Bukaneros contra Zozulya: dos años de veto al delantero que coquetea con el nazismo

El pasado domingo, el partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete, de Segunda división, tuvo que ser suspendido por los insultos que los seguidores del equipo madrileño propinaron al delantero ucraniano Román Viacheslávovich Zozulya. Era la primera vez que la tensión entre afición y jugador se plasmaba en un terreno de juego, pero desde hace dos años, los aficionados del Rayo Vallecano mantienen un veto total a este delantero, juegue en el equipo que juegue ¿El motivo? Le acusan de hacer apología del nazismo. De hecho, en enero de 2017 la afición del Rayo frenó con sus protestas la contratación de este delantero por el propio club, momentos antes de su presentación.

Basta buscar un poco en las redes sociales para entender el rechazo rotundo de la afición rayista a la presencia de Zozulya, que posaba por ejemplo con un retrato de Stepán Bandera, principal figura de la ultraderecha ucraniana que mantuvo vínculos con el nazismo en su lucha separatista contra Rusia. Además en otra de las imágenes el delantero aparece con un parche de "Dnepr White Boys", nombre de un grupo de corte fascista. En otra de las imágenes que corren por las redes sociales, que no fue publicada en su cuenta oficial, el futbolista del Albacete posa señalando un marcador de baloncesto en el que aparece el siguiente tanteo: 14-88. Estos números son utilizados por los grupos de ideología neonazi para referirse de forma encubierta a Adolf Hitler en los países en los que está prohibido hacer apología de su figura.

Con estos datos sobre la mesa, en febrero de 2017 el club madrileño decidió contratar sus servicios. Fue entonces cuando la afición, encabezada por el grupo radical de los Bukaneros, de extrema izquierda, se negó de plano a que Zozulya vistiera la camiseta del club. El fichaje quedó abortado pero la polémica saltó desde los despachos a las gradas. Los ultras del Bayern de Münchin, por ejemplo, sacaron pancartas en su estadio en apoyo a la decisión de sus camaradas españoles de vetar al delantero ucraniano en su club.

Hasta este fin de semana, Zozulya había evitado siempre volver a pisar el campo del Rayo. De hecho, la afición del Rayo ya le tenía en el punto de mira cuando el delantero jugaba en el Betis. Tras su fichaje frustrado, el ucraniano recaló en el Albacete, que la pasara temporada decidió no tensar la cuerda en su visita a Vallecas. Zozulya no fue convocado. Sin embargo, en esta ocasión el club ha tomado una decisión distinta.

El pasado domingo, la megafonía del estadio tuvo que advertir hasta en dos ocasiones para que los insultos por parte de la grada cesaran antes de suspender el partido. No lo hicieron. "Preferimos quedarnos sin partido a que pise nuestro campo", explicaba a este diario un miembro del grupo más radical entre los seguidores del Rayo. "No es una cosa nuestra. Es de todo el estadio. En eso somos un muro".

Los cánticos contra el delantero se alargaron durante toda la primera parte, y en el descanso la coordinadora de seguridad del club informó de que la seguridad de los participantes se podía ver comprometida. Eso, unido a la queja de la delegación del Albacete por la presión a su compañero, provocó que el partido quedara suspendido.