El terreno más caro para cultivar en Europa se encuentra en España

El precio de la hectárea para cultivo en las Islas Canarias supera los 120.000 euros, nueve veces más que la media del país
En los últimos diez años la tierra arable se ha encarecido más de un 18% en el archipiélago, frente a tan solo un 5% en el caso de la media española
La escasa oferta y también la posibilidad de convertir terreno rústico en urbanizable explican estos elevados precios de los terrenos
En la longitud: O15°30'0" y la latitud N28°0'0" se encuentra la tierra más cara para cultivar de toda Europa. Las coordenadas geográficas corresponden a la ubicación de las Islas Canarias. El precio de la hectárea arable en el archipiélago superó los 120.000 euros en el año 2021. En segundo lugar, y a mucha distancia se sitúa la península de ática en Grecia: 62.000 euros la hectárea, según los datos de la oficina estadística Eurostat. Y en tercer lugar, otras islas también en Grecia en el Egeo Septentrional.
Los precios de los terrenos para cultivar que se observan en Canarias multiplican por nueve la media española. Y mientras los primeros han subido un 18% en los últimos diez años, en el promedio nacional el incremento se limita al 5%. El coste llegó a rozar los 134.000 euros la hectárea en Canarias en el año 2019, su máximo desde que hay cifras.
MÁS
"El ministerio de Agricultura publica una encuesta del precio de la tierra y Canarias, año tras año, supera en tres o cuatro veces a la siguiente comunidad autónoma", explica Manuel Redondo, secretario técnico de COAG Canarias. En la siguiente región donde comprar terrenos para cultivo resulta más caro, Andalucía, el precio ronda los 25.000 euros la hectárea.
Eurostat explica que son cuatro los factores que mueven estos precios:
- Cuestiones nacionales, como las leyes.
- Variables como el clima.
- Factores de productividad, calidad del suelo, pendiente...
- Las propias fuerzas del mercado de la oferta y la demanda, "incluida la influencia de las normas de propiedad extranjera".
"En el caso de Canarias hay poca oferta y también otra parte relacionada con la posibilidad de que un terreno rústico se convierta en urbanizable, sobre todo si está cerca de la costa", valora Redondo. El 40% del terreno de todas las islas es suelo protegido, por eso cada metro disponible está muy solicitado. "Los precios y la competencia se incrementan conforme vas bajando hacia el mar porque coincide también con las superficies más llanas. Ahí se genera una competencia con suelo que podría ser turístico o para viviendas".
Las circunstancias particulares del archipiélago condicionan también el trabajo de los agricultores. "El hecho de que la tierra sea tan cara es un problema cuando se quiere empezar. Además los agricultores tiene que centrarse en producciones con rendimiento alto. Por aquí es complicado plantar trigo u otro tipo de cereales". La principal producción de Canarias se centra en el plátano, hortalizas para el mercado local, viñedos y frutas tropicales como papaya, mango y aguacate.
Otros lugares caros
Los terrenos arables no escapan tampoco de las dinámicas de burbujas que hemos visto en el pasado con las viviendas. Un ejemplo de ello es el caso de la región italiana de Liguria. El 65% de la superficie de esta provincia encajada entre el mar, los Alpes y los Apeninos es montañosa. Entre los años 2011 y 2015 se convirtió en el lugar más caro para comprar terrenos cultivables.
En 2013 marcó su máximo en los 125.736 euros la hectárea, pero luego empezó la corrección de precios. Canarias la superó en el año 2016 como la región más cara y a cierre de 2020 (no hay datos todavía de 2021), los precios de los terrenos en Liguria se situaban en casi 48.000 euros la hectárea. Han caído un 60% desde el máximo.