El ahorro energético en Europa, 'a medio gas': qué se está haciendo realmente y cómo se reciben las medidas


Francia ha presentado un plan de sobriedad que la oposición considera que se queda corto mientras califica las medidas de "simbólicas"
A pesar de haber sido uno de los mayores defensores del ahorro de consumo energético, Berlín todavía no ha presentado oficialmente un gran plan para ahorrar energía
El Gobierno italiano, que tampoco ha presentado todavía su plan de ahorro, asegura que no presentaría medidas "draconianas"
Fuera las corbatas y las chaquetas, apagón de los escaparates durante la noche y hasta duchas más cortas y frías de lo normal. Ante las perspectivas de un invierno sin suministro de gas ruso, los líderes europeos impulsan planes de ahorro energético que exigen un esfuerzo de la ciudadanía.
No todos los países son igual de vulnerables ante la falta de suministro ruso. Alemania, Italia o Francia se encuentran, por ejemplo, en una posición más débil que países como Suecia o Finlandia. Los países que han diversificado sus fuentes de energía y dependen menos del gas tendrán menos problemas para sortear la presión impuesta por Moscú.
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Es, por lo tanto, lógico que los países que más dependen de Rusia sean los que impulsan planes de ahorro más agresivos. La ONG 'Coalición por el Ahorro Energético' asegura que todas estas medidas anunciadas por los gobiernos europeos serán eficientes, pero reclama menos medidas cortoplacistas en invita a sus líderes a apostar por reformas más profundas que ayuden a ahorrar energía a largo plazo.
Estas son algunas de las medidas anunciadas por distintos países europeos para reducir el consumo de energía y cómo han sido recibidas por la oposición recopiladas por Politico.
Francia
El Gobierno de Emmanuel Macron anunció un 'plan de sobriedad' a mediados de julio. La mayoría de las medidas que implementará ese plan están todavía en fase de borrador y no se presentarán definitivamente hasta finales de septiembre. La ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, ha adelantado que su Gobierno pretende prohibir a las tiendas que mantengan sus puertas abiertas mientras usan el aire acondicionado o la calefacción. Otra de las medidas adelantadas es la prohibición de anuncios iluminados y los escaparates en todas las ciudades entre la 1:00 y las 6:00 horas. Esta última medida ya se aplica en ciudades de menos de 800.000 habitantes, aunque los críticos aseguran que no se está ejecutando
El plan del Elíseo pretende recortar el consumo energético del país en un 10 % para 2024. Francia obtiene alrededor de un quinto de su suministro de gas de Moscú.
La izquierda de Francia Insumisa ha recibido el plan con duras críticas. Aseguran que se queda corto, que da "pequeños pasos" en lugar de impulsar una "transformación profunda" de los hábitos de consumo. Los socialistas y la extrema derecha, en una línea muy parecida, han criticado las medidas por "simbólicas" y han invitado a Macron ha comenzar por él mismo y "apagar las luces del Elíseo".
Alemania
A pesar de haber sido uno de los mayores defensores del ahorro de consumo energético, Berlín todavía no ha presentado un gran plan para ahorrar energía. A finales de julio se impulsaron una serie de recomendaciones. Algunas de estas recomendaciones acabarán convirtiéndose en ley. Los edificios públicos y de oficinas dejarán de acondicionar la temperatura en salas donde la gente no pasa mucho tiempo con regularidad, como grandes vestíbulos y pasillos. El Gobierno también recomienda a las grandes industrias que acometan planes de ahorro energético amortizables en los próximos dos años. Para colaborar con el ahorro de energía en las viviendas, Berlín también ha acabado con la norma que obligaba a los inquilinos a mantener una temperatura mínima en los pisos.
Ante la ausencia de la obligatoriedad de estas medidas, varias ciudades y estados alemanes han adoptado sus propias medias, como reducir el alumbrado urbano o límites al termostato en edificios públicos. Berlín ha anunciado, por ejemplo, que apagará los cañones de luz que alumbran 200 monumentos y edificios históricos. Bavaria, por su parte, ha presentado su propio plan de ahorro energético en edificios públicos. Múnich ha ido un paso más allá y desde el 1 de agosto mantiene sus saunas cerradas y ha cortado el agua caliente en edificios públicos. En Hannover se acabaron también las duchas y los baños de agua caliente en gimnasios o piscinas públicas.
Alemania es especialmente vulnerable ante el corte de suministro de gas ruso, que supone un tercio del abastecimiento de gas total.
Tras el anuncio del plan de ahorro español, las ONG alemanas instaron a Berlín a presentar un plan de medidas similares. El vicecanciller Robert Habeck reconicía el pasado mes de junio que es más que posible que dicho plan sea necesario si el nivel de reservas de gas es demasiado bajo. Sin embargo, no todos están de acuerdo con Habeck. La ministra de Infraestructuras, Klara Geywitz, se ha manifestado en contra de la "congelación por ley".
Italia
Hasta el momento, Italia tampoco ha presentado ningún plan. A pesar de ser uno de los países de la Unión Europea que más depende del gas ruso - Italia importó de Rusia el 40 % del gas que consumió el pasado año -, el ministro de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, aseguraba la semana pasada que su Gobierno no presentaría medidas "draconianas" para reducir la demanda energética. Sin embargo, en julio Roma aseguraba que estaba preparando un plan de emergencia para reducir el consumo de energía que podía incluir límites al termostato idénticos a los de España, entre 19 ºC y 27 ºC en invierno y verano respectivamente, la reducción del alumbrado urbano y adelantar la hora de cierre de comercios, de acuerdo con los primeros borradores filtrados a la prensa local.
