Consejos para ahorrar a la hora de elegir tu plan de pensiones

Se calcula que entre siete y ocho millones de personas tienen un plan de pensiones
Es un instrumento de ahorro e inversión a largo plazo, con el que se genera una cantidad que suele rescatarse cuando nos jubilamos
Las aportaciones se pueden hacer con una periodicidad ordinaria o extraordinaria
Cuando imaginamos el momento en el que se acabará nuestra vida laboral, muchos desean disponer para entonces de un colchón extra para vivir con más tranquilidad. Por eso, durante la etapa laboral, las personas trabajadoras crean una hucha o apartan un dinero de su sueldo con una periodicidad ordinaria (mes, trimestre…) o extraordinaria. Una de las herramientas de las que disponen los españoles para depositar y gestionar este dinero es el plan de pensiones.
En este artículo, repasamos algunas técnicas de ahorro para elegir un plan de pensiones y los elementos que debemos tener presentes.
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Claves de un plan de pensiones
Parte del objetivo de estas inversiones a largo plazo es que obtengan una rentabilidad. De este modo, el dinero que se rescata cuando se alcanza la jubilación es la suma de los ahorros depositados y la rentabilidad de estas cantidades.
Precisamente, existen distintos tipos de planes según la rentabilidad que pueden generar. Están los planes de pensiones de renta fija (con tipos de interés y rentabilidad más baja, pero con riesgos menores), los planes de pensiones de renta variable (dan más rentabilidad, pero los riesgos son mayores), los planes de pensiones mixtos (combinan los de renta fija y variable) y los planes de pensiones garantizados (el cliente asegura la recuperación de los fondos que ha ido poniendo a lo largo de los años, aunque casi nunca con rentabilidad).
Por otro lado, en el producto de ahorro contratado también se fija la cuota que se deposita en el plan de pensiones. Se establece un calendario para abonar las cantidades correspondientes. Cabe destacar que hay planes de pensiones con cláusulas para reducir o suspender el pago de estas cuotas si las circunstancias lo hicieran difícil.
Además de tener en cuenta la rentabilidad y la calendarización de la cuota, otra clave es la gestión que hace la entidad financiera del plan de pensiones. Otra clave son las comisiones. Estas sirven para cubrir los gastos de gestión y mantenimiento del plan de pensiones. Las comisiones son importantes a la hora de decidirnos por un plan de pensiones porque, si la rentabilidad tiene un porcentaje muy similar a estas, no saldría a cuenta contratarlo.
Otro factor es que la cantidad máxima que se puede aportar son 8.000 euros anuales y las cantidades destinadas al plan de pensiones son desgravables hasta un 30% de IRPF.
Por último, a pesar de que lo más frecuente es reunir todo el dinero acumulado una vez ha llegado la jubilación, los planes de pensiones también contemplan situaciones imprevistas en las que rescatar esta suma puede ser fundamental, como les puede pasar a los desempleados de larga duración, los que tienen una incapacidad laboral, enfermedad grave o dependencia severa; los familiares de las personas que fallecen antes de jubilarse o en los casos de estar en proceso de ejecución hipotecaria.
Cómo ahorrar a la hora de elegir un plan de pensiones
Partiendo de lo apuntado anteriormente, la rentabilidad y el ahorro dependen del perfil por el que apueste el cliente, es decir, si se inclina por un plan más conservador, moderado o atrevido. Si eres de los que cree que hay que arriesgar más para poder obtener más rentabilidad, lo más probable es que te inclines por un plan de pensiones de renta variable.
Si por el contrario prefieres ser más cauto para garantizar que, aunque haya menos rentabilidad, tus fondos sean intocables, seguramente optarás por un plan de pensiones de renta fija o garantizada.
En cuanto a la cuota, es recomendable negociar una cierta flexibilidad con la entidad bancaria. Un ejemplo es que puedas tener la potestad de rebajar o suspender la cantidad que destinas al plan de pensiones si tu sostenibilidad económica se ve afectada.
Para tener más ahorros, también hay que revisar la letra pequeña de los planes de pensiones que se acuerdan. Si la comisión de gestión es del 2% y la rentabilidad que se garantiza al cliente es del 1,5%, no se ahorra, sino que se pierde dinero. Es entonces cuando se recomienda negociar y ver si es posible cambiar el porcentaje de la comisión o ver si hay otras opciones más interesantes.
Finalmente, aunque el ahorro a través de un plan de pensiones pueda ser más rentable a largo plazo, es importante incorporar la posibilidad de rescatar el dinero que se ha acumulado en caso de necesitarlo urgentemente antes de lo previsto.