España sería el país más afectado en un mundo sin turismo internacional


España perdería en un año 48.379 millones de euros de ingreso bruto directo, según un estudio
La propagación mundial del coronavirus hizo que gobiernos de todo el mundo cerraran fronteras e incluso prohibieran a sus ciudadanos abandonar sus países. El impacto de esa medida provocó que la inmensa mayoría de las aerolíneas dejaran sus aviones en tierra. El sector turístico, responsable del 10% del PIB europeo, se congeló.
Mientras la Comisión Europea intenta que en las próximas semanas los gobiernos aprueben unos criterios comunes para ir permitiendo la vuelta del turismo y salvar lo que se pueda de la campaña de verano, los números ya dicen que España será, en cuanto a ingreso bruto directo, el país más perjudicado del mundo. La consultora Bernstein elaboró un informe, basado en datos de la OCDE, que coloca a la economía española como la gran perdedora mundial de un mundo sin turismo internacional. Imaginen que este año no hubiera ningún turista que cruzara una frontera, que todo el turismo fuera nacional.
Ese informe calcula el gasto total de los turistas extranjeros en cada país y hace una operación sencilla restando el ingreso que recibe bruto directo que recibe cada país y el gasto que hacen sus ciudadanos cuando van de turismo al extranjero. Como si toda la demanda turística internacional se dirigiera al mercado nacional.
España perdería este año casi 50.000 millones de euros de ingresos directos
El análisis de esta consultora muestra que, en lo que respecta al sector turístico, esta crisis afecta de forma muy asimétrica. España perdería en un año 48.379 millones de euros de ingreso bruto directo, una cifra que sale de restar lo que los turistas extranjeros gastan en nuestro país y sumar lo que los españoles gastan en el extranjero cuando hacen turismo. Estados Unidos sería el segundo perjudicado al perder 47.991 millones.
En esa lista de economías perdedoras de un mundo sin turismo internacional les seguirían Turquía (30.017 millones), Italia (24.669 millones), Indonesia (21.256), Francia (20.168), Japón (15.991), Grecia (15.124), Holanda (14.810), Portugal (14.672) y México (14.460). En términos relativos los grandes perjudicados serían Grecia (esos 15.124 millones de euros que dejaría de ingresar equivalen al 8,06% de su PIB), Portugal (6,91%), Turquía (4,60%) y España (3,90%).
Los grandes beneficiados serían China, Reino Unido y Alemania
Al otro lado de la tabla aparecen los países que saldrían ganando si toda la demanda turística se convirtiera en nacional. Son aquellos que reciben menos ingresos brutos por turismo de lo que sus ciudadanos gastan cuando van al extranjero como turistas. La gran beneficiaria de esa situación en términos brutos sería China, que ganaría 219.523 millones de euros. Le seguirían el Reino Unido, que ganaría 28.966 millones de euros, Alemania (27.906 millones), Rusia (18.739 millones), Canadá (16.433 millones) y Brasil (11.287 millones).
Pranavi Agarwal, especialista de mercados turísticos en la consultora responsable del informe, explicó a NIUS que España, “como receptor neto de ingresos turísticos, se beneficia más del turismo internacional que del turismo nacional. Por ejemplo, la Organización Mundial del Turismo colocó el año pasado a España como segundo país más visitado del mundo sólo por detrás de Francia (con casi 85 millones de turistas extranjeros al año). Si las restricciones de viajes internacionales siguen en pie, veremos un boom de las vacaciones domésticas. Un país como España, que depende más del turismo internacional, se llevará un golpe en sus ingresos turísticos”.
Agarwal explica que los españoles gastaron en 2019 unos 15.680 millones de euros en el extranjero en sus viajes turísticos. “A la vez –cuenta- España recibió 64.462 millones de euros de ingresos turísticos de visitantes extranjeros. Así que si todos los viajes se convirtieran en nacionales, esos 15.680 millones se gastarían en España pero el país perdería los 64.462 millones. La diferencia es un impacto del 3,90% del PIB español”.
El informe reconoce que es un ejercicio teórico que tendrá difícil correlación en la evolución del mercado turístico de este año porque la crisis genera otros factores que reducen el gasto turístico, como el aumento del desempleo o hasta el miedo a volar una vez se empiecen a abrir los destinos turísticos. Ni siquiera está claro que este verano se pueda viajar libremente dentro de los países que se han visto más afectados por el virus.
Bruselas quiere limitar el daño
La Comisión Europea debe presentar el próximo miércoles sus propuestas para intentar que el sector turístico europeo salve al menos una parte de la temporada. Habrá indicaciones sobre turismo, transportes y fronteras. Bruselas calcula que el impacto de la pandemia sobre el turismo europeo podría llegar a los 400.000 millones de euros. Los países del sur de la UE (Bulgaria, Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal y Rumanía) pidieron a la Comisión un plan específico para ayudar al sector. La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, dijo el lunes en el Parlamento Europeo: “Esta temporada estival no está perdida”.