Esteban Granero se retira: "Nada es triste hasta que se acaba. Entonces todo lo es"

En una carta muy literaria y poética, el que fuera futbolista del Real Madrid anuncia que cuelga las botas
Con el equipo blanco levantó una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España
También jugó en el Getafe, la Real Sociedad y el Espanyol, además de pasar por la Premier League con el Queens Park Rangers
A los 34 años y tras casi dos décadas dedicadas al fútbol, el jugador español Esteban Granero anuncia que cuelga las botas. El madrileño se retira del deporte rey después de disputar sus últimos partidos con la camiseta del Marbella FC. Así lo ha comunicado en una carta publicada en sus redes sociales, junto a una foto suya de cuando empezaba a dar sus primeros toques al balón en la cantera del Real Madrid.
"Nada es triste hasta que se acaba. Entonces todo lo es", comienza el centrocampista, quien después saca su faceta más literaria para describir su carrera futbolística: "Decía Kipling que el éxito y el fracaso debieran ser tratados de igual manera, como los dos impostores que son. Falsos absolutos, trampas semánticas. Por lo menos es mi consuelo, yo que me he enfangado más con los segundos que probado las mieles de los primeros, ver en ambos manifestaciones de una misma cosa, tributos anecdóticos de un camino apasionante".
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La carrera de 'El Pirata' Granero
Apodado como 'El Pirata' con su famosa celebración de los goles tapándose un ojo con la mano, Granero se formó en las categorías inferiores del Real Madrid. Militó en el Real Madrid Castilla hasta que alcanzó el primer equipo en 2007, con 18 años. Antes, se había proclamado campeón de Europa sub-19 en Polonia con la selección española, donde coincidió con Juan Mata o Antonio Adán.
Sin embargo, dada la alta competencia interna en el club blanco, se marchó cedido al Getafe y allí jugó durante dos temporadas (2007-2009). Su balance estadístico fue de 79 partidos y 14 goles con la camiseta azulona. Granero creció como mediocentro creador de juego, con aportaciones también ofensivas.
Sus buenas actuaciones le sirvieron al de Pozuelo de Alarcón para regresar al conjunto madridista, donde disputó 96 encuentros en tres campañas. Consiguió conquistar su primer título de clubes, la Copa del Rey del 2011, a la que sumó también una Liga en 2012 y una Supercopa de España ese mismo año. Fue su mayor éxito como futbolista, pues luego abandonó la disciplina blanca para firmar por el Queens Park Rangers inglés.
Tras su paso por la Premier League, donde jugó 24 partidos, regresó a España para vestir los colores de la Real Sociedad desde 2013 hasta 2017, aunque la primera temporada fue cedido por el conjunto inglés y después se quedó tres campañas más como txuri-urdin. Las lesiones le impidieron tener la continuidad deseada y su siguiente club fue el RCD Espanyol, equipo con el que sí tuvo más fortuna en ese sentido.
'El Pirata' disfrutó de tres temporadas a buen nivel para sumar un total de 82 partidos como 'perico'. Ya en 2020 abandonó el club catalán para acabar su carrera en el Marbella de la Segunda División B. Ahora, pone fin a su trayectoria para dedicarse a otros proyectos. El más conocido es Olocip, un partner tecnológico de Inteligencia Artificial, del que Esteban Granero es CEO.
Agradecimientos y recuerdos
Siguiendo con su discurso literario, el madrileño define el éxito "como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos. Y viene con la misma estoica ilusión que tendría si fuera posible. Eso he aprendido. En el umbral, un último vistazo atrás y este es mi suspiro. La Granada que abandono es mucho más bella de lo que me propuse y mucho menos de lo que debería".
El 'Pirata' se acuerda de todos y cada uno de los que le han acompañado "en algún momento" durante sus años como futbolista: "A los que me hicieron bien, total agradecimiento. Pero los que me ayudasteis y no llegué a enterarme de ello, ni saber jamás de vosotros, amor eterno. A los que hice bien alguna vez, me disteis más que yo a vosotros. A los que me hicieron mal cuando no lo merecía, no os guardo rencor. A los que hice mal, es buen día para reconocer que me arrepiento".
Además, tiene un especial recuerdo para todos los futbolistas. "Para mis compañeros futbolistas, ¡qué orgullo haber sido uno de vosotros! La retirada es la muerte del futbolista. Pero parafraseando a Richard Dawkins, todos nosotros vamos a morir algún día, y somos afortunados por ello. La mayoría de las personas nunca van a morir porque nunca van a nacer. El potencial de personas que podría haber estado aquí en nuestro lugar, pero que nunca se calzarán las botas en un estadio superan en número a los granos de arena del Sahara", dice.
"Ciertamente, estos 'fantasmas no nacidos' incluyen mayores goleadores que Messi y centrocampistas más precisos que Zizou. Sin embargo, la estupefaciente realidad es que tú y yo, con toda nuestra mediocridad, estamos aquí. Somos de los pocos privilegiados que ganaron la lotería del nacimiento a pesar de toda improbabilidad. ¿Debemos acaso quejarnos de nuestro inevitable regreso a ese estado anterior del que la mayoría nunca han salido?", concluye.