir nuevos horizontes fuera de Europa en antiguas colonias británicas, de la Commonwealth, y nuevos países como China e India. También el comentarista musical Norman Lebrecht, destacó en un artículo en la revista ‘The Spectator’ que Jurowski, Rattle y Salonen han sido sustituidos por jóvenes y talentosos directores británicos. “Esto podría significar el regreso de las sinfonías inglesas, un ciclo completo, por fin, de Vaughan Williams y Malcolm Arnold, seguido de Peter Maxwell Davies y David Matthews. Las orquestas de Londres saldrán más por todo el país”, escribió. La crítica que le hacen es que es necesario tener directores de renombre para atraer a los grandes inversores, que son vitales para el sector.