El Sevilla derrota al Betis en un Sánchez Pizjuán sin público y con homenajes por megafonía

Después de tres meses de parón, La Liga volvió con un triunfo 2-0 del cuadro de Julen Lopetegui en un Sánchez Pizjuán atípico, sin público y en silencio
Además del minuto de silencio antes de comenzar el partido, la megafonía emitió un aplauso al minuto 20 en homenaje a los profesionales sanitarios
Los aficionados esperaron a los equipos a la llegada del estadio, sobre todo los del Sevilla, aunque casi siempre con mascarillas
La Liga volvió este jueves después de casi tres meses de confinamiento con el derbi sevillano, el choque entre el Sevilla y el Betis en un Sánchez Pizjuán a puerta cerrada, un marco atípico para el partido que hace vibrar a la capital andaluza.
Fue el primer encuentro de la máxima categoría del fútbol español desde el 10 de marzo, lo que convierte a la Liga en en el segundo gran campeonato europeo en volver a la acción, después del regreso de la Bundesliga a mediados de mayo.
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Y si el Rayo Vallecano y el Albacete solo disputaron un tiempo, Sevilla y Betis jugaron 90 minutos con mucho silencio, apenas entre los gritos de los jugadores o los técnicos, en un partido entretenido que afirma al cuadro de Julen Lopetegui en la tercera posición de la tabla.
El Sevilla, muy superior, mandó su primer aviso con una pelota del argentino Lucas Ocampos al larguero, a lo que siguió un cabezazo de De Jong rozando el palo. Ya en el segundo tiempo, el propio Ocampos abrió el marcador con la primera imagen de una celebración, en un estadio que algunas televisiones mostraron con público virtual. Unos minutos después, Fernando Reges sentenció el marcador a favor del equipo de Lopetegui.
Antes de comenzar, los jugadores hicieron un minuto de silencio por las más de 27.000 víctimas que la enfermedad ha dejado en España. Ya al minuto 20, la megafonía hizo sonar aplausos como homenaje a los profesionales sanitarios, lo que ocurrirá en todos los campos.
Algunas aglomeraciones alrededor del Sánchez Pizjuán
La normalidad, o su apariencia, fue la tónica dominante en los alrededores del Sánchez Pizjuán, que contó con un amplio dispositivo policial. Y si bien no hubo grandes aglomeraciones a la llegada de las expediciones del Sevilla y del Betis, decenas de aficionados se dieron cita en la avenida de Eduardo Dato para esperar a los equipos.
Pero también hubo imágenes de aficionados que esperaban a los equipos sin respetar la distancia de seguridad, aunque casi siempre con mascarillas.

Estos seguidores, que además de las mascarillas tenían camisetas o bufandas mayoritariamente del Sevilla, se situaron en esas zonas próximas al estadio. Eso sí, cumplieron con las indicaciones de la Policía, con agentes y también unidades de Caballería, para que circularan y no se quedaran apostados en el acerado.
Llegada de los equipos con medidas de seguridad
El Betis, que llegó en dos autobuses al haberse reducido su capacidad a 25 ocupantes como máximo, fue recibido con abucheos por un número reducido de estos aficionados, desperdigados en pequeños grupos y en este caso guardando la distancia de seguridad.
Estos silbidos habituales en los partidos de máxima rivalidad sevillana en el Sánchez Pizjuán, aunque en esta ocasión sin las miles de personas que se concentran junto a él en los momentos previos a un derbi, se convirtieron en aplausos y gritos de ánimo al llegar, seis minutos después, los dos autobuses con el equipo del Sevilla.
La mayoría de los seguidores de los eternos rivales sevillanos siguieron el partido por televisión en sus casas o en establecimientos de otras zonas de la ciudad, siempre con cita previa ante la alta demanda y las restricciones de ocupación aún en vigor. Pudieron gritar los goles de Ocampos y Reges en este fútbol extraño, que intenta volver tras la pandemia.