El keniata Ebenyo y la etíope Densa ganan la San Silvestre Vallecana


Carrera masculina: hubo un grupo que se distanció desde el inicio y los otros participantes apenas pudieron acercarse a ellos
Carrera femenina: mano a mano reñido entre la keniata Ruth Chepngetich y la joven etíope Yalemzerf Yehualaw Densa
El atleta keniata Daniel Simiu Ebenyo y la etíope Yalemzerf Yehualaw Densa se proclamaron este jueves vencedores de la 56 edición de la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana después de dominar con autoridad sus respectivas carreras.
La cita atlética con la que Madrid despide deportivamente el año 2020 echó seguramente de menos la 'magia' de su recorrido habitual y el ver como las calles se inundan de corredores para la prueba popular y los espectadores que se acercaron al circuito del Ensache de Vallecas no fueron testigos del habitual espectáculo de una San Silvestre marcada por el viento y por el gran dominio de sus dos ganadores.
En la prueba masculina, ya desde el mismo pistoletazo de salida, se formó el pequeño grupo de los candidatos a la victoria y a la que apenas se pudieron acercar el resto de participantes, con el veterano hispano-marroquí Ayad Lamdassen marcando el ritmo desde el inicio y con Ebenyo, el estadounidense Paul Chelimo, el neerlandés Mike Foppen, el burundés Thierry Ndikumwenayo y el español Ouassim Ouaziz.
Las miradas estaban centradas en Chelimo pero fue Ebenyo el que hizo el movimiento que dictaminó el futuro de la prueba. El keniata fue valiente y cambió de ritmo en la tercera vuelta para abrir un hueco que ya sería imposible para sus rivales.
Ebenyo, que tenía como mejor marca personal los 27:18 del pasado mes de septiembre en Berlín, no aflojó y sacó rédito a su táctica. El africano fue abriendo poco a poco la distancia con el resto y pudo ganar con comodidad con un registro de 27:41.
Por detrás, a casi medio minuto, cruzó la meta el italiano Faniel Ghebrehiwet Eyob (28:08), mientras que el podio lo completó el subcampeón olímpico de 5000 en Rio 2106 con un crono de 28:14, lejos de su deseo de batir el récord de los Estados Unidos (27:48).
Carrera femenina
Por otro lado, en la carrera femenina, hubo algo más de emoción, principalmente porque la dos señaladas como favoritas, la keniata Ruth Chepngetich y la joven etíope Yalemzerf Yehualaw Densa, libraron un bonito mano a mano.
Sin embargo, Densa, que ya había batido a Chepntegich en el Medio Maratón de Nueva Delhi, volvió a mostrarse más fuerte que su rival con una aceleración en la tercera vuelta ante la que nada pudo hacer la keniata.
La etíope se fue en solitario y se impuso con un crono de 31:17, mejorando ostensiblemente su registro personal de la distancia (31:55) y condenando a Chepntengich, que llegó a más de medio minuto, de nuevo a la segunda plaza en la carrera vallecana. El podio lo completó la francesa Alessia Zarbo, un puesto por delante de la mejor española, Carolina Robles.
Atípica San Silvestre sin salir de Vallecas
Ni la pandemia ha podido con la San Silvestre vallecana: la modalidad internacional, no la carrera popular, que ha recorrido hoy las avenidas colindantes a la Ciudad Deportiva del Rayo pocas horas antes de que suenen las doce campanadas y después de conseguirse, a golpe de negociación, que la prueba no salga de Vallecas.
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha sido la encarga da dar el pistolezado de salida a la prueba en un año "muy distinto a todos", como lo demuestra la imagen esta prueba, "sin el sabor" su ya tradicional recorrido desde el Paseo de la Castellana y hasta Vallecas, pero que demuestra "lo cerca que está Madrid, cuántos corredores y el ambiente festivo que despierta" esta mítica carrera después de tanto años.
"Esto es otra cosa, pero a pesar de todo Madrid quiere seguir teniendo su San Silvestre", ha afirmado Villacís, quien ha apuntado que la carrera de 10 km madrileña es "por ahora la que mayor participación ha tenido en todo el mundo". "Estamos muy orgullosos, esto demuestra también lo que es la solidaridad madrileña, las ganas de participación y de salir de esta", ha concluido.