El túnel de la discordia bajo las piedras prehistóricas de Stonehenge

El gobierno británico ha aprobado un plan de 1.900 millones de euros para construir una carretera que pase por debajo de este monumento con más de 5.000 años de historia
Han ignorado las recomendaciones de la Unesco y de una comisión patrimonial que desestimó el proyecto por el riesgo de provocar “daños permanentes e irreversibles” en el lugar
Arqueólogos, ecologistas y druidas modernos han iniciado una campaña para llevar la decisión al Tribunal Supremo por considerar que la excavación es ilegal
La decisión del gobierno de excavar un túnel bajo las piedras del monumento prehistórico de Stonehenge para que pase una carretera de cuatro carriles ha desatado la ira de arqueólogos, historiadores, medioambientalistas y druidas modernos. Consideran que podría estropear de forma irremediable no solo el paisaje sino también el subsuelo de este lugar donde siguen encontrando restos arqueológicos del Neolítico y de la Edad de Bronce con más de 5.000 años de historia. Los megalitos circulares de Stonehenge y los alrededores son Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1986.
El gobierno ha tomado esta decisión pese las resoluciones de la comisión de planificación patrimonial que constituyó para valorar el riesgo de la excavación. La comisión desestimó las obras por considerar que podrían provocar “daños permanentes e irreversibles” en el lugar. Los opositores se han organizado a través de la plataforma Stonehenge Alliance y han iniciado una campaña para llevar ante los tribunales la decisión del gobierno.
El túnel de Stonehenge, en realidad, serán dos túneles de tres kilómetros de largo y dos carriles por sentido cada uno que ocultará la carretera A303 a su paso por la zona. Ahora la carretera bordea el monumento. Su construcción costará 1.900 millones de euros y forma parte de un proyecto mayor de remodelación de las carreteras del suroeste. Los ecologistas consideran que este plan va en contra de los compromisos de reducción de las emisiones de CO2.
La carretera de Stonehenge empezó siendo un camino de carros de Londres a Exeter en el siglo XVIII pero se ha acabado convirtiendo en la carretera más popular y transitada del suroeste de Inglaterra. Es la que cogen todos los veraneantes de Londres y alrededores para ir a las playas de Devon y Cornualles. Y son habituales los embotellamientos a su paso por los megalitos.
Desautorización de la comisión
El proyecto fue anunciado por el ministro de Transporte, Grant Shapps, que desautorizó el informe de los inspectores patrimoniales. Shapps aceptó que el plan podría causar un daño al monumento pero que no sería substancial y que son mayores los beneficios para la gente que los perjuicios. “Estoy satisfecho que, al final, los argumentos a favor de la construcción junto con otros beneficios identificados superan cualquier daño”, expresó en una carta enviada al operador de las autopistas.
Entre los beneficios, figuran que se eliminará el ruido de los vehículos que pasan por el lado de los menhires, que reducirá el tiempo de viaje en la A303 y que se acabará con las congestiones porque se doblará el número de carriles. National Trust, la organización que se encarga de conservar los lugares de interés del territorio británico, se posicionó a favor del gobierno.
También English Heritage, la organización benéfica que gestiona más de cuatrocientos monumentos y edificios históricos ingleses. “Los visitantes podrán experimentar Stonehenge como se debe experimentar, sin ver los desagradables atascos en la carretera que pasa por su lado ni los camiones corriendo a su lado”, dijo Anna Eavis, directora de conservación de English Heritage.
Causa legal
El grupo Stonehenge Alliance ha encargado al bufete de abogados Leigh Day y a los abogados Victoria Hutton y David Wolfe que investiguen la legalidad de la decisión del gobierno. Shapps recibió la notificación de la potencial acción legal y tiene diez días para responder. Si Shapps no modifica sus planes, entonces la denuncia seguiría su curso y el caso sería llevado al Tribunal Supremo. También han iniciado una campaña para recolectar dinero para poder financiar la causa judicial.
El historiador Tom Holland, presidente de la Alianza de Stonehenge, expresó que “doy mi apoyo a esta acción para determinar si Grant Shapps ha actuado de manera legal al aprobar este proyecto de carretera altamente derrochador y destructivo”. Y denunció que el gobierno ha ignorado los consejos del panel independiente y de la Unesco. Se refiere al hecho de que también la Unesco, antes de que tomara la decisión Shapps, condenó la construcción del túnel por considerar que tendría “un impacto adverso” en este lugar “con un valor universal incalculable”.
Consideran que el gobierno prioriza los beneficios económicos que pueden comportar el túnel y el futuro ahorro de tiempo que arañen los viajeros a proteger ese patrimonio. “Todavía existe la posibilidad de evitar que las excavadoras entren en la zona y destrocen nuestro más precioso e icónico paisaje prehistórico”, dijo Holland.
Nuevos descubrimientos neolíticos
Stonehenge es uno de los monumentos prehistóricos más famosos e importantes del mundo. Construido cerca de Amesbury, en el sur de Inglaterra, consiste en un crómlech (un círculo de menhires clavados en la tierra) que datan entre el 3.100 y el 2.000 a.C., entre la última etapa del Neolítico, en la Edad de Piedra, y la primera de la Edad de Bronce. Se cree que era un complejo funerario. Es uno de los monumentos más visitados de Inglaterra. Se ha convertido en lugar de peregrinación de miles de personas que acuden para presentar el espectacular amanecer durante el solsticio de verano. Es también lugar de culto pagano. Los druidas lo consideran lugar sagrado.
Además del crómlech de Stonhenge, en el área también está el conjunto megalítico de Avebury, del Neolítico, formado por varios círculos de menhires y que es incluso más antiguo que el de Stonehenge, y el asentamiento del neolítico conocido como los Muros de Durrington. Toda esta zona de Stonehenge, Avebury y alrededores está protegida por la Unesco.
La investigación arqueológica es constante. El pasado mes de junio descubrieron una veintena de pozos prehistóricos alineados en forma de anillo a poco más de tres kilómetros de los megalitos de Stonehenge. De hecho, Shapps tuvo que postergar el anuncio del túnel unos meses por culpa de este descubrimiento, para que pudieran valorarlo. En el 2014 encontraron un conjunto de diecisiete capillas ocultas, túmulos funerarios y santuarios rituales que han transformado el paisaje tal y como era concebido por los arqueólogos.
El temor de los arqueólogos es que las excavadoras puedan destrozar otros restos prehistóricos por descubrir. El gobierno dice que el túnel será suficientemente hondo como para evitarlo. Los opositores se preguntan qué pasará si a mitad del trabajo encuentran nuevos restos neolíticos. El arqueólogo británico Mike Parker Pearson, especializado en el Neolítico, explica que el valor no es solo Stonhenge sino todos los alrededores y que el túnel no es suficientemente largo. “Es uno de los pocos lugares no solo en Gran Bretaña sino también en el mundo donde puedes ver un paisaje sagrado y especial desarrollado a través de miles de años”.