No perdona ni un euro: los líos de Bale con 'Mou' y el Real Madrid antes de aceptar la cesión al Tottenham

Que Gareth Bale suponga un quebradero de cabeza para el Real Madrid y su técnico, Zinedine Zidane, ya no supone ninguna sorpresa. Que acabe cedido y no traspasado al Tottenham de Mourinho tiene su miga. El técnico portugués tuvo sus más y sus menos con el galés cuando dirigía al Manchester United por no aceptar la oferta que los 'red devils' le puso encima de la mesa en 2017.

Ocurrió en la final de la Supercopa de Europa entre el Real Madrid y el Manchester United. Mourinho, con gesto serio, apenas quiso saludar a Bale ni antes ni después de ese partido que acabó ganando el conjunto blanco. El motivo no trascendió, pero muchos apuntaban que acababa de rechazar la oferta por el club que dirigía el portugués. Bale quería seguir jugando en el Real Madrid. Y ahora también o, al menos, cobrando de la entidad madridista.

Porque otro desplante de Bale a Mourinho podría ser el punto y final de su relación. Mourinho ha insistido en que el jugador juegue en el Tottenham pero hace falta que el delantero, todavía madridista, quiera aceptar el trato porque no piensa perdonar ni un euro.

La solución pasaría por una cesión por una temporada al conjunto londinense. Eso sí, los 'Spurs' no se harían cargo de la totalidad de su ficha, sino que el Real Madrid tendría que pagar casi todo su salario y cobraría por objetivos, pero se quitaría un problema en el vestuario. Sus continuos desplantes han sido muy sonados, la afición no le quiere ni tampoco Zidane, al que ya no le quedan motivos para defender a su jugador.

Por si fuera poco, el agente de Gareth Bale, Jonathan Barnett, un hueso duro de roer, seguía diciendo que el jugador era feliz en el Real Madrid, pero ahora ha cambiado de estrategia presionando al conjunto blanco para que acepte la cesión a los 'Spurs': "Todavía ama el Tottenham" aunque cree que es "un trato complicado", dijo Barnett. El "trato complicado" son los 17 millones de euros limpios que cobra en el Real Madrid, octavo futbolista mejor pagado del mundo, según Forbes, y sin apenas jugar.

La afición madridista se hartó hace tiempo de todos los desplantes del galés. Desde la famosa pancarta "Gales, Golf, Real Madrid, por ese orden", hasta la falta de compromiso al marcharse antes de tiempo de los partidos, sus "misteriosas" lesiones que le permiten jugar con su selección y no con el equipo que le paga o sus extraños motivos cuando se borra de los encuentros, como el de esta temporada de Champions League ante el Manchester City.

Gareth Bale se ha ganado la enemistad de muchos madridistas, que no le perdonan aunque haya sido protagonista en los momentos clave de las finales. No aceptan ni una más. Bale se ha ganado el rechazo de su afición, pero si no firma por el Tottenham, también puede ganarse otro enemigo más duro: Mourinho.