La Policía encuentra la contabilidad secreta del Huesca para subir a Primera

El club pidió 250.000 euros a varios investigados de la operación Oikos para pagar primas a terceros
El Huesca necesitaba liquidez de inmediato para pagar primas a terceros. Algo prohibido en el Fútbol español, aunque sea para alcanzar la victoria. Su intención era colocarse sexto en la clasificación y optar a la posibilidad de subir a primera división por sus propios medios. Y para eso, necesitaba que el Reus Deportivo derrotara al Valladolid en el partido que ambos disputaron el 4 de junio de 2017. Dos años después, la Policía Nacional registró las oficinas del club en medio de la operación Oikos, la causa que investiga el presunto amaño de varios partidos. En la oficina de Agustín Lasaosa, presidente del Huesca, localizaron cuatro horas manuscritas con los presuntos préstamos de varios jugadores investigados para obtener fondos opacos y poder pagar las primas.
Según la tesis de los investigadores, el Huesca decidió recaudar 250.000 euros par abonar a la plantilla del Reus y que "derrotara al Real Valladolid correspondiente a la jornada número 41 de la jornada de la Segunda División". parte del dinero, según los documentos manuscritos que localizó la Policía, fue aportada por Carlos Aranda y Raúl Bravo, que entregaron presuntamente 125.000 euros, además de Jacobo Sanz con otros 80.000, y otras tres personas, entre las que se encontraba también Agustín Lasaosa, que según los informes policiales habría aportado 10.000 euros. Como intermediario y según el sumario del caso, actuó el jugador Iñigo López "que en ese momento es jugador del club y le unen vínculos de amistad y profesionales con cada uno de los prestamistas", explican los agentes en uno de sus informes.
Un préstamo con intereses
Según la interpretación que hace la Policía de estos documentos, cada uno de los prestamistas pactó un tipo de interés distinto para su dinero opaco. En total, el Huesca debía retornar 315.000 euros más 20.000 euros "a entregar al intermediario de la plantilla del Reus, Aritz López". Los agentes consideran que ante la falta de liquidez del club, parte de ese dinero lo aportó de su dinero el jugador Iñigo López, "en concreto 140.000 euros correspondientes a Jacobo Sanz".
Los agentes de la UDEF de la Policía Nacional sospechan que parte del dinero se abonó también con facturas de una constructora que remodelaba el campo de fútbol de El Alcoraz. Según las mismas fuentes, parte del dinero para pagar a los prestamistas llegó también por parte de una empresa de catering que trabaja con el Huesca. De hecho, los agentes solicitaron al juez que reclamara al servidor informático de esta empresa una copia de todos sus correos electrónicos, para comprobar si aparecen conversaciones de interés para la causa.