Boeing llena su parking de empleados con los 737 Max que no pueden volar

La imagen ilustra cómo la tarea de revisar los aviones para que puedan volver a volar ha desbordado a la compañía
La zona de estacionamiento de aviones en la fábrica de Seattle está tan desbordada que ahora se recurre a las plazas para coches
Este modelo perdió los permisos para volar después de varios accidentes causados por un fallo en sus sensores
A los empleados de la fábrica de Boeing en Renton, en el estado de Washington, les cuesta encontrar sitio para aparcar estos días. Sus plazas están ocupadas por los aviones que revisan y fabrican. Es tal el fiasco del modelo 737 Max que ya no tienen dónde meter los aparatos y están arrumbándolos donde pueden.
Este avión perdió los permisos para volar después de los dos accidentes sufridos octubre y marzo en los que murieron 346 personas. La causa principal de las dos tragedias fue un fallo en los sensores del aparato y ahora la compañía tiene que revisar y actualizar uno a uno los aviones para ponerlos de nuevo en el aire. Ese trabajo está siendo una ruina económica y logística.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de DPermadi77 (@dpermadi77) el 21 Jun, 2019 a las 9:04 PDT
Los trabajos requieren tanto tiempo que los aviones se van acumulando. Tienen que revisar unos 500, cien de ellos en la planta de Brenton, donde se van sumando los 50 que fabrican al mes y que no pueden entregar a sus clientes. La compañía emplea un eufemismo para describir el desastre: "Esto es parte de nuestro plan de gestión de inventario".
Este plan le cuesta a Boeing unos 2.000 dólares al mes por cada avión, según Bloomberg. El fiasco del 737 Max le ha causado unas pérdidas de 1.000 millones de dólares en un sólo trimestre. Y se calcula que podrían alcalzar los 12.000 millones si la situación no se arregla antes de septiembre. Mientras la compañía sigue fabricando aviones para almacenarlos.