Una noche en La Scala

¿Los que cuestionan a Messi por su primer The Best son los que aplaudieron en 2013 a Cristiano por arrancar un Balón de Oro sin ganar un título?
Me dormí tarde en Milán, pegándole un ojo a las redes. Un sinfín de gente discutiendo... ¡A Leo Messi! por su primer The Best. No es por molestar, pero se me ocurren cosas: ¿Los que cuestionan a Messi son los que aplaudieron en 2013 a Cristiano por arrancar un Balón de Oro sin ganar un título, aplazando votos y por un hat-trick en una repesca?
Por cierto, no vino el portugués. Lesionado. Convencido estoy de que, de haberse llevado el premio, también se hubiera quedado en casa leyendo un libro. Vimos a Mou. Se rió, firmó... pero no habló. ¿Sin el 0-1 de Zizou en Sevilla, también hubiera andado mudo? Quedará esa duda.
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Asistí a lo más tierno de la noche: el abrazo de Ramos a Messi. Fue sincero. Lástima que luego mató el hechizo... "Si quisiera premios individuales me dedicaría al tenis", deslizó el camero. Se cruzó con Mbapé, el más cachondo. "Kilian, el Madrid sigue esperándote, eh", le espetó un colega. Mbapé: "Buenas noches".
Tan apoteósico como ver a Marcelo en el 11 ideal, en una lección de destreza para las nuevas generaciones. Su año en el Madrid bien podría haber valido una rajada como aquella de Samuel Eto’o en Vilafranca. ¿Se acuerdan? Contra Rijkaard y su amigo Ronie. Ayer lució un kimono que espantaba a las avispas y dejó la frase: "Messi es Dios. Cuando él vuelva, el Barça se arreglará". Bartomeu, con gripe, respiró en Barcelona. Se ahorró el circo. Él lo tiene en casa.