Italia se ha fijado como objetivo reducir un 7 % su consumo de gas antes del próximo mes de marzo, en gran parte impulsando la producción de las centrales de carbón. Cingonali defiende que reduciendo la calefacción de los edificios en un grado podría ahorrar hasta dos millones de metros cúbicos de gas al año. El ministro italiano también insiste en que Italia "estará bien" hasta febrero incluso si Rusia corta el suministro completamente gracias a varios acuerdos que Italia ha sido capaz de alcanzar con terceros países en los últimos meses.
No todo el mundo en Italia se muestra igual de optimista que Cingolani. La Agencia Nacional para Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible presentó un informe al Gobierno en julio que reclama mayor intervención para reducir la demanda. En todo caso, será un problema del Gobierno que surja de las elecciones en septiembre.
Polonia
Varsovia tampoco ha presentado un plan nacional para ahorrar energía. Con el suministro de gas ruso reducido a cero, ahora mismo el debate el Polonia se centra en la amenaza cada vez más real de escasez de suministro de carbón, lo que podría provocar que muchos hogares no puedan combatir el frío invierno polaco. El primer ministro Mateusz Morawiecki hizo un llamamiento en julio, pidiendo a los polacos que aíslen sus hogares antes de la llegada del frío. Durante ese mismo discurso, Morawiecki anunció que el Gobierno destinaría "miles de millones adicionales" al programa de aire limpio que subvencionará las reformas para mejorar el aislamiento de las residencias privadas y la compra de sistemas de calefacción menos contaminantes. Subvenciones para la mejora de la eficiencia energética muy similar a los planes presentados en Bélgica y Grecia.
Rusia suministraba el 40 % del gas que consumía Polonia antes de la invasión de Ucrania, aunque el gas sólo supone un 9 % de la energía que consumen los polacos. Una escasez de carbón supondría un problema mucho más grave para Polonia. Según los analistas, este invierno a Polonia le podría faltar entre una y dos millones de toneladas de carbón para satisfacer su demanda.
La oposición polaca se ha mofado del Gobierno por ofrecer consejos en lugar de soluciones y acusa a Varsovia de abandonar a los polacos a su suerte.
República Checa
El Gobierno checo tampoco ha presentado un plan de ahorro energético hasta el momento. El mes pasado, el ministro de Comercio checo hizo público un manual para el ahorro de energía, en el que se ofrecía asesoramiento gratuito para renovaciones que mejoren la eficiencia energética y consejos tan básicos como ponerle toldos o persianas a las ventanas o apagar las luces cuando no se estén utilizando. El Gobierno estaría preparando algunos cambios que incluirían reducir el periodo oficial de calefacción, que regula cuándo se debe tener encendida la calefacción en edificios públicos.
La República Checa depende casi totalmente del gas ruso. La mayoría está destinado a la industria del país, aunque una cuarta parte sigue siendo para la calefacción de los hogares. El consumo medio de gas de los checos está también un 20 % por encima de la media europea, por lo que la falta de suministro tendría también un mayor impacto. Praga ya ha adelantado que impulsará el consumo de carbón en caso de emergencia mientras pone su mirada en el suministro de gas natural que pueda llegar de Países Bajos.
Ante la falta de un plan específico, las críticas de la oposición no se han producido todavía. Eso sí, los expertos reclaman mayor acción del Gobierno, como campañas de concienciación para que los pequeños comercios reduzcan voluntariamente su consumo de energía y ofrecer subsidios a los hogares para reducir la demanda particular.
Grecia
El Gobierno de Kyriakos Mitsotakis ha anunciado un plan de ahorro energético. Entre las medidas propuestas, apagar un 10% del alumbrado público durante la madrugada. También contempla limitar el aire acondicionado a 27 ºC, como en España. Como en España, limita la temperatura mínima del aire acondicionado a 27 grados y pide apagar los ordenadores de las oficinas al acabar la jornada laboral.
España
España ha anunciado un plan más radical que otros países de la Unión Europea. El decreto impulsado por el Gobierno de Sánchez obliga a los negocios a mantener sus termostatos a 27 grados de mínima en verano y a 19 grados en invierno. Los negocios tendrán que instalar también puertas automáticas que eviten que estas queden abiertas mientras se utiliza el aire acondicionado o la calefacción. Los escaparates deberán permanecer apagados a partir de las 22:00. La ley española ya preveía medidas similares para edificios públicos y de momento las medidas no afectan a las residencias privadas.
España sólo recibe alrededor de un 10 % de su gas de Moscú. Aun así, España asegura que este cambio de hábitos pude reducir la demanda de gas y petróleo hasta un 5 % a corto plazo" y alcanzar el 7 % de reducción de consumo de gas antes del mes de marzo próximo.
La oposición ha mostrado su descontento con el paquete de medidas, asegurando que atentan contra la libertad individual de los ciudadanos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, asegura que las medidas no se implementarán en Madrid, alegando que la falta de iluminación generaría inseguridad y ahuyentaría el turismo y el consumo.