Los mercados auguran meses con la electricidad en precios máximos


Los analistas prevén que los precios no bajarán de forma significativa hasta febrero de 2022
En lo que llevamos de agosto se han registrado siete precios máximos en el mercado mayorista
Todo hace pensar que habrá que acostumbrarse a estos altos precios de la electricidad durante los próximos meses. Tras cuatro récords consecutivos, este jueves el precio medio de la luz alcanza, en plena ola de calor, los 115,8 euros por megavatio hora (MWh). La escalada, que desde finales de la primavera se ha registrado en el mercado mayorista y que ha marcado hasta seis máximos en lo que llevamos de mes, no parece que vaya a tener un final cercano.
“El mercado de futuros de la electricidad da una indicación de cómo van a evolucionar los precios los próximos meses y, si le hacemos caso, hasta febrero o marzo del año que viene no vamos a ver una bajada significativa. Pueden ser algo más bajos de los actuales, pero seguirán siendo altos”, dice Francisco Valverde, responsable de Renovables en Menta Energía.
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Los dos principales factores que han llevado los precios a máximos son el encarecimiento del gas y de los derechos de emisiones de CO2. Un estudio del Banco de España los considera responsables de hasta el 70% de la subida de los precios de la electricidad en el mercado mayorista.
“La mayor parte del incremento —aproximadamente la mitad— provendría del aumento de los precios del gas, materia prima empleada por las centrales de ciclo combinado”, recoje el informe del BdE, que cifra en un 20% el impacto en los precios de los derechos de emisión de CO2, cuyo efecto repercute directamente en los costes de generación de la energía eléctrica con tecnologías que hacen uso de combustibles fósiles.
"Hay un acuerdo unánime en que estos dos aspectos son los que han provocado el aumento de los precios y lo que indican los mercados de futuros es que esta situación va a durar unos meses", coincide José Luis Sancha, autor del libro 'Presume de entender (a fondo) las facturas de la luz y del gas'. "A corto plazo no se ven signos de que vaya a haber una reducción de estos conceptos", asegura este experto en el mercado energético.
Más demanda y menos renovables
Junto a estos aspectos, otros factores han contribuido también al continuo encarecimiento de la electricidad en el mercado mayorista. “Como en todos los mercados, cuando hay más demanda de algo, los precios suben, y la electricidad no es una excepción. La demanda, que tiene una cierta estacionalidad, crece en verano por el aumento de la temperatura y el uso de sistemas de refrigeración”, explica Valverde, que señala que en el mercado eléctrico se está produciendo la tormenta perfecta. “Tenemos un combustible, el gas natural, carísimo; el CO2, también por las nubes y la demanda creciendo. Conclusión: precios muy altos”.
Y por si fuera poco, a un gas que ha triplicado su precio respecto al de hace un año y a los derechos de emisiones disparados, se une la falta de generación de energía renovable potente.
La energías renovables son las que contribuyen a bajar el precio de la electricidad, pero ahora la falta de viento hace que sea necesario tirar de otras más caras como el gas (y la hidroeléctrica, que salvo en momentos puntuales del año es igualmente costosa) que acaban marcando el precio de todo el ‘mix energético’.
En máximos hasta febrero
En esta situación, los indicadores de los mercados de futuros señalan para septiembre precios medios por encima de los 100 euros/MWh, y son cada vez mayores hasta febrero-marzo del año que viene, cuando se prevé un descenso coincidiendo con la llegada de la primavera y el comienzo de a caída de la demanda.
“Esta es la previsión de futuro, que indica cómo se están negociando hoy los precios para los próximos meses, lo que no quiere decir que en el día a día no pueda cambiar. Si se incrementara la entrada de gas ruso en Europa, o si se redujera la demanda por parte de China, su precio bajaría en el mercado diario. Del mismo modo que, aunque los analistas anticipan ahora un noviembre en máximos con un precio medio de 114 euros/MWh, si viene un mes activo en viento, es probable que no se alcancen esos niveles. Esto no es inmutable”, señala el experto en energía.
Lo que sí parece claro es que no se esperan muy buenas noticias por parte del gas, que lleva meses por las nubes. “A partir de primavera el precio suele bajar, en verano la demanda potente ha terminado y se usa mucho para llenar reservas. Pero este año está tan carísimo que tampoco se ha hecho... La época del año de gas barato para llenar los reservorios ha pasado y el precio no ha bajado. Así que estamos en una situación que, aun imaginando que China redujera su consumo, la demanda seguiría siendo tan potente para rellenar estas reservas que se iba a notar poco en precios”, explica Valverde. Una situación en la que con un incremento de la demanda de cara al otoño y al invierno por la bajada de las temperaturas podría, incluso, hacer que las previsiones actuales de precios se quedasen cortas.
Soluciones estructurales "complicadas"
Ante el poco margen de maniobra a corto plazo que deja el mercado, José Luis Sancha apuesta por que el consumidor haga una gestión más sostenible del consumo eléctrico. "Las soluciones más estructurales son complicadas y no van a ser rápidas. El consumidor español se ha visto abocado en poco tiempo, en apenas tres meses, a hacer un máster en mercado électrico con todos los cambios que se han producido: por un lado se han introducido las nuevas tarifas horarias con los nuevos peajes y, además, los precios se han disparado. Está muy enfadado y es lógico, pero hay que ser prácticos", señala.
Por eso recomienda a los consumidores conocer y aprovechar las horas más baratas, adaptar la potencia contratada y revisar las facturas. Además insiste en poner el foco en las personas y colectivos que sean más vulnerables. "No todo el mundo podrá hacer frente a la subida del precio de la luz", asegura. Por eso reclama extender el bono social energético, que actualmente llega a penas a un millón de personas a más del doble, y aumentar la cuantía de sus rebajas.