El enfado del vestuario del Real Madrid


El equipo defiende a Zidane ante los rumores de la llegada de Mourinho, opina Álvaro Montero
Pocas horas después de que el Madrid perdiera el partido, el liderato y la honra en Son Moix, muchos volvían a preguntarse qué iba a pasar con el entrenador tras la derrota en Mallorca. El lunes, con el equipo a punto de embarcar en Barajas rumbo a Estambul, el vestuario comentaba la noticia de El Mundo que situaba a José Mourinho como sustituto inmediato para el banquillo del Bernabéu, si al Madrid y, sobre todo, a Zidane le volvía a salir mal el partido en la tercera jornada de Champions.
Así las cosas, la plantilla llegó a su lujoso hotel de concentración en Estambul con caras serias, cierto grado de enfado, la sensación de que se les había vuelto a matar y, lo que es peor, con la certeza de que el gran señalado era sólo uno: Zinedine Zidane.
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Estos son los números del técnico francés en Liga desde que volvió en marzo: 10 victorias, 5 empates y 5 derrotas.
Palabra de Ramos
Con el equipo ya aterrizado, la decisión estaba más que tomada: el capitán iba a ser el encargado de hablar (y defender) al entrenador de la tres Copas de Europa consecutivas. Es cierto que Ramos no es sospechoso cuando de dar la cara se refiere, pero en el caso de Estambul el central fue más allá para defender a ultranza a su técnico y aunque él fue quien lo verbalizó (“el vestuario está a muerte con Zizou”, aseguró) las palabras no solo eran suyas, sino de los otros 20 jugadores que esperaban en la caseta minutos antes del entrenamiento en el Ali Sami Yen.
Dicho de otra manera, Sergio Ramos salió a defender al entrenador francés por dos motivos: uno, el vestuario (especialmente el núcleo duro) no ve con buenos ojos la vuelta de José Mourinho y dos, a la plantilla del Real Madrid no le gusta según que filtraciones procedentes de la planta noble de la Castellana. Y, por si fuera poco, a Zidane todo esto le ha resultado doloroso. Decepcionante. Por primera vez el entrenador del Real Madrid dejó a un lado su risueño discurso para, serio y contundente, defender su parcela, su trabajo y su trayectoria con una frase, tras ser preguntado por Mourinho, que a muchos sorprendió: “me molesta lo que se está diciendo”.
¿Y ahora, qué?
Desde el club tratan de calmar los ánimos y evitar especulaciones. “Nadie despedirá a Zidane si se pierde en Estambul”, aseguran a día de hoy. Lo cierto es que el Real Madrid sigue sin ofrecer buenas sensaciones y aunque queda mucha tela que cortar en Europa, una derrota en Turquía sería la puntilla a una complicada semana tras el parón de selecciones y la sensación de que las miradas volverían a señalar a su técnico como el culpable del desastre. Entonces, y solo entonces, se volverá a hablar del sustituto de Zidane, el entrenador de un equipo que, sin Clásico de por medio, tendrá más de una semana para descansar cuerpo y mente antes de volver a jugar en Liga contra el Leganés, curiosamente, el último equipo en cambiar de técnico.