Aplazar el Barça-Real Madrid fue un error


Los violentos lograron marcar la agenda y intentan de nuevo hacerlo
El clásico debió jugarse en su día por el bien del fútbol y por respeto a los aficionados
Quedan 14 días para que se juegue el Barça–Real Madrid aplazado por riesgo de incidentes que amenazaban con reventar el partido y convertirlo en una reivindicación política que hubiera sido vista por el mundo entero.
Se trataba de utilizar un partido de fútbol como escaparate para una reivindicación política contra la sentencia del 'procés'. Las autoridades deportivas determinaron que la mejor solución era aplazar el partido pensando que el tiempo haría olvidar a los violentos su protesta y que llegado el mes de diciembre todo estaría más calmado.
Con esta decisión se plegaron a los violentos, que lograron marcar la agenda de los que veían en el Barça – Real Madrid como un partido de fútbol y nada más que un partido de fútbol. Ganaron los radicales y perdieron unos aficionados al fútbol que, ideologías al margen, tenían la idea de acudir al Camp Nou para ver a Messi, Piqué, Benzema o Modric.
Los violentos intentan marcar la agenda
Resulta que se acerca la fecha, será el próximo 18 de diciembre, y los mismos radicales del mes de octubre están preparando una nueva encerrona que pretende afectar al trayecto del autobús del Madrid y que hará del Camp Nou el foco de nuevas soflamas independentistas.
Los radicales han convocado una manifestación y han creado una aplicación para inscribirse. La cuestación alcanza a esta hora más de 10.000 potenciales manifestantes y en el escrito se dice textualmente “con la fuerza de la gente conseguiremos hacer visible a los ojos de todo el mundo la situación de excepcionalidad que vive el país”.
No especifican qué pretenden hacer aunque sí solicitan “acudir de manera pacífica”, sin entrar en mayores detalles. Si las autoridades deportivas que decidieron aplazar el partido pretendían que la reivindicación cayera en el olvido, se han encontrado estos días con el germen de un movimiento que vuelve a poner el foco en el Clásico.
El Clásico debió jugarse en su día
Si la temperatura de esta movilización sube y vuelve a verse amenazado el partido… ¿Volverán a aplazarlo hasta nueva fecha? ¿Le preguntarán a los violentos si pretenden liarla mucho? Habrá quien piense que en estas condiciones no debe jugarse el partido y que lo mejor sería aplazarlo, otra vez.
La reflexión es clara: los radicales no pueden marcar la agenda de los deportistas, el Barça-Madrid es un partido de fútbol y lo que suceda alrededor no interesa, no importa y, además, es competencia de las fuerzas de seguridad que deben velar por el buen orden del espectáculo.
Para eso están y para eso pagamos nuestros impuestos. El Clásico debió jugarse en su día por el bien del fútbol y por respeto a los aficionados al fútbol (independentistas o no) que sólo ven en este partido un evento deportivo.