Al Atleti le duelen los dientes

Cuando juega el Atleti y el móvil no vibra, malo. Durante cualquier partido, en casa o fuera, Telegram o WhatsApp son un enjambre de colchoneros opinando sobre todo, so-bre-to-do, lo que pasa en el campo. Anoche, durante el choque ante el Bayer Leverkusen, solo había silencio.

Última conexión, hace cuarenta y cinco minutos, noventa, nada. Podría ser un fiel reflejo de lo que estaba pasando en el Metropolitano, dentro y fuera del campo. El equipo no llevaba el partido hacia donde quería, ese eterno eslogan de Simeone en sala de prensa, y la afición se enzarzaba en un duelo de pitos y reproches que ya veremos en qué termina.

Porque la temporada está rara, acechando la autodestrucción, ese punto tan atlético, tan stranger things, en el que puede pasar de todo: que una lentilla se caiga en el momento menos oportuno, que tus aficionados, enzarzados en una disputa absurda, contagien al equipo y terminen desmoronando un proyecto en construcción...

Anoche hubo pitos para los que coreaban a Simeone, pitos a Koke por jugar mal y atléticos llamando madridistas a otros atléticos por no sumarse a los cánticos o los pitos de los otros. Y todo ello mientras el equipo buscaba la manera de conectar con un Costa que ya no es Costa y ganar un partido de esto que se llama Champions y que hace años era un imposible y hoy, por lo visto, un motivo nuevo de disputa.

El Atleti juega mal, pero juega mal respecto a lo que lleva buscando Simeone desde que ganó la Liga y dio con el molde, no respecto a ese imposible que es el Brasil del 70 y que de pronto todo el mundo quiere exigirle al equipo.

El único que se parece un poco a Pelé es Thomas y sí, estoy exagerando. Partiendo de esta premisa, este Atleti no juega a nada. No coordina la presión arriba, no engrasa los contragolpes, no intimida en el juego a balón parado como antaño… Eso sí, le queda la defensa y el propio Simeone lo puso en valor después de ganar a los alemanes: “cuando se tiene un equipo que defiende bien, el resto llega”.

Va a ser un problema de tiempos. Si tarda mucho en llegar, la olla explotará. El Cholo, que de momento maneja la situación, dijo después del partido eso tan madridista de “si aquí han pitado a Luis o a Kiko…”, como quitando hierro al asunto, como queriendo pegar otro estirón. Parece claro que los pitos les han molestado pero quién sabe si, paradójicamente, no van a terminar siendo el detonante de una nueva fase en la temporada. Germán Burgos, lo sintetizó en su Instagram con la foto de la piña rojiblanca sobre Koke, tras el gol de Morata. Todos juntos y un definitivo “así se arman los grupos ganadores”.

Anoche, por cierto, ganó. Y va líder de su grupo en Europa, lo cual tiene mucho mérito viendo la versión que están ofreciendo dos referencias como Koke y Costa, la nada misma que aporta Lemar desde año y medio, la insoportable levedad de Correa, la incapacidad de dar tres pases seguidos, la manía de replegar…

El Atleti atraviesa una crisis de equipo grande. No genera juego pero, de aquella manera, va sacando los resultados. Diríamos que le están saliendo los dientes, como a los niños. En realidad, esto siempre es una buena señal, por más que duela, y siempre y cuando no se usen para morderse los unos a los otros.