Qué países tendrán que ahorrar más gas si Putin cierra totalmente el grifo


La Unión Europea tendría que reducir un 15% su demanda de gas ante un corte total del suministro de Rusia, según Bruegel
España, por su escasa dependencia del gas ruso, no tendría que afrontar recortes en el consumo el próximo invierno
Algunos países como Finlandia tendrían que rebajar su necesidad de gas un 54%, en el caso de Alemania, un 29%
El miedo a que Rusia corte definitivamente las exportaciones de gas a Europa es cada vez más elevado. Desde este lunes, el flujo por el gaseoducto Nord Stream 1, el único que permanece operativo, se ha interrumpido por trabajos de mantenimiento que deberían durar diez días, pero muchos temen que Moscú aproveche esta circunstancia para acometer un corte total del suministro. La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Layen, ya advertía la pasada semana que habría que estar “preparados para lo peor”.
Los efectos de ese eventual bloqueo de la llegada de gas ruso obligaría a la Unión Europea a reducir un 15% sus necesidades de esta materia prima durante los próximos diez meses en comparación con la que se ha registrado de media en los últimos años.
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El cálculo, realizado por el centro de estudios económicos Bruegel, considera que a pesar de que la UE ya ha rebajado a la mitad su dependencia del gas procedente de Rusia (del 40% al 20% el pasado mes de junio), sustituyéndolo fundamentalmente por compras de gas natural licuado a otros proveedores, esta no ha sido suficiente y no hay mucho más margen para garantizar los niveles de suministro de cara al próximo invierno.
De recortar a la mitad las necesidades de gas, a no hacerlo nada
Ese ajuste de la demanda en una Europa sin gas ruso no será generalizado. Hay enormes diferencias entre unos países europeos y otros, y España será uno de los menos perjudicados por un posible corte.
Calculando la dependencia de cada país, sus consumos medios y los diferentes niveles de las reservas (que los Estados miembros se han comprometido a tener al 80% a principios de noviembre), Bruegel estima que el recorte en la demanda de gas superará el 50%, en los casos más complicados, que corresponden a Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia.
En el otro extremo estaría España, que no tendría que abordar recorte alguno por su escasa dependencia del gas ruso y su reducidísima conexión energética con el resto de la UE. No obstante, la Comisión adelantó esta primavera la necesidad de realizar reducciones coordinadas de la demanda por una cuestión de solidaridad. "Es una oportunidad de demostrar que somos europeos. No por el interés sino por convicción. Somos europeos a las duras y a las maduras", señalaba el presidente Pedro Sánchez este martes en su discurso en el debate sobre el estado de la nación.
En el mismo caso se encontrarían Portugal y Francia, aunque la difícil situación de las plantas nucleares en aquel país podría provocar un incremento de las necesidades de gas en los próximos meses.
La reducción de la demanda de gas si se bloquearan totalmente las llegadas de Rusia ascendería al 49% en el caso de países como Bulgaria, Grecia o Hungría, y supondría hasta un 29% en caso de Alemania. El motor económico de la Unión Europea mantiene activado desde hace semanas el segundo nivel de emergencia (de los tres existentes) y ha advertido de la necesidad de reducir desde ya el consumo de esta materia prima.
Otro grupo de seis países, entre los que se encuentran Polonia o Austria, se verían obligados a recortar su demanda un 28%.
Dinamarca, Suecia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos tendrían que gastar entre un 21% y un 16% menos, pero en los últimos meses ya han acometido esa reducción para no sufrir ante un corte total del suministro de Moscú. Por último, Italia, tendrá que moderar su demanda apenas un 9% ya que tiene, dicen los expertos, bastantes opciones de diversificar las llegadas.
Y todo esto, contando con un consumo medio que permita mantener las reservas por encima del 20% hasta el próximo mes de mayo y que las temperaturas del invierno estén en los promedios habituales, porque más frío obligaría a gastar más gas.
Planes coordinados en la UE
Para hacer frente a un posible corte del suministro ruso los países de la UE acordaron incrementar el almacenamiento de gas hasta el 80% al inicio del mes de noviembre, un nivel que tendrá que aumentarse hasta el 90% en los años posteriores.
En el conjunto de la Unión Europea, las reservas se encuentran actualmente en el 62% del total, según los datos del Gas Infraestructure Europe, aunque un posible bloqueo total del Nord Stream 1 dificultaría mucho continuar con el aumento de cara al invierno. Pero, aun consiguiendo llegar a completar totalmente la capacidad de almacenamiento, solo se lograría cubrir una cuarta parte del consumo total de todos los socios.
En España, las reservas de gas en almacenes subterráneos están en el 73,2%, por delante del 71% marcado para agosto, mientras que los tanques de gas natural licuado (GNL) de las plantas del país están ya en el 84%, su nivel más alto en los últimos cinco veranos, según ha explicado este martes el consejero delegado de Enagás. Arturo Gonzalo Aizpiri ha asegurado que España (cuya capacidad de almacenamiento subterránea es bastante reducida, en comparación con países con Alemania o Francia) está cumpliendo "de un modo muy rápido y efectivo" el calendario de llenado de almacenamientos de gas.
Países como Portugal o Polonia cuentan con sus reservas ya completas, mientras que Bulgaria, Rumanía o Hungría están entre los más rezagados y están por debajo de 50%.
Además de impulsar el aumento de las reservas, los planes de la UE para responder a un corte total del suministro ruso pasan también por diversificar las fuentes de energía, principalmente con renovables, y fomentar el ahorro energético.