Desirée Vila, la gimnasta que perdió su pierna por negligencia médica, diploma olímpico en Tokio


Todavía tiene posibilidades en la competición de 100 metros lisos
Su localidad natal, Gondomar (Pontevedra), ha instalado una pantalla gigante para que sus vecinos puedan seguir en directo la competición
No ha podido ser. Desirée Vila no ha conseguido medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Ha tenido que confirmarse con un diploma olímpico tras quedar sexta en la competición de salto de longitud en la categoría T63, para personas amputadas por encima de la rodilla.
Pero ha cumplido su sueño, que era participar en unos Juegos Paralímpicos. Se clasificó con un salto de 4,17 metros, con el que logró el récord de España y registró la cuarta mejor marca mundial de la temporada. Su objetivo era obtener al menos un diploma olímpico. Y lo acaba de conseguir.
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Le amputaron una pierna con 16 años
Esta gallega de 23 años es todo un ejemplo de superación. Practicaba gimnasia acrobática desde niña y llegó a ser campeona de España. Pero una caída durante un entrenamiento le causó una fractura de tibia y peroné. A causa de una negligencia médica esa lesión acabó con la amputación de su pierna derecha cuando tenía solo 16 años.
Pero su carrera deportiva no se truncó ahí. Optimista y luchadora, Desirée se sobrepuso. A ella le sobra energía positiva. Y decidió que seguiría apostando por el deporte en su vida. Probó con varias disciplinas: baloncesto, tenis, natación… pero lo que más le convenció fue el atletismo. Pronto empezó a destacar y desde hace unos años vive en la Residencia Blume de Madrid y entrena en el Centro de Alto Rendimiento.
La recompensa a todo su trabajo ha sido su participación en estos Juegos. A su llegada a Tokio reconocía que estaba muy emocionada: “Tengo muchas ganas de demostrar todo lo que hemos trabajado y devolverle a esa gente que lo ha pasado mal durante la pandemia un poquito de ilusión para que vean que la vida continúa y hay que darlo todo”.
Emoción en Gondomar, su localidad natal
Aunque debido a las restricciones por la pandemia no le ha podido acompañar ningún familiar a Tokio, desde Galicia le han enviado mucha fuerza. En su localidad natal, Gondomar (Pontevedra), han engalanado la Praza da Paradela con los colores de los aros olímpicos y han colocado en el ayuntamiento una pancarta con una imagen de Desirée compitiendo. Además, han instalado una pantalla gigante para que sus vecinos pudieran seguir en directo la competición.
Ha sido una mañana de muchos nervios y emociones. Allí estaba su familia y muchos amigos y vecinos. Su madre, Susi Barciela, estaba pletórica. “La vimos saltar, para mi el verla ya es genial. No le ocurrió nada, está en Tokio… ¡qué mas podemos pedir!”, cuenta emocionada. Admite que Desirée aspiraba a conseguir medalla, “porque ella siempre aspira a lo máximo”, o al menos superar su mejor marca personal, pero hoy las condiciones no eran las mejores. “Estaba lloviendo, resbala, es más peligroso, no vas igual que sin lluvia, por eso no lo ha conseguido”, explicaba.

Su tía Tania no podía reprimir las lágrimas: “Estamos muy orgullosos de ella. Ya pudimos hablar y está muy nerviosa y muy contenta. Estamos deseando achucharla. Para nosotros ya ganó”. Más orgullosa todavía estaba su hermana pequeña, Mireia. “Se lo merece, lleva mucho tiempo luchando por ello y es muy fuerte. Le haremos una fiesta enorme cuando venga”, adelantaba.
Uno de sus amigos recordaba que cuando hacía gimnasia acrobática lamentaba que no fuera una disciplina olímpica, para poder ir a unos Juegos. “Mira las vueltas que da la vida, ahí está ahora, en unas Olimpiadas”, comenta satisfecho. Para el alcalde de Gondomar Desirée es la mejor embajadora del pueblo. “Es una niña encantadora, una gran deportista y ha demostrado un gran afán de superación. Viene de hacer un meritorio bronce en los europeos y ahora la tenemos en los Juegos Olímpicos. Nos da igual el resultado, es nuestra campeona”, sentencia orgulloso Paco Ferreira.
Visibilizar la discapacidad en las redes sociales
Desirée estudia Relaciones Internacionales y ha publicado un libro, cuyo título es toda una declaración de intenciones: Lo único incurable son las ganas de vivir.Lo único incurable son las ganas de vivir Se trata de una especie de diario en la que habla en primera persona contando cómo vivió la amputación. En él anima a la gente que pase por una situación complicada como la que tuvo que superar ella para que sigan adelante.
Desirée cuenta que cuando vio que no había influencers con discapacidad se lanzó a las redes sociales para usarlas como un instrumento de normalización, para que los jóvenes pudieran tener algún referente. Acumula miles de seguidores en Instagram, Tik-Tok y Twitter, además de en su canal de Youtube.
Dedicatoria muy especial
Antes de marcharse a Tokio, cuando soñaba con una medalla, tenía claro quién sería uno de los destinatarios de su dedicatoria: el doctor que le amputó la pierna tras la negligencia cometida por otro médico. Asegura que él le transmitió mucha esperanza y le dijo que la veía en unos Juegos Paralímpicos. Seis años más tarde lo ha conseguido.
A Desirée todavía le queda otra oportunidad para seguir sumando éxitos a su carrera. El sábado a las 14:00 se medirá con sus rivales en la semifinal de los 100 metros lisos. Su familia y sus vecinos volverán a congregarse en la plaza del pueblo para animarla en la distancia.