La luz oscila hasta 300 euros en una semana y Bruselas se plantea cambiar el mercado eléctrico


Pedro Sánchez se reunirá con líderes europeos para formar un frente común que permita desligar la formación del precios del gas
La Comisión Europea anuncia que presentará cambios en el sistema eléctrico en la cumbre del 24 y 25 de marzo
La semana en la que la luz llegó a los 545 euros por megavatio, el presidente Sánchez ha anunciado que se recorrerá Europa para convencer a sus socios de que hay que cambiar el diseño del mercado eléctrico. La Comisión Europea parece, por vez primera, dispuesta a avanzar en este camino y adelantó este viernes que presentará sus propuestas para hacerlo a finales del mes de marzo.
Este cambio de rumbo llega seis meses después de que España comenzara a reclamar insistentemente a la UE que se introdujeran medidas que frenaran el alza de los precios. Finalmente, los cambios han comenzado a ponerse sobre la mesa cuando las tensiones provocadas por la guerra en Ucrania han hecho que los precios de la luz, arrastrados por el gas, pulverizaran todos los máximos anteriores.
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Semana de infarto con máximos
Las noticias sobre el posible cierre del gaseoducto Nordstram1, la respuesta de Moscú a las sanciones económicas y los vetos de Estados Unidos y Gran Bretaña a los productos energéticos rusos, han dejado una semana de infarto en los mercados del gas y la electricidad. La repercusión ha sido directa en los bolsillos de los consumidores y de las empresas, algunas de las cuales ya han parado la producción por no poder afrontar las facturas de la energía.
El precio de la luz arrancaba el lunes en los 442 euros el megavatio hora, su precio más alto hasta entonces y se encarecía un 23% en un solo día hasta el máximo histórico de 545 euros impulsado por las subidas del gas. Desde entonces, y con el descenso de esta materia prima, encadenaba cuatro bajadas hasta marcar los 246 euros en los que se situará este sábado.
Medidas excepcionales y puerta abierta a los cambios
Con toda Europa sufriendo por los altos precios de la luz, el pasado miércoles Bruselas ya anunció una batería de propuestas para abordar uno de los efectos del funcionamiento del mercado eléctrico: es un sistema que obliga a pagar toda la energía al precio de la más cara, es decir, del gas. Y el gas, ya sabemos, está completamente disparado por las tensiones bélicas y el miedo a que se produzcan cortes de suministro.
De momento, la UE ya ha reconocido que existen los llamados beneficios ‘caídos del cielo’. Son los que reciben las eléctricas por producir energía con tecnologías más baratas que el gas, pero que cobran a precio de este último. Así que, para intentar mitigar el efecto de los altos precios, permitirá de forma excepcional aplicar impuestos temporales a estas empresas para reducir "sus beneficios extraordinarios". Ese dinero, que puede alcanzar los 200.000 millones de euros, según la Agencia Internacional de la Energía, se destinaría a reducir la factura de eléctrica de los consumidores.
Ese es el primer paso, pero probablemente no será el último. Las decisiones definitivas sobre la posibilidad de poner un tope a los precios, e incluso, desligar la formación de los precios del sistema eléctrico del gas, se tomarán el 24 y 25 de marzo en una reunión en Bruselas. Para entonces el presidente del Gobierno espera contar con un importante respaldo de otros dirigentes europeos para aprobar esta medida frente a la escalada "irracional" de los precios de la energía.
"El Gobierno hará todo lo que tenga en su mano para defender a la industria y a las empresas y que no sean rehenes del chantaje económico que somete Vladimir Putin a la UE", aseguraba Pedro Sánchez este viernes en Versalles tras la cumbre informal de la UE.
No solo eso, el Ejecutivo no ha dejado de advertir durante toda la semana que España está preparada para “tomar sus propias decisiones” si no se llega a un acuerdo comunitario. Lo avanzaba el miércoles la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que no descartaba adelantarse a la decisión europea si era “imprescindible” y lo confirmaba también este viernes la responsable económica del Gobierno.
Nadia Calviño apostaba por "topar el alza de los precios de la energía cuanto antes" para poner freno al imparable aumento de los últimos meses y que, en buena medida, está detrás del ascenso de la inflación que en febrero se situó en el 7,6%, un nivel que no se alcanzaba desde hace 36 años.