España busca ante Marruecos recuperar la imagen que mostró en su estreno en Catar


La Roja quiere convencer y dejar atrás la sufrida clasificación pasando a cuartos del Mundial
Aficionados de Marruecos abarrotarán las gradas esta tarde frente a una minoría de seguidores españoles
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Toda España está pendiente del primer "todo o nada" de la Roja en este Mundial de Catar. A las 16:00 (hora peninsular española) los de Luis Enrique se juegan su continuidad en la Copa del Mundo frente a una selección de Marruecos que se ha plantado sin apuros en los octavos de final y que llega con el cartel de equipo revelación del campeonato.
España busca, primero ganar, y después recuperar la senda que tras el 7-0 a Costa Rica la colocó entre las favoritas para ganar la estrella que la señalaría ganadora de esta edición. La selección quiere convencer y dejar atrás la sufrida clasificación y el susto frente a Japón, la imagen de pánico y el bloqueo en el juego que ha sembrado de dudas las posibilidades de este renovado equipo nacional.
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Sin tiempo para lamentarse y pensando en reforzar los puntos fuertes de una selección joven, pero con hambre y mucha calidad en la fase del campo donde se deciden los partidos, España encara su primera eliminatoria hacia la gloria. La última derrota y el juego desplegado, algo pobre, fue un jarro de agua fría para las aspiraciones españolas, aunque también podría despertar un gen ganador que lleva muchos años dormido.
El once de Luis Enrique
En cuanto al 'once', el asturiano volvería a los elegidos en el primer duelo ante Costa Rica, con un trinomio Busquets-Pedri-Gavi innegociable. Las dos principales dudas estarían en el lateral derecho, con un César Azpilicueta 'tocado' por un golpe en el sóleo de la pierna izquierda, aunque con mejor rendimiento que el madridista Dani Carvajal, que se perfila como titular hoy. Jordi Alba regresaría al carril izquierdo en detrimento del joven Alejandro Balde.
Luis Enrique recuperaría la columna vertebral formada por Unai Simón en portería, Laporte y Rodri como centrales, y con Dani Olmo en uno de los costados. La otra gran incógnita es si el del Leipzig estará acompañado por Álvaro Morata -máximo goleador español en Catar con tres tantos- y Marco Asensio, o si Ferran Torres tiene hueco, pese a perder protagonismo ante Alemania y Japón.
Con los datos en contra
Y es que la estadística en grandes citas de la selección española no es demasiado halagüeña, ya que desde que se proclamase campeona de Europa en 2012 solo suma siete triunfos en 20 partidos. Esto supone el 35 por ciento, tras vencer a Australia (2014), Irán (2018) y Costa Rica (2022) en las Copas del Mundo, a República Checa y Turquía en la EURO 2016, y a Eslovaquia y a Croacia, prórroga de por medio, en la de 2020.
En este balance entra también el duelo más reciente con Marruecos como rival, cuando ambos combinados empataron (2-2) en la fase de grupos del Mundial de Rusia de 2018. "Veo muchas ganas de ir cumpliendo el objetivo. Ahora ya estamos en los partidos de continuar o irte a casa, pero muy convencidos de nuestras posibilidades. El objetivo es, y ha sido desde el principio, jugar siete partidos", señaló Luis Enrique, que fue titular en la última derrota de España ante un conjunto africano -Nigeria, en 1998 (2-3)-.
Con la grada en contra
España saltará al césped esta tarde como si jugara en Marruecos. La mayoría abrumadora de público a favor de la selección africana jugará en contra de los de Luis Enrique y a favor del rival, único combinado de ese continente que sigue vivo en el Mundial.
La revelación de esta Copa del Mundo se ha plantado en octavos de nuevo tras 36 años de ausencia y van a saltar al campo sin complejos. "Vamos a saltar al césped con mentalidad ganadora. Queremos ganar pero tengo todo el respeto por y para España. Estamos en octavos y se resolverá en detalles. Debemos dejar a un lado la parte emocional y sacar lo mejor de nosotros mismos. Ellos tienen más experiencia, pero esperamos hacer saltar la sorpresa", decía el seleccionador marroquí.
Walid Regragui, solo lleva tres meses al frente de la selección pero ha logrado armar un bloque sólido gracias a la figura de Sofyan Amrabat, pivote que sostiene el rocoso engranaje africano, y a la gran amenaza de sus dos extremos Hakim Ziyech y Sofiane Boufal, que junto al sevillista Youssef En-Nesyri son el motor de un equipo compacto y muy técnico.