Ucrania sonríe gracias a Yaroslava, la nueva campeona del mundo de salto de altura que escapó de las bombas

Yaroslava Mahuchikh logra el oro en salto de altura en pista cubierta en el Mundial de Belgrado
La atleta, de 20 años, consiguió escapar de las bombas hace una semanas de Dnipro, en el centro Ucrania
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“Me desperté en mi apartamento a causa de los terribles sonidos de explosiones, fuego de artillería y disparos. Incluso antes de llamar a mis padres, entendí que esto era una guerra”. Eran las palabras de la joven Yaroslava Mahuchikh, de tan solo 20 años, cuando el pasado 24 de febrero la guerra llamó a las puertas de su casa en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania.
Ella misma sigue con el relato de su huida. «Después de horas de pánico total, dejamos nuestra ciudad y nos mudamos a un pequeño pueblo no muy lejos de casa. Nadie pensó en entrenar en ese momento, ya que nos vimos obligados a pasar días en el sótano solo siguiendo las noticias de Kiev, Sumy y Jarkov minuto a minuto».
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Yaroslava Mahuchikh clears 2.02m to win an emotional #WorldIndoorChamps high jump gold for Ukraine 🇺🇦
— World Athletics (@WorldAthletics) 19 de marzo de 2022
Posteriormente consiguió escapar gracias al trabajo de su mánager, Aivar Karotamm y de su federación. Llegaron a Belgrado (sede de los mundiales en pista cubierta) a través de Rumanía. En total, un viaje de casi 2000 kilómetros.
"Nos costó más de tres días llegar aquí, fue un viaje estresante. Centenares de llamadas telefónicas, numerosos cambios de dirección, explosiones, incendios y sirenas aéreas. Me gustaría pensar que fue solo una pesadilla, pero es la realidad de mi país. Es la realidad de la guerra", añadió.
Pero ahí no se quedó su hazaña. La saltadora del altura ucraniana lograba el oro este sábado tras luchar hasta el final con la australiana Eleanor Patterson. Yaroslava superó la barrera de los 2.02 metros.

Nada más saberse campeona, Mahuchikh se rodeó con una bandera de su país bajo los aplausos del público serbio, sin que se registrara ningún incidente, pese a los lazos fuertes que mantienen históricamente Serbia y Rusia.
Está claro que fue favorecida por el veto a los deportistas rusos y bielorrusos, especialmente la rusa Lasitskene. Pero Yaroslava ya había demostrado su valía con una plata en Doha y un bronce olímpico en Tokio.
Como no podía ser de otra manera, ha dedicado esta victoria a sus compatriotas, inmersos en una guerra contra el invasor ruso.
