Primero el confinamiento y el teletrabajo y ahora la lavadora: el ruido tensa las relaciones entre vecinos

No es solo el ruido de la lavadora, sino que este electrodoméstico se ha convertido en la gota que ha colmado el vaso entre muchos vecinos. Y ha llevado al máximo la tensión en la convivencia. “Yo pensé cuando se estrenó la nueva tarifa de la luz que se iba a liar en las comunidades”, asegura Patricia Briones. Esta abogada del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) recuerda que “por la noche hay más silencio y cualquier ruido es una fuente de conflicto”.

Desde que se estrenó la nueva tarifa de la luz el pasado 1 de junio, las horas más baratas están entre la media noche y las 8 de la mañana y los fines de semana y muchos se han preguntado si tendrían que potenciar el uso de sus electrodomésticos de madrugada, y por tanto provocar cierta molestia al vecindario. Pero llueve sobre mojado. Porque no es solo el uso de lavadora, la pandemia ha obligado a pasar muchas horas en el hogar.

“El tema de ruido es una fuente de consulta constante. Ya lo notamos en el confinamiento. Antes no nos enterábamos del perro del vecino o si tenía alta la música. Además con el teletrabajo, pasas muchas más horas en casa y descubres esos ruidos que acaban molestando”, apunta Briones.

Esta abogada explica que las comunidades pueden intentar regular ciertas normas de convivencia, aunque ella misma se ha encontrado casos llevados al extremo. “He llegado a tener una comunidad que quería prohibir el uso de la cisterna de madrugada. Y otra que pretendía limitar el uso del aire acondicionado hasta las 0:00 de la madrugada, porque el encendido del aparato hacía mucho ruido”.

En cualquier caso Briones llama a la calma y confía que esta tensión por los cambios en la factura se relaje con el tiempo. “Recomiendo hacer lo posible para que el ruido que hace cada uno no moleste al resto de vecinos, sea cual sea la actividad. En cuanto a la lavadora, hay otras horas mejores, como el fin de semana”.

Las ordenanzas municipales del ruido en ciudades como Barcelona, Cuenca o Zaragoza impiden encender electrodomésticos de noche. En Barcelona quien se salte esa norma se enfrenta a una multa de más de 3.000 euros.

En cualquier caso, aunque un municipio no especifique en su ordenanza si se puede encender o no de madrugada la lavadora o el lavavajillas, lo que sí que tienen todas es un límite de decibelios (dBA) permitido. La mayoría prohíbe superar los 45 dBA de noche.

En Madrid por ejemplo, en una vivienda no se pueden superar los 30 dBA entre las 23 horas y las 7 horas. Una lavadora que tenga más de 10 años supera los 50 dBA, especialmente en el centrifugado y si es nueva llega a los 40dBA. Por tanto, en ningún caso se podría poner por la noche.

Los administradores de fincas recomiendan que si la molestia es puntual, se trate de solucionar el problema de manera dialogada. Si el ruido es habitual, se puede pedir una junta extraordinaria de vecinos para establecer criterios consensuados sobre el uso de aparatos. Pero si un propietario o inquilino incumple de manera reiterada se puede presentar una queja ante el Ayuntamiento para que haga una medición. En última instancia se puede ir a los tribunales.

“Molesta más el ruido del televisor, los conflictos de pareja. Los problemas vecinales vienen del ruido de las discotecas, de la carga y descarga de camiones a horas temprana”, explica José María Aguilá. El asesor jurídico del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida minimiza recuerda que el tema del ruido está muy regulado en todos los municipios. “Cuando hay una molestia reiterada hay que pedir una medición. Pero también te digo que cuando es una cosa soportable depende de la sensibilidad de cada uno. Y algunos tienen la piel muy fina”.