Las aerolíneas temen que las largas esperas en los controles aeroportuarios frenen la recuperación del turismo


La Asociación de Líneas Aéreas asegura que los efectivos en los controles de pasaportes son insuficientes para la temporada estival
Según Interior, las plantillas se ajustan al nivel de pasajeros y hay capacidad para hacer frente a las necesidades del verano
En abril se ha recuperado ya el 88% del tráfico aéreo de pasajeros previo a la pandemia
Ocupación hotelera, reservas de vacaciones, consumo en la hostelería... todos los datos dibujan en los últimos meses un horizonte positivo para el turismo este verano. También las cifras de tráfico aéreo, que son cada vez más parecidas a las de una primavera previa a la pandemia. El pasado mes de abril, con el impulso de la Semana Santa, los aeropuertos de AENA registraron casi 20,5 millones de pasajeros, una cifra que quintuplica la registrada el pasado año, pero que aún se queda un 12% por debajo de los niveles previos al covid.
Y eso que los vuelos registrados en abril sí que se acercaron ya mucho a los que se operaron en el mismo mes de hace tres años. Frente a los casi 194.500 de entonces, este abril han sumado cerca de 189.000. La diferencia de las operaciones no llega ya ni al 3%.
“Antes de la pandemia lo normal era que los aviones fueran con una ocupación del 85%. Sin embargo, en 2021 acabamos con un 70%. Si los aviones no van tan llenos como antes, una parte de la oferta no se traduce en recuperación de la demanda. Afortunadamente, ahora estamos hablando ya de unos niveles que pueden estar en el entorno del 75%”, explica Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Retrasos en los controles
A pesar de que el responsable de la patronal del sector aéreo considera que es razonable pensar que este verano se alcanzarán niveles bastante cercanos a los de 2019, hay un aspecto que empaña estos pronósticos optimistas. Aseguran que la falta de efectivos en los controles de pasaportes está provocando ya dificultades tanto en los aeropuertos con más tráfico de viajeros, como en los que reciben mayor número de turistas.
“Los problemas ya se están produciendo y no solo en Madrid. Málaga, Canarias, Alicante o Baleares están teniendo colas de hasta una hora, e incluso más. La dotación de efectivos de Policía Nacional que hay ahora mismo es claramente insuficiente para atender la demanda con tiempos de espera que sean razonables”, señala Gándara, que advierte de que si no se refuerzan puede ser un verano muy complicado.
“Claro que todo el mundo acaba pasando el control de pasaportes, pero las colas pueden provocar importantes retrasos si estamos hablando de vuelos de salida. Si se produce en los de llegada se da una muy mala imagen en la entrada al país; y si es en un vuelo de conexión, se pueden acabar perdiendo, con el riesgo de que en la próxima ocasión el pasajero decida hacer esa conexión en otro lugar en vez de en España”.
El asunto es trascendental, dice, porque este será el primer verano 'postbrexit'. Es decir, será el primero en el que los principales clientes internacionales del sector turístico, los británicos, viajen masivamente a España y tengan que hacerlo atravesando un control de pasaportes.
“No podemos correr el riesgo de que estos problemas lleguen a la prensa sensacionalista británica, que se empiece a hablar de caos en los aeropuertos españoles, y que muchos de los que aún no han reservado sus vacaciones decidan evitar España y optar por destinos competidores como Portugal, Italia o Grecia”, reclama Gándara.
Ante esta preocupación el Ministerio del Interior, que niega que se estén produciendo problemas más allá de momentos puntuales en los que coinciden varios vuelos, ha señalado que las plantillas de los controles de fronteras se ajustan a las necesidades, que vienen marcadas por el tráfico aéreo y el nivel de pasajeros. Asegura también que existe capacidad para hacer frente a las necesidades que se produzcan durante el verano.
Una explicación que no convence a ALA, quien critica que se minimice el problema y lamenta no haber obtenido respuesta a las dos misivas enviadas recientemente a Interior para reclamar soluciones.
Los británicos vuelven a liderar las llegadas
A pesar del aumento de las complicaciones para viajar tras el brexit, lo que ya es un hecho es que el Reino Unido ha recuperado en el primer cuatrimestre del año la primera posición de tráfico aéreo internacional hacia España, desbancando a Alemania, que lo ha ocupado durante la pandemia por las importantes restricciones que el Gobierno de Johnson impuso a los desplazamientos al extranjero.
Así, en los primeros cuatro meses del pasado año llegaron menos de 230.000 pasajeros en vuelos internacionales procedentes de Reino Unido, frente a algo más de un millón de Alemania, según los datos registrados por AENA. Sin embargo, en 2022, los primeros puestos del pódium de los visitantes internacionales se han dado la vuelta y han regresado a la situación tradicional: entre enero y abril, los aeropuertos han recibido a 7,6 millones de británicos y algo menos de 5,5 millones de alemanes.
Con todo, tanto unos como otros registran aun cifras de llegadas un 30% inferiores a las de 2019 ya que los primeros meses de año, con la expansión de ómicron, la recuperación de los viajes fue muy limitada. En el conjunto de pasajeros internacionales, en el primer cuatrimestre del año, se han registrado casi hasta 37,3 millones, lo que supone un 26% menos de los que llegaron hace tres años.