Se reanuda el PSG-Estambul con nuevos árbitros tras llamar "negro" a un asistente del equipo turco


Sebastian Coltescu, cuarto árbitro del PSG-Estambul, llamó "negro" a Pierre Webó
Se reanuda con otro equipo de árbitros, con el neerlandés Danni Makkelie al frente
El Gobierno francés, el presidente de Turquía y el ministro de Deportes rumano han mostrado su rechazo al incidente
Minuto 14 de la última jornada de la Champions League entre el PSG y el Estambul Basaksehir. El cuarto árbitro árbitro rumano, Sebastian Coltescu, se dirige a Pierre Webó, exdelantero del Osasuna y en la actualidad asistente del equipo turco, expulsándolo con roja directa llamándole "negro". Minuto 15: se monta el lío y jugadores del PSG como Neymar y Mbappé se solidarizan con el rival. Se acaba suspendiendo el partido.
Ha habido jugadores que han amenazado con marcharse del encuentro al recibir insultos racistas por parte de la afición, también casos de futbolistas que han recibido sanciones por menospreciar a sus rivales por el color de piel. La última polémica la protagonizó el delantero uruguayo del Manchester United, Edison Cavani, que abrió un debate al responder a un seguidor con un "Gracias negrito". Pero que el protagonista sea un árbitro dirigiéndose a un miembro de otro equipo insultándole por su color de piel no tiene precedentes.
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Reanudación con nueva designación arbitral
El encuentro se reanudará este miércoles por la tarde en el Parque de los Príncipes de París pero con un nuevo equipo de árbitros: el neerlandés Danny Makkelie, acompañado por su compatriota Mario Diks y por el polaco Macrin Boniek, mientras que el también polaco Bartosz Frankowski ejercerá de cuarto colegiado.
No hay nada que más una entre jugadores que el rechazo al racismo
Aunque la herida está abierta, no hay nada que más una que el rechazo de clubes y jugadores cuando suceden episodios racistas dentro de un terreno de juego. Empezando por el propio equipo afectado, el Estambul Basksehir, con un mensaje en sus redes sociales, "No to racism"; siguiendo el apoyo incondicional del Gobierno francés, que aplaudió la reacción de todos los jugadores; hasta el propio presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que denunció el racismo en redes sociales y apoyó al equipo de su país en su respuesta a lo ocurrido en el Parque de los Príncipes o el ministro de Deportes rumano, Ionut Stoe, que lamentó la actitud de su compatriota.
La UEFA reaccionó más tarde, cerca de las 12 de la noche, para confirmar la suspensión definitiva del encuentro fijando su reanudación un día después, a partir del minuto 13, el minuto de la vergüenza.