Las similitudes del caso Tonya Harding con el ataque a la jugadora del PSG Kheira Hamraoui


El exmarido de Harding, Gillooly, contrató a un sicario para que rompiera la pierna a Nancy Kerrigan
El ataque a Kerrigan fue catalogado como uno de los mayores escándalos en la historia deportiva de Estados Unidos
Harding se declaró culpable de conspirar para obstaculizar el enjuiciamiento de los autores de la agresión
En enero de 1994, la patinadora Nancy Kerrigan fue atacada después de un entrenamiento en el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos en Detroit. Era rival de Tonya Harding. Este caso guarda muchas similitudes a la agresión que ha sufrido este miércoles la jugadora del PSG Kheira Hamraoui, que compite un puesto con su compañera de equipo Aminata Diallo, presunta coautora intelectual del ataque y que está siendo interrogada por la policía francesa.
Jeff Gillooly, exmarido de Tonya Harding, y su guardaespaldas, Shawn Eckhardt, planificaron el ataque contra Nancy Kerrigan. Contrataron a un sicario llamado Stant para romper la pierna a Kerrigan y evitar que compitiera en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994. Pero no fue así. No le rompieron el hueso pero sufrió varias magulladuras.
MÁS
Uno de los mayores escándalos de la historia deportiva en Estados Unidos
Kerrigan finalmente pudo participar en la cita olímpica logrando la plata y Harding acabó en el octavo puesto. Pero el ataque a Kerrigan fue catalogado como uno de los mayores escándalos en la historia deportiva de Estados Unidos.
En febrero de 1994, Gillooly se declaró culpable a cambio de testificar contra Harding. Tanto él como el guardaespaldas y el sicario Stant estuvieron en prisión tras el ataque.
Harding se libró de una sentencia de cárcel al declararse también culpable de conspirar para obstaculizar el enjuiciamiento de los autores de la agresión. Recibió una multa de 100.000 dólares, tuvo que realizar 500 horas de servicio comunitario y se vio obligada a renunciar al patinaje artístico de por vida.
La Asociación de Patinaje Artístico estadounidense despojó a Harding del título del campeonato de Estados Unidos de 1994 y prohibió su participación tanto como patinadora como entrenadora en las siguientes competiciones. Años después, Tonya Harding publicó en su autobiografía que siempre quiso colaborar con el FBI, pero decidió no hacerlo por recibir supuestas amenazas de muerte de su exmarido Gillooly.