Las economistas tienen un 7% menos de probabilidad de que sus investigaciones sean seleccionadas

Una investigación del Banco de España constata estas diferencias entre hombres y mujeres en el campo económico
La economía ya tiene su segunda mujer premio Nobel, la joven francesa Esther Duflo, pero las mujeres en esta disciplina tienen todavía mucho por solucionar. Si eres economista (mujer, esto hay que aclararlo) y quieres que una investigación tuya sea seleccionada para la próxima conferencia anual del gremio apunta: tienes un 7% menos de probabilidades de que sea aceptada que la de un colega (hombre, por si no quedaba claro).
Una investigación sobre la brecha de género en la economía de Laura Hospido y Carlos Sanz (Banco de España), ha constatado esta realidad con datos de Estados Unidos, Europa y España. ¿Cuál es el motivo? Las conexiones, según el estudio.
“Los seleccionadores son más proclives a elegir investigaciones de personas con las que tienen un vínculo personal y los economistas están mejor conectados que las economistas.”
Y es un círculo que se retroalimenta. “Las conferencias juegan un papel muy relevante en la trayectoria académica – aumentan la visibilidad de tu nuevo trabajo, te permiten recibir comentarios muy útiles y facilitan la creación de redes de contactos”.
Ese es el factor que parece explicar mejor esa menor probabilidad que tienen las mujeres en este contexto. Los investigadores españoles llegan a esta conclusión después descartar otras posibilidades: que los evaluadores tengan sesgos contra las mujeres, que solo elijan estudios escritos por economistas prominentes… Lo que está claro es que el origen de las diferencias surge ahí: “la brecha se explica totalmente por las decisiones que toman los hombres”.
"Lo que hacemos en el estudio es comparar investigaciones evaluadas por la misma persona. Eso es lo relevante. Y lo que vemos es que las evaluadoras no establecen diferencias a la hora de puntuar estudios escritos por hombres o por mujeres."
En la Asociación Española de Economía ya se han tomado decisiones: habrá mayor equilibrio de género en los comités seleccionadores de investigaciones para evitar este efecto.
¿Qué se sabe de la discriminación en la economía?
Los resultados hasta la fecha eran contradictorios: una investigación de 1991 concluyó que no había diferencias en la aceptación de investigaciones firmadas por mujeres y por hombres en este campo. Pero dos años más tarde otro estudio concluyó todo lo contrario. Y así hemos llegado hasta 2019, sin tenerlo del todo muy claro.
El tema de la discriminación de las mujeres en el campo de la economía no es nuevo, pero ha ganado visibilidad por varios motivos:
- Una joven economista documentó el año pasado cómo se valoraba a las mujeres en los foros de discusión online sobre economía. De ellos se destacaba su contribución académica. En el caso de ellas se mencionaba también su aspecto físico o información más personal. Fue todo un escándalo.
- Estancamiento. "Ha ganado visibilidad porque el número de profesoras, doctoras y catedráticas en economía se ha estancado en los últimos quince años. Y si esto ocurre en la academia, se traslada también a las instituciones que se nutren de economistas", explica Hospido.
Mujer economista, mujer rara
“La economía tiene un problema. No hay casi mujeres economistas”, vino a decir el que fuera presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, hace unos meses durante el encuentro anual de la American Economic Association (AEA). El porcentaje de universitarias que opta por esta carrera está estancado desde hace años y se sitúa a niveles de carreras como matemáticas, física o ingeniería (donde sí se registra una evolución ascendente).
"En España, como en otros países europeos, el porcentaje de mujeres que estudia Economía no supera el 40% y la tendencia es decreciente en los últimos quince años", apunta Coral Del Río Otero, de la Universidad de Vigo. El problema no se limita a esta evolución negativa: la presencia de ellas es todavía menor en las siguientes etapas profesionales. "Se produce un fenómeno denominado leaky pipeline (tubería con fugas), de manera que a medida que ascendemos en la carrera profesional, cada vez hay una menor proporción de mujeres", explica Del Río. En Estados Unidos un 30% de los doctores en economía son mujeres. Pero luego, solo un 15% llegan a ser profesoras. En Europa este último porcentaje ronda el 23%.
La presencia femenina es casi testimonial en las principales instituciones económicas y universitarias, además de menguante conforme aumenta el nivel de prestigio. Claudia Goldin, recientemente galardonada con el premio Fronteras del Conocimiento del BBVA, consiguió ser la primera mujer profesora titular de economía en Harvard. ¿Cuándo consiguió este hito? No hace tanto: en 1990.
En España la Universidad de Vigo y la del País Vasco lideran la clasificación de mujeres en sus facultades de economía. Rozan el 50%. En la Universidad de Cambridge son el 21% y en la London School of Economics, el 24%. "Hay problemas de conciliación, sesgos, estereotipos y ausencia de mujeres economistas en los textos de referencia", opina Del Río. "También hay algo de infravaloración dentro de la propia academia de determinados campos de estudio como la Economía Feminista".
Las investigaciones se centran en varias cuestiones: analizar si existe o no discriminación en el mundo económico una vez las mujeres han completado los mismos pasos que los hombres y entender por qué esta carrera parece tan poco atractiva para ellas.
A la Nobel de Economía de este año le preguntaron precisamente por esta última cuestión: "Es un ambiente bastante agresivo y, aunque a mí eso no me ha importado, a algunas les puede condicionar. Mi opinión es que las mujeres no se interesan por la economía porque creen que son finanzas, macroeconomía... Pero también hay campos como el mío, de ayuda al desarrollo, que sí interesan mucho a las mujeres", explicó Duflo. Es cuestión de que se sepa que la economía, quizá, no es como te imaginas.