De Vilas-Boas a la ‘rajada’ de Toshack: las 'espantadas' de técnicos que forzaron sus despidos

Vilas-Boas ha sido el último de una larga lista de técnicos que forzaron su salida del banquillo de sus equipos con sus declaraciones. Su “No quiero dinero, sólo quiero irme” y su discrepancia con el director deportivo por el fichaje de un jugador que no quería, han sido los detonantes para acabar la paciencia de los directivos del Olympique de Marsella. El entrenador portugués se despachó a gusto, como lo hicieron otros compañeros en anteriores etapas. John Toshack y su célebre frase “cuando los cerdos vuelen por el Bernabéu”, la derrota anticipada de Bernd Schuster cuando entrenaba al Real Madrid los días previos al Clásico ante el Barça, el monumental cabreo de Marcelino García Toral contra el presidente del Valencia… Recordamos algunos de ellos:

John Toshack forzó su salida del Real Madrid en 1999, tan sólo un día después de que Lorenzo Sanz le exigiera silencio. Pero el técnico galés no hizo caso y se salió por la tangente con otra crítica pública a los jugadores, empleados y directivos del club. “Es más fácil ver un cerdo volando sobre el Bernabéu (….) No voy a soportar que me quiten la autoridad, porque después de eso no hay nada que hacer (…)”. El entonces presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, lo fulminó inmediatamente.

Parecía que la llegada de Marcelino García Toral iba a ser un nuevo impulso para el Valencia. El conjunto ché volvía a recuperar su estatus en la Liga y en Europa, con un estilo de juego que enamoró a la afición valencianista.

Pero sus discrepancias insalvables con su presidente, Peter Lim, provocaron un maremoto en el Valencia. Las ruedas de prensa del técnico asturiano cada vez iban subiendo de tono y Lim dio un volantazo definitivo. Albert Celades lo sustituyó pero sin suerte. Una muestra más de la capacidad de autodestrucción del Valencia, que había recuperado el terreno perdido y de la noche al día acabó con todo.

En diciembre de 2008, a las puertas del Clásico ante el FC Barcelona, el entrenador alemán del Real Madrid manifestó que era “imposible ganar en el Camp Nou”. La directiva ya le tenía ganas, pero con esta frase cavó su tumba.

El entonces director deportivo del conjunto blanco, Pedja Mijatovic, pidió la cabeza a Ramón Calderón y éste accedió. Le sustituyó Juande Ramos.

Luis Aragonés llegaba para sustituir en 1987 a Terry Venables como entrenador del FC Barcelona. Tenía fama de jugar al contraataque, pero a la afición culé no le gustaban sus métodos. Tras una etapa de altibajos alternando victorias y derrotas y en plena crisis institucional del Barça, ocurrió lo inimaginable. Los jugadores del conjunto azulgrana se amotinaron en un hotel y que a la postre se llamó el ‘Motín de Hesperia’. Luis Aragonés apoyó las demandas de los jugadores: querían a Núñez fuera por incumplir promesas con sus fichas. Acabaron ganando la Copa del Rey, pero Aragonés ya sabía que su etapa se había acabado.

Marcos Fernández, vicepresidente del Real Madrid, destituyó en directo al entrenador chileno Vicente Cantatore. Ocurrió en el programa de José María García de la COPE. El directivo acusó al técnico de haber querido renegociar varias veces el contrato, algo que Cantatore negó rotundamente.

Fernández, tras una airada bronca, le espetó: “Te voy a dar el gustazo de decirte ahora mismo que estás absolutamente despedido”.

El técnico vasco acabó una nueva etapa al frente del Athletic de Bilbao por malos resultados, pero probablemente también por sus últimas declaraciones. Sólo pidió la llegada de Igor Gabilondo de la Real Sociedad y aseguró que no conocía a Javier Martínez, jugador en edad juvenil por el que el club rojiblanco había pagado al Osasuna seis millones de euros. Javier Martínez acabaría siendo un referente en la zaga vasca y ahora cumple contrato con el Bayern de Munich.

Tras la destitución, Clemente aseguró que no entendió por qué le habían echado y demandó los motivos de su cese.

El origen de la situación de Gustavo Poyet, mítico exjugador del Zaragoza, con el Girondins de Burdeos se debió a sus declaraciones públicas del triunfo de su equipo ante Mariupol.

Poyet se quejó del traspaso de su jugador, Laborde, al Montpellier en estos términos: “Lo que ha hecho el club con Laborde es una vergüenza. Lo han hecho contra mí, contra los jugadores y contra los aficionados. No puedo aceptarlo. Necesito una explicación pública para entenderlo”, añadió el uruguayo. Fue fulminado de su cargo sin contemplaciones.