Un estudio advierte de que el tope de ingresos propuesto por el Gobierno quitará el bono social a un tercio de familias numerosas con rentas bajas


Un informe de Esade EcPol recomienda ajustar de manera más precisa la necesidad de las familias y los bonos sociales energéticos, que ahora reciben el 8,3% de los hogares
La vicepresidenta Ribera propuso acotar a los 26.000 euros las rentas que permitieran acceder a las ayudas a las familias numerosas
Actualmente las familias numerosas se consieran consumidores vulnerables y pueden beneficiarse del bono social que otorga descuentos en la factura de la luz
Establecer un límite de 26.000 euros de ingresos para que las familias numerosas accedan a los bonos sociales energéticos, como tiene intención de hacer el Gobierno, no solo impediría que los hogares más ricos pudieran acceder a estos estos beneficios, sino que provocaría que un tercio de los que tienen rentas medias-bajas perdieran también las ayudas. Así lo advierte un informe elaborado por Esade EcPol que reclama que se ajuste con cuidado la combinación de rentas y tipo de hogar para no eliminar a demasiados hogares de la concesión de estas ayudas.
La decisión del Ejecutivo de llevar a cabo una “reforma sencilla” de los requisitos para disfrutar de estas prestaciones se produjo después de que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, con un sueldo de 105.000 euros anuales y activos financieros por cerca de 1,4 millones, reconociera la pasada semana que era beneficiario del bono social térmico por su condición de familia numerosa. Una circunstancia en la que también se encontraba la responsable de Más Madrid, Mónica García, cuyo marido había solicitado las ayudas energéticas.
MÁS
La cuestión es que, actualmente, estar en posesión del título de familia numerosa, es una de las condiciones que permite acceder al bono social eléctrico. Se trata de una prestación que ofrece descuentos en la factura de la luz de, al menos, el 25%. Además, teniendo este, se puede obtener automáticamente el bono social térmico, que ofrece un pago anual para compensar los gastos de calefacción, agua caliente y cocina.
Los cambios legales que adelantó la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para que las rentas altas no puedan acceder a las ayudas pasan por fijar un tope de rentas para las familias numerosas del entorno de los 26.000 euros, en línea con el requisito de ingresos que marca la prestación para las “unidades de convivencia de cuatro o cinco miembros” y que está calculado con el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
“La reciente propuesta de incorporar un umbral de renta a las familias numerosas en el acceso al bono social eléctrico es un paso en la buena dirección”, señala el estudio elaborado por Ángel Martínez, Natalia Collado y Jorge Galindo. La mayor dificultad y lo que condicionará su resultado, advierten, es definir ese umbral. “Si el límite es demasiado bajo, dejará fuera a familias que, por su nivel de renta, son vulnerables”, advierten.
Más beneficiados entre las familias numerosas de renta alta
El estudio estima que solo un 8,3% del total de los hogares recibía algún tipo de estas ayudas destinadas a afrontar los gastos de luz y calefacción en 2021, justo cuando comenzó a dispararse el precio de la electricidad y el gas. Frente a esa cifra, el porcentaje de los que decían tener problemas para mantener su vivienda a una temperatura adecuada ascendía al 14,3%. Una diferencia que ya demuestra, señala, que los bonos para compensar el gasto en energía no cubren suficientemente las necesidades de las familias, algo especialmente grave en aquellas con condiciones más vulnerables.
Para analizar quiénes son los receptores de estos bonos energéticos dentro del colectivo de familias numerosas, el estudio, elaborado con la Encuesta de condiciones de Vida (ECV) del año 2021, divide los hogares españoles en cinco grupos atendiendo a los niveles de rentas.
- Así, concluye que menos de un tercio de las familias numerosas que están entre el 20% más pobre, recibe estas ayudas.
- Este porcentaje subiría hasta el 38% en el siguiente grupo, el correspondiente a las rentas bajas medias.
- La proporción aumenta “considerablemente” en los grupos de hogares con ingresos medios y altos, donde llega a alcanzar el 55%.
Esto sugiere, explican los autores del estudio, que las familias que tienen más disponibilidad de tiempo e información para solicitar estos bonos tienen más posibilidades de conseguirlos.
Además, el incremento de la proporción de familias numerosas de rentas altas que se benefician de las ayudas para el pago de la electricidad, la calefacción y el agua caliente explica otro fenómeno detallado en el estudio: aunque el número de hogares que reciben algún tipo de bono va descendiendo según va creciendo la renta, el porcentaje repunta de nuevo entre el grupo más rico (el 2% que más gana del país), precisamente, por el aumento de familias numerosas incluidas en él.
Umbral de rentas de 26.000 euros anuales
Establecer un umbral de 26.000 euros de renta para limitar el número de familias numerosas que pueden acceder a los bonos energéticos implicaría muchos cambios en el escenario actual descrito anteriormente.
- Según el análisis de los investigadores, supondría que prácticamente todas las familias numerosas que forman parte del 20% de hogares con menores ingresos mantendrían su derecho a recibir algún bono social.
- Sin embargo, en el segundo grupo, el de las rentas medias-bajas, ocho de cada diez familias numerosas que reciben estas ayudas quedarían sin derecho a recibirlas. Supondría que del 38% que ahora las perciben, solo un 7% podría acceder a ellas. Así, un tercio de las familias numerosas que ahora sí se benefician de los bonos energéticos, los perderían.
- En los otros tres grupos de rentas, situados en los tramos de ingresos medios, medios-altos y altos, ninguno de los hogares con familias numerosas podría seguir recibiendo las prestaciones con el umbral de los 26.000 euros.
Estas conclusiones llevan a los autores a recomendar que se ajuste de la manera más precisa posible las prestaciones y las necesidades de las familias, para evitar que quien ahora se queda fuera y la necesita pueda disponer del apoyo. “Consideramos este tipo de error como más gravoso socialmente que el contrario (incluir a quien no la necesita). Pero claramente el sistema actual permite hacer esfuerzo en ambas direcciones, de manera que el resultado final sea más justo y progresivo”, advierten.
Por eso, proponen que se reduzcan las barreras para solicitar y conseguir estos bonos, que sean las autoridades las que tomen la iniciativa sugiriendo una solicitud ya cumplimentada para quien cumpla las condiciones o, incluso, adoptar un sistema de concesión automática para los beneficiarios de las ayudas.