Qué se está negociando en Bruselas sobre el mercado eléctrico y cómo nos puede afectar

España quiere que se puedan aplicar medidas de manera inmediata que afecten a la península ibérica porque somos "una isla energética"
Los países cuentan con una serie de propuestas para hacer frente a esta crisis energética
Lo más complicado será lograr un acuerdo y un método para "desacoplar" el precio del gas del resto de la electricidad
Con una luz a 300 euros de media el MWh pocas economías pueden aguantar mucho tiempo. El descontento social crece cada día porque ya no es solo la luz. También los carburantes, los alimentos... Las empresas vuelven a recuperar los ERTEs: imposible seguir funcionando a estos precios de la energía. Europa decide este viernes cómo amortiguar este shock eléctrico. Ninguna solución es sencilla. Ninguna es del todo perfecta. Ninguna conseguirá eliminar por completo el impacto que la guerra tiene en la factura energética.
Para poder transitar mejor por esta crisis económica, los jefes de estado de los países europeos se reúnen para adoptar medidas respecto a dos mercados: el del gas y el de la electricidad. “Europa necesita un plan de choque para una situación sobrevenida. Y necesitamos que la respuesta sea comunitaria”, sostiene Natalia Collado, economista de EsadeEcPol.
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España insiste en esta respuesta a nivel europeo desde hace semanas, pero el presidente añadía un nuevo factor este jueves: “la particularidad energética de España”. Pedro Sánchez preparaba quizá el terreno para que le dejen aplicar una solución inmediata y específica para la península ibérica ya que es, prácticamente, una isla energética.(Eso significa que no intercambiamos kilovatios con nadie. Solo un 3% con Francia) Y como estamos aislados, el Gobierno supone que un cambio solo para nosotros no alteraría mucho al resto del mercado común de la electricidad.
Las propuestas que se plantea a medio plazo se dividen entre el gas y la luz.
La luz: un menú variado
En este apartado, el menú de propuestas es variado:
- Limitar el precio de la electricidad. Establecer un tope en el mercado mayorista.
- Detraer beneficios 'caídos del cielo' a las eléctricas.
- Compensar todavía más a los hogares y sectores vulnerables bajando impuestos o con ayudas directas.
- Crear una especie de intermediario público que compre y luego venda electricidad a menores precios.
Las dos últimas opciones tienen un coste para las arcas públicas que no todos los estados se pueden permitir con la misma facilidad. Sobre todo si estos precios se prolongan mucho en el tiempo. El covid ya ha dejado una factura elevada en términos de deuda pública: España, Italia, Grecia superan ampliamente el 100% de PIB de deuda. Las diferencias se empiezan a notar en el despliegue de medidas.
El desacople del gas
El asunto que seguramente genere más debate será el de "desacoplar el gas". En esencia significa que los países se dotan de instrumentos para que el gas no contamine con sus elevados precios a todos los kilovatios del sistema (la electricidad se paga toda al mismo precio). Si el gas es caro, la luz es cara.
Pedro Sánchez impulsa esta idea de desacoplar y ha hecho una gira para recabar apoyos. Problema: hay varias formas de "desacoplar" o "descontaminar" y no está claro si todo el mundo habla de la misma. Básicamente hay dos variantes:
- Tipo 1: Desacoplar antes. Fijar un precio máximo al que las centrales de gas venden su electricidad y compensarles luego por el coste extra en el que incurren y no cobran del mercado. Contras: supone alterar el sistema de fijación de precios del mercado y tiene un coste para las arcas públicas.
- Tipo 2: Desacoplar después. Las centrales de gas ofertan con sus costes reales, como hasta ahora. Ese precio fija el del resto de kilovatios, también como hasta ahora. Pero luego, a las plantas que cobran a precio de gas sin incurrir en esos costes (nuclear, eólica, solar e hidráulica) se les hace un ajuste ex-post y se les minoran los ingresos. ¿Cómo? Estableciendo un precio de referencia de un gas en tiempos normales. Con el dinero que se detrae de las eléctricas se reduce la factura eléctrica de todos los consumidores.
¿Cuál prefiere España? Parece que ahora la segunda. Hace una semana planteó una idea Tipo 1: fijar un máximo para el gas en 180 euros MWh. Luego la retiró. Este jueves Sánchez decía que la propuesta de España y Portugal era "era rigurosa, sólida y para nada ponía en cuestión el funcionamiento del mercado europeo”.
La Comisión ha incorporado la idea Tipo 2 en su lista de propuestas. "Algunas de las medidas planteadas llevan nuestro copyright", presumía Sánchez antes de la reunión. España fue el primer país en lanzar la voz de alerta ante unos precios de la luz contaminados por el gas. Fue en verano de 2021 y no tuvo mucho éxito en Bruselas, pero ahora los precios de guerra han obligado a un replanteamiento. Al menos, la propuesta se debatirá con más detenimiento.
El gas: llenar al máximo las ‘despensas’
La Comisión plantea aumentar muchísimo las reservas en todo el continente. Toda instalación de almacenaje debería llenarse de manera obligatoria entre 80% y 90% de su capacidad. Esto serviría para amortiguar un posible cierre del suministro del gas ruso, nuestro principal proveedor. También se podría estudiar la compra conjunta de gas.
En el asunto del gas quizá la cuestión más controvertida es si se fija un precio máximo. Problema: todos esos barcos que llegan a Europa cargados de GNL (gas licuado) podrían cambiar de rumbo e irse a otro mercado que pague más la mercancía. “Ya lo vimos en Filomena. En Asia hacía mal tiempo y se fueron allí porque pagaban más”, recuerda Natalia Collado, economista en EsadeEcPol. “Si fijas un precio máximo puede que atraigas a menos suministradores y tengas que seguir comprando a Rusia”. Eso es precisamente lo que se quiere evitar.