La historia detrás de la foto de la polémica celebración de Argentina contra Países Bajos en el Mundial

Alcanzar la gloria en el Mundial está al alcance de pocas selecciones. Entre ellas Argentina, ya en semifinales tras superar a Países Bajos en la tanda de penaltis. Un final frenético que se decantó a favor del conjunto albiceleste, quien mantiene el sueño de levantar su tercer título, mientras que los neerlandeses volvieron a sucumbir ante un rival que les privó en 2014 de disputar la final en Brasil. Ocho años después, la tensión entre ambos combinados volvió a revivirse.

El agónico desenlace desde el punto de penalti abrió hostilidades entre los protagonistas en el terreno de juego. Con el guardameta Emiliano Martínez, el 'Dibu', como héroe de la noche, el tanto de Lautaro Martínez selló la clasificación de Argentina. Todo ello, con la labor criticada del colegiado español Mateu Lahoz.

El gol desató la locura y dejó reacciones contrarias. Mientras Leo Messi salió en busca del 'Dibu' para festejarlo, el resto de jugadores corrieron rumbo al autor del último penalti. Sin embargo, antes de ello, se voltearon para celebrarlo delante de los neerlandeses. Una imagen que ha dado la vuelta al mundo, ¿pero qué hay detrás del polémico festejo?

El defensa argentino Nicolás Otamendi fue el más señalado en la celebración tras ser captado por las cámaras burlándose de los rivales. Una acción que "no refleja toda la historia". De hecho, según el exjugador del Valencia, "respondieron al comportamiento" de sus oponentes.

“Celebré en sus caras porque había un futbolista de Holanda que venía a nosotros con cada tiro penal que hacíamos y les gritaba a nuestros jugadores”, manifestó a la prensa.

El gesto se hizo viral en redes sociales y otros usuarios mostraron la secuencia del último penalti para intentar rebatir la reacción de los futbolistas argentinos. "Esta cámara explica el enojo. Cuando Lautaro va a patear lo van a apretar entre cuatro. También le dice algo el holandés que ya había pateado y vuelve. Y el final con todos corriendo a un lado y Messi yendo a buscar a Dibu, es épico. A los cámaras no le dan las patas para correr", explican.

Tras la tanda, Mateu Lahoz mostró la segunda tarjeta amarilla al lateral neerlandés Denzel Dumfries, quien reaccionó con furia a las provocaciones de Otamendi.

"Sabes que Holanda es un juego acalorado contra Argentina. Sabes que te desafían y habrá disturbios. Intentáis provocaros mutuamente. Fui yo mismo durante la tanda de penaltis. Intentas hacerlo todo. Ellos también. No me gusta señalar a otros jugadores, pero tenía mis razones. Si eso es inteligente no lo sé. Pasó algo que me hizo reaccionar", explicó el lateral del Inter de Milán, compañero de Lautaro Martínez.

Para Países Bajos, el arbitraje del colegiado español Mateu Lahoz también "dejó mucho que desear". De hecho, la prensa neerlandesa destaca que tanto a Leo Messi como a Leandro Paredes les perdonó la doble tarjeta amarilla. En el caso del centrocampista de la Juventus, su entrada al defensa Nathan Aké en el minuto 87 acrecentó la angustia entre ambas selecciones.

Otra de las imágenes de la noche fue la riña llamativa entre Leo Messi y Louis Van Gaal, aunque antes de ello el astro argentino hizo el gesto del 'Topo Gigio' en el 0-2 desde los once metros. Una celebración mítica de su compatriota y exjugador del Barcelona Juan Román Riquelme, quien tuvo sus más y sus menos con Van Gaal en su época 'culé'.

En el recuerdo quedan las palabras que le dedicó el entrenador en su etapa azulgrana. "Usted es el mejor jugador del mundo cuando tiene la pelota, pero cuando no la tiene jugamos con un menos". Una declaración parecida a la que le dedicó a Messi en la previa del encuentro: "Messi no juega mucho con el rival cuando tiene la posesión. Ahí es también donde están nuestras posibilidades".

Por ello, Messi se encendió con el pitido final y se dirigió al banquillo donde estaba Van Gaal, para mostrar su descontento con la 'Oranje', donde también estaba Edgar Davids, otra leyenda neerlandesa con pasado azulgrana. "Van Gaal que tanto vende que juega bien, le tira pelotazos a los grandotes nomás", dijo en zona mixta.

El enfado más controvertido de Messi también llegó desde los micrófonos, cuando se encaró con Weghorst, autor de los dos goles de Países Bajos que mantuvo las esperanzas hasta el último suplicio: "¡Qué mirás bobo, qué mirás bobo, andá, andá para allá bobo, andá para allá!", le dijo.