Dejar la luz encendida un momento o apagar y encender el interruptor: qué consume más


Con los precios de la electricidad al alza muchos consumidores intentan coger nuevos hábitos para ahorrar en la factura
En cuanto al apagar y encender la luz todo va a depender del tiempo y del tipo de bombilla
Cuatro métodos efectivos para ahorrar
Con la subida de los precios, tanto en la alimentación como en la electricidad o el gas, son muchos los que miran con lupa todos los gastos mensuales para intentar ahorrar.
Una situación que se complica en pleno invierno cuando se incrementa el uso de la electricidad, ya sea por la ausencia de luz debido al cambio horario, por el frío o incluso porque, en general, pasamos más tiempo en casa.
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No es de extrañar que, por ello, muchas familias intentan no solo apretarse el cinturón evitando compras innecesarias, sino que también comienzan a adoptar nuevos hábitos para intentar reducir el importe total de la factura de la luz. Nuevas costumbres como controlar la temperatura, evitar dejar los electrodomésticos en ‘stand by’ o colocar bombillas de bajo consumo, entre otras muchas.
Qué hacer con la luz: ¿la apago o no la apago?
Trucos para reducir el gasto energético que cada vez más personas están poniendo en práctica. Ahora bien, la gran duda es si apagar las luces para después, al poco tiempo, volverlas a encender sale más rentable que dejarlas encendidas durante ese periodo de tiempo.
En este caso, el ahorro energético va a depender del tiempo que se deje encendida la luz y sobre todo de la bombilla que se emplee. Respecto a esto último, la razón por la que se va a hacer una cosa u otra, va a variar en función de si este hecho supone un sobrecoste por el consumo de arranque o no.
Fluorescentes
Según un estudio técnico elaborado por CIEMAT y la Universidad Politécnica de Madrid, si se utilizan fluorescentes es mejor dejar la luz encendida si el tiempo de espera es corto.
En este caso, los expertos recomiendan no apagar la luz si se va a volver a apretar el interruptor a los pocos minutos, entre cinco y diez aproximadamente. Asimismo, el tiempo óptimo de apagado para este tipo de alumbrado es de, como mínimo, tres cuartos de hora.
Teniendo en cuenta estas indicaciones, se va a conseguir ahorrar y a su vez alargar la vida útil de estas luces que necesitan energía extra a la hora de ponerse en marcha, un hecho que provoca que el consumo sea mayor.
Luces LED
En el caso de tener este tipo de bombillas, las cuales tienen una gran durabilidad, hace que salga más rentable apagarlas aunque solo sea por unos minutos. Al contrario que las anteriores, el coste de arranque de éstas es insignificante y casi no afecta al consumo energético. Eso sí, este gesto no debe ser repetitivo y constante, ya que dispara tanto las emisiones como el coste económico.
Dicho en otras palabras, al contar con una eficiencia bastante alta, el pico consumo registrado en el encendido es menor cuando se utiliza este tipo de alumbrado. Ahora bien, los expertos siguen insistiendo en encender la luz de las habitaciones siempre y cuando sea imprescindible.
Por último, cabe recordar que en cuanto a las bombillas tradicionales, desaconsejadas por los expertos por su poca eficiencia, se recomienda apagarlas siempre que no se usen si se quiere ahorrar en la factura de la luz.