Saúl Craviotto: piragüista, cocinero, policía, padre... y abanderado olímpico

Antes de dedicarse al piragüismo, deporte que tantas alegrías le ha dado, Saúl Craviotto (Lleida, 1984), como todos los niños, quería ser futbolista. Sin embargo su padre lo convenció a cambiar de disciplina y cambió las botas de tacos por el remo. La humildad y el esfuerzo constante lo han llevado a lo más alto del podio en numerosas ocasiones a nivel nacional e internacional.

Ahora, con 36 años y una carrera deportiva impresionante, Craviotto suma otro logro a su abultado palmarés: será abanderado de España en los Juegos Olímpico de Tokio junto a la nadadora Mireia Belmonte. Hasta ahora, una sola persona ejercía como abanderado de cada país durante la ceremonia de inauguración olímpica -el último representante de nuestro país fue el tenista Rafa Nadal en Río de Janeiro-.

Aunque el piragüismo es un deporte minoritario en España, es una disciplina que ha dado muchas alegrías al deporte patrio, siendo Craviotto uno de los principales contribuyentes. Participa en varias de las disciplinas de kayak, tanto individuales como en grupo: K1 200 m, K1 500 m, K2 500 m y K2 200 m. De hecho, ha sido junto a sus compañeros Carlos Pérez y Cristian Toro, cuando ha logrado sus primeros puestos en los JJ. OO.

Acumula nada menos que cuatro medallas olímpicas (dos oros, una plata y un bronce) de los últimos tres Juegos Olímpicos (Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016). También tiene siete condecoraciones en Campeonatos del Mundo, incluidos tres primeros puestos en 2009, 2010 y 2011. A esto hay que sumar otras siete medallas en Campeonatos de Europa (entre ellas, un oro en 2008 y dos en 2018).

En 2016, en el encuentro olímpico en Río, en la categoría K2 de 200 metros junto a Toro, también batió el récord de tiempo, con una marca de 31,161 segundos.

Pero es que Craviotto no solo ha triunfado en el deporte. En 2017, participó en el concurso de cocina 'MasterChef Celebrity', junto a otros famosos como Carlos Baute, Pepón Nieto o Anabel Alonso. Un certamen en el que sorprendió con sus capacidades culinarias y del que salió ganador. De hecho, todavía comparte recetas a través de sus redes sociales.

Cuando no está entrenando sobre el agua o detrás de los fogones, Craviotto cumple con su trabajo como policía nacional en Gijón, Asturias. Ante la inminencia de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el leridano había aparcado esta faceta suya. Sin embargo, con la llegada de la pandemia y el aplazamiento del encuentro deportivo, Craviotto se reintegró a las filas de agentes para ayudar en la lucha contra el coronavirus.

A pesar de una vida tan ajetreada, el piragüista también saca tiempo para dedicarle a sus seres queridos. Craviotto no es tímido y comparte a menudo su día a día con su mujer, Celia -con la que contrajo matrimonio en 2013-, y sus dos hijas con sus seguidores de Instagram.