Las gasolineras urgen al Gobierno a aclarar la bonificación de los carburantes que finaliza este mes

Las estaciones de servicio reclaman al Ejecutivo que informe de si la medida se va a prorrogar más allá del 31 de diciembre
El Gobierno asegura que está estudiando el impacto de las medidas para mitigar los efectos económicos de la guerra en Ucrania
Los gasolineros son partidarios de llevar a cabo una rebaja fiscal para contrarrestar el alza de los carburantes
La subvención de los carburantes tiene los días contados. Concretamente, 25. Son las jornadas que quedan hasta que el 31 de diciembre finalice el plazo de vigencia de la mayoría de las medidas que el Gobierno aprobó para mitigar los efectos económicos de la guerra. Son poco más de tres semanas en las que todos los consumidores podrán disfrutar de la bonificación de 20 céntimos de euro por litro de combustible, sin que se haya aclarado aun qué pasará con ella a partir de 2023.
Los responsables de las estaciones de servicio, que llevan semanas pidiendo información sobre la continuidad o no de la medida, advierten que necesitan conocer qué planes tiene el Ejecutivo para planificar sus empresas las próximas semanas.
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“Deberíamos saber tanto si se mantiene como si se elimina para todo el mundo, como si se restringe solo a determinados colectivos. Si pensamos en que se elimina, también necesitamos saberlo con antelación para poder fijar los turnos y hacer los cuadrantes. Imaginemos lo que puede ocurrir en las estaciones de servicio en los últimos días del año si se anuncia que a partir del 1 de enero ya no va a haber bonificación. Lógicamente, todo el mundo irá a llenar los depósitos de sus coches y si no podemos organizarlo con antelación va a ser un caos”, adelanta Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES).
Sin embargo, el Gobierno no ha querido aclarar aun qué pasará con esta ayuda al combustible. La ministra portavoz se limitó este lunes, tras ser preguntada en varias ocasiones por la subvención, a avanzar que se está estudiando el efecto que han tenido todas las medidas desplegadas en el plan anticrisis para decidir sobre su continuidad. Hasta ahora solo se ha anunciado que el año que viene se mantendrá la gratuidad del transporte ferroviario y que se extenderá también a los de autobuses de largo recorrido.
“No puedo adelantar las medidas que va adoptar el Gobierno, lo que sí puedo adelantarles es que seguirá manteniendo un escudo de protección a las familias, a los trabajadores, a las empresas, a los autónomos de nuestro país", se pronunciaba Isabel Rodríguez tras el Consejo de Ministros.
¿Bonificación solo para algunos?
Cuando la bonificación de los 20 céntimos por litro entró en vigor para todos los consumidores el pasado 1 de abril, el Gobierno explicó que había optado por esa modalidad dada la dificultad técnica de limitarla solo a algunos colectivos.
En las últimas semanas varios miembros del Ejecutivo se han mostrado partidarios de que, si se mantiene la ayuda, se centre solo en los profesionales y los más vulnerables. Pero desde las gasolineras advierten de que los problemas para cribar a los consumidores siguen siendo exactamente los mismos que existían en abril.
“Cualquier medida que necesite la implicación o concurso de las estaciones de servicio tendremos que conocerla con antelación. Si nos pasa como en primavera, y el día 29 de diciembre se publica en el BOE la medida y tenemos que acudir a las empresas de informática para cambiar toda la configuración no se va a poder hacer. Y si, encima, lo que pretende del Gobierno es que además de banqueros, como en la entrada en vigor de la bonificación, hagamos de inspectores de Hacienda para ver cuál es nivel de renta de las personas que vienen a las gasolineras ya decimos que es materialmente imposible. No se puede hacer”, señala el responsable de CEEES.
A pesar de la complejidad de diseñar una medida que permita limitar la ayuda, son ya muchos los organismos económicos que se han mostrado partidarios de focalizar los esfuerzos financieros en los más afectados por la crisis. También volvió a hacerlo este lunes, en Bruselas, la responsable económica del Gobierno. "Evidentemente, nuestro objetivo es, en una primera fase, implantar medidas de choque y amplio espectro con un impacto generalizado y, poco a poco, tratar de enfocar a sectores más afectados y más vulnerables", reiteraba Nadia Calviño antes de participar en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona.
Incertidumbre en el mercado
El Gobierno tendrá que decidir en los próximos días sobre la continuidad de las ayudas a los carburantes cuando los precios de la gasolina y el gasóleo están ya lejos de los máximos que llegaron a marcar a finales de junio.
Los últimos datos del boletín petrolero de la Unión Europea señalan que la gasolina se paga a 1,73 euros el litro y el gasoil a 1,82. Ambos precios están por debajo de los que marcaban a finales de marzo cuando se aprobó la bonificación, pero aún son más elevados que antes de la guerra.
La actual caída de los precios de los carburantes se debe, en buena medida, al abaratamiento del petróleo, que ha llegado a estar muy por debajo de los niveles alcanzados tras la invasión de Ucrania. Un descenso que se explica por los vientos de desaceleración económica, la situación de China y la puesta en puesta en el mercado de reservas de crudo.
Aun así, la incertidumbre en el mercado sigue siendo muy elevada. Este lunes entraba en vigor el veto de la UE a las importaciones marítimas de petróleo ruso, justo un día después de que la OPEP+ (que incluye a Rusia) decidiera mantener en vigor en el próximo año el recorte en la producción de petróleo de dos millones de barriles diarios (mbd) que se había acordado en octubre.
Como consecuencia de todo, el barril de Brent, de referencia en Europa, subía un 2,9% hasta alcanzar los 88 dólares.
Desde las estaciones de servicio consideran que esta inestabilidad demuestra que el problema de fondo con los precios de los carburantes persiste y apuestan por introducir medidas fiscales que aminoren el impacto en los bolsillos de los consumidores y en la inflación.
“Proponemos una rebaja fiscal, tanto del IVA como del Impuesto de Hidrocarburos. Se necesitará para hacerlo el beneplácito de la UE, pero lo cierto es que Polonia y Portugal ya lo hicieron la pasada primavera. Así que de la misma manera que se defendió y se consiguió la excepción ibérica se hubiera podido plantear una modificación de la fiscalidad de los hidrocarburos si hubiera habido voluntad política para ello”, señala Rabadán.
Recuerdan, además, desde las estaciones de servicio que la caída de los precios de los carburantes se ha producido sobre todo en la gasolina, mientras que el diésel está solo unos céntimos por debajo del de la primavera, y que este combustible supuso hasta tres cuartas partes del total consumido el pasado año en España.