¿Engorda más la miga o la corteza del pan? Mitos y verdades sobre un alimento que no conviene desterrar de la mesa


"Debemos quitar de nuestra cabeza esa asociación de que todo debemos comerlo con pan", dice el nutricionista Domingo Carrera Morán
"Tenemos que valorar cuál va a ser nuestra actividad física e intelectual" para saber cuánto pan es recomendable consumir
Los expertos recomiendan el pan de obradores tradicionales y evitar el pan industrial de molde o embolsado
'El pan engorda', 'tienes cara de pan'... El pan, uno de los alimentos básicos en la dieta mediterránea, no se salva de la demonización actual de los carbohidratos.
Sus ventas siguen a la baja. En 2021, las compras se redujeron en España un 8,1%, hasta los 1.391,8 millones de kilogramos según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Sin embargo, suprimir esta fuente de carbohidratos no siempre es bueno, desde el punto de vista nutricional. "Tenemos que valorar cuál va a ser nuestra actividad física e intelectual. Con más actividad, quemaremos más y podremos consumir más", ha explicado a Europa Press el doctor Domingo Carrera Morán, especialista en nutrición del centro médico-quirúrgico de Enfermedades Digestivas.
Dependiendo de nuestras actividad, deberemos valorar si conviene consumirlo, pues es un alimento que contiene harinas refinadas que son carbohidratos complejos, como el arroz, la pasta o las patatas, cuyo consumo debe moderarse.
La miga o la corteza
Carrera Morán arroja luz sobre otra de las 'verdades' del pan que ha hecho fortuna en el imaginario colectivo: la miga es lo que más engorda.
"Es un mito que la miga engorda más que la corteza de pan. Mucha gente está equivocada porque los ingredientes y las calorías son los mismos. Pero la miga tiene más agua y la corteza está desecada. Por tanto, las calorías están más presentes en la corteza, ya que ha perdido agua", ha señalado.
Cuánto al día
"Debemos quitar de nuestra cabeza esa asociación de que todo debemos comerlo con pan. Debemos moderar o reducir su consumo si ese día hemos comido, por ejemplo, paella, que es carbohidrato", explica el nutricionista.
La clave, es la actividad que vayamos a desarrollar. Pero, como recomendación Carrera Morán apunta no superar las cuatro rebanadas diarias de 25 gramos cada una.
Será importante también el momento del día en el que las consumamos, pues no será lo mismo hacerlo por la mañana (cuando tenemos todo el día por delante para quemar los carbohidratos consumidos), que hacerlo en la cena (cuando en unas pocas horas estaremos en la cama).
Hay panes y panes
Además, no todos los panes son iguales. El pan es uno de los productos más intervenidos del mercado y con una cada vez mayor industrialización. Al pan industrial que se vende en supermercados se le añaden azúcares, grasas vegetales o aceite de palma para hacerlo más atractivo, brillante y apetecible.
Por contra, el pan elaborado en obradores tradicionales sigue la receta original, sin aditivos. Adquirirlo en un de estos obradores es "una inversión en salud", aunque suponga un gasto económico mayor.
Para el doctor Carrera Morán, el pan menos recomendable es el de molde, las tostadas embolsadas y el pan embolsado. En su realización, se emplean harinas ultrarrefinadas en un proceso en el que de un kilo de harina pura se pueden llegar a sacar hasta cuatro kilos de harina ultrarrefinada.
Su recomendación es decantarse por panes integrales, que contienen fibra -un prebiótico saciante- o panes de espelta, centeno, maíz o semillas.