'Efecto champán' en la fase 1: Madrid y Barcelona disparan el consumo

La facturación de los bares en Madrid sube un 265% la última semana; en Barcelona, un 185%, según el Banco Sabadell
Las ventas en supermercados caen en ambas ciudades porque el consumo recupera poco a poco los niveles previos a la crisis
“Pensaba que la gente iba a tener más miedo, pero me ha sorprendido la respuesta positiva, las mesas han estado constantemente llenas”, explica Antonio Paredes. El dueño del restaurante Campiello, en Madrid, asegura que “algunos clientes han tenido que esperar una hora para poder sentarse”.
Madrid y Barcelona acaban de cumplir una semana en fase 1 y su efecto se ha dejado notar con fuerza en las ciudades más pobladas del país, con casi cinco millones de habitantes entre las dos (3,2 millones Madrid y 1,6 Barcelona). La actividad comercial todavía representa un 60% de lo que sería normal. Antes de entrar en la fase 1 rondaba el 40%, según los datos de gasto con tarjeta del Banco Sabadell.
La reactivación del consumo se ha notado muchísimo en un sector: el de la hostelería. El incremento tan pronunciado que se ha visto en Madrid o Barcelona no se ha registrado en otras ciudades. En la capital la facturación de los restaurantes se disparó un 265% entre el 25 y el 31 de mayo respecto a la semana anterior en Fase 0, según Pulso, la aplicación que se nutre de los 260.000 datáfonos del Sabadell.
“Me llamaban constantemente por teléfono para reservar mesa, sobre todo el fin de semana”, cuenta Paredes cuyo bar solo puede poner seis mesas, el 50% de su capacidad. “De momento nos sirve para cubrir gastos pero poco más. Estos meses cerrado me he dejado 27.000 euros en gastos fijos. De momento solo he podido rescatar a uno de los seis camareros que tengo en el ERTE ”.
En Madrid la gente tenía tantas ganas de sentarse en una terraza que hasta el gasto medio ha subido un 3% respecto a mayo de 2019: la cuenta promedio rondaba los 25 euros, un euro más que hace un año.
“Ha ido bien esta primera semana. La gente lo ha cogido con ganas”, cuenta José Barranco, el dueño de De Raimundo. Su bar puede poner ahora ocho mesas en la terraza. “El gasto medio por persona ha sido como un mes normal. La realidad ha superado las expectativas pero estamos deseando abrir por completo, recuperar nuestro horario, rescatar a los trabajadores del ERTE”, explica.
En Barcelona también ha habido lleno absoluto en las terrazas. La facturación de los restaurantes ha subido en la capital catalana un 185% durante estos últimos siete días, la de las cafeterías un 63%, Respecto a la semana anterior en Fase 0. “Ha sido como el efecto champán. Hemos estado colapsados de reservas”, cuenta Jorge Grandinetti. El director del de Restaurante Bestial y Palmito de Grupo Tragaluz ha dado de comer a 150 comensales cada día y el fin de semana ha duplicado el servicio. “Antes teníamos turistas, ahora son los barceloneses que quieren venir a ver el mar y tener buenas vistas”, explica. El restaurante está completo de cara al próximo fin de semana.
“Nuestra facturación supone una cuarta parte de lo que ingresábamos hace un año. Hemos abierto los tres chiringuitos y hemos hecho pleno: en los tres la afluencia ha sido masiva”, explica Francisco Gil.
En esta primera fase han abierto el 10% de los bares y restaurantes de la comunidad de Madrid, según la Asociación de Hostelería de Madrid, porque solo pueden volver a abrir los que tienen terraza.
“Se han llenado y hemos estado funcionando con reservas para organizar el flujo. Éramos conscientes de que había ganas después de todo el tiempo que hemos estado confinados”, cuenta Juan José Blardony. El presidente de los hosteleros de Madrid confirma que, a pesar de las condiciones impuestas por Sanidad para la reapertura, “el consumo ha sido bueno". Eso sí, Blardony cree que la gran reactivación de la hostelería llegará a partir del próximo lunes 8 de junio, cuando Madrid, previsiblemente, pase a fase 2. “Entonces estarán abiertos el 70% de los establecimientos y hemos pedido al gobierno regional que eleve del 40% al 50% el aforo permitido en el interior”. No todos volverán abrir: los hosteleros pronostican que el 10% de los negocios han cerrado para siempre.
Otros sectores
Además de la hostelería, en Madrid y Barcelona se nota que la actividad económica se ha activado en otros sectores: la facturación del transporte se ha disparado un 73% en los últimos siete días en la capital, respecto a la semana anterior. La vuelta a la normalidad se nota también en las ventas de los supermercados que empiezan a caer en Madrid, un 8%, y ya no suben en Barcelona, solo un 0,3%. El gasto en alimentación, disparado durante el confinamiento respecto a hace un año, vuelve a niveles previos a la crisis.
Además Los desplazamientos aumentan y volvemos a coger a coger más el coche. Eso se refleja en que las gasolineras han disparado sus ventas. En Madrid, han registrado un aumento de la facturación del 20% en la última semana, según Pulso.
“Hay mucho más tráfico y hemos vendido un 50% más la última semana”, cuenta José Luis López, responsable de una estación de servicio. “Estamos contentos después del parón de estos meses”.
“La ciudad ha aumentado bastante la circulación, hay más gente que va a trabajar, los autónomos también han vuelto a su actividad”, explica Victor García, secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de la Comunidad de Madrid. “Las gasolineras están ya trabajando al 50%. El efecto fin de semana también se ha notado, la gente se ha ido a la sierra y ha cogido el coche”, asegura García. “Hasta que no podamos viajar entre comunidades, las estaciones de las carreteras no recuperarán la normalidad y es ahí donde está el consumo importante”.
García asegura que “el gasto medio ha caído pero porque la gasolina está más barata. A nosotros nos viene bien, porque la gente repostará más”.