El sector turístico celebra la ocupación en Semana Santa y encara el verano con optimismo, pero sin euforia


La ocupación media en Semana Santa ha sido del 85% según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos
La plataforma de reservas Destinia señala que las reservas de los extranjeros para este verano son ya un 14% más elevadas que hace tres años
El sector advierte de que a pesar de la buena marcha de las reservas, la fuerte inflación añade incertidumbre a la recuperación
Ocupaciones hoteleras por encima del 85%, regreso de los turistas internacionales y fuerte empuje de las reservas del ultimísimo minuto. Así ha vivido el sector turístico la primera Semana Santa de verdadera recuperación tras la pandemia. “Los datos han sido muy positivos en toda España", reconocía Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que destaca los buenos datos en todos los segmentos: un significativo 90% de ocupación en el turismo de interior, 80% en el de ski y montaña, y en torno al 85% en el de playa.
Y la ocupación ha estado acompañada de unos buenos números en ventas, según ha calculado la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), que estima que el 93% de los negocios de hostelería y servicios de alojamiento españoles han facturado importes similares a los de hace tres años. Unas cifras que hablan de una campaña como las de antes de la crisis del covid en términos de turismo y que ha sido calificada por el Gobierno como “extraordinaria” y "especialmente importante”.
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Y es que no solo se ha recuperado por primera vez una actividad similar a la registrada en 2019, sino que ha supuesto el regreso de forma importante del turismo internacional. En la Comunidad Valenciana, los turistas británicos han llegado a superar a los nacionales. Y en otros destinos, como la Costa del Sol, estos han sido mayoría en los diez días de vacaciones que han ido del 8 al 18 de abril.
Tendencia positiva para la temporada estival
A pesar de los buenos datos de los últimos festivos, que han supuesto la primera prueba para evaluar lo que la recuperación dará de sí en la campaña de verano, el sector no se atreve a lanzar las campanas al vuelo. “Hay que tener en cuenta que, desde esa positividad, tenemos que seguir afrontado un panorama complicado. Aún no ha terminado el covid, estamos todavía con la eliminación de las restricciones que nos quedaban pendientes, está el tema geopolítico con la guerra en Ucrania, el aumento de costes y la inflación disparada”, señalaba Marichal.
En el lado de las buenas noticias para los próximos meses, dice, se sitúa el deseo de los clientes de seguir viajando y la renta disponible (ahorrada durante la pandemia) para seguir haciéndolo. Además, la demanda para venir a España, asegura CEHAT, es mayor que otros años y en algunos emisores internacionales supera la que existía en 2019. “Tenemos que hablar no solo de una recuperación, sino de una estabilización del sector turístico. Esto nos lleva a afrontar los próximos meses con optimismo, pero tenemos que ser realistas”, dice su responsable.
A esa misma prudencia recurría este martes la presidenta de la Federación Empresarial Hostelera de Mallorca, María Frontera. “En este momento se ve una tendencia positiva hasta octubre, pero ahora no tenemos las previsiones de ocupaciones de 2019. Todo ha cambiado, la gente reserva a última hora… Sí que es cierto que hay reservas anticipadas, que no han existido en los últimos años, pero la incertidumbre que vivimos hace que sigamos estando vigilantes”.
Reservas de extranjeros para el verano
En las altas cifras de ocupación registradas durante la Semana Santa han tenido mucho que ver las reservas de último minuto. Según la plataforma de reservas online Destinia, en la semana previa, las ventas fueron casi el doble de las que se produjeron en 2019, y eso llevó a que se quedaran finalmente solo un 3% por debajo de las de ese año, cuando dos semanas antes de las vacaciones eran un 21% inferiores.
Confían en que se mismo fenómeno se repita en los próximos meses y dé, como consecuencia, un gran verano al sector, aunque reconocen que ahora mismo la tendencia no es tan positiva como en Semana Santa ya que, a estas alturas, las reservas para la campaña estival de 2019 eran un 22% más elevadas que las que hay ahora.
Sin embargo, según sus cifras, estos números vienen marcados por los españoles que todavía no están reservando, porque los extranjeros sí lo están haciendo: ya hay un 14% más de reservas de extranjeros para éste verano que en las mismas fechas del último año prepandemia. En algunos destinos, como los insulares, las reservas superan esos niveles y quienes más se están animando a reservar son, por este orden, franceses, ingleses, portugueses y alemanes.
La incertidumbre de la inflación
“Nuestros principales mercados emisores han recuperado bastante bien la demanda”, coincide Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo, aunque señala que las cifras se sitúan aun un poco por debajo de las de 2019.
Respecto a lo que ocurra en los próximos meses, asegura que la situación del sector es de “optimismo ya que la realidad dice que las reservas anticipadas superan en algunos destinos la de ese año de referencia”. Las perspectivas, dice, son buenas, pero no esconde la incertidumbre que supone la elevada inflación con la pérdida de poder adquisitivo para las familias y la caída de los beneficios para las empresas.
“Venimos de dos años de pandemia, donde las empresas turísticas no solo han estado sin poder facturar, sino que se han endeudado y ahora necesitan recuperar, no solo la demanda en cuanto a ocupación y facturación sino también en rentabilidad para hacer frente a los compromisos que han adquirido durante estos dos años”, señala.
De momento, dice, esta Semana Santa, las ganas de salir y viajar han superado al desincentivo que pudiera suponer el alza de los precios, pero está por ver qué ocurre en el futuro. “La gente ha salido porque tenía necesidad de hacerlo, pero de aquí al verano, si la inflación no se contiene, puede que la demanda se retraiga; así que sí, hay optimismo, pero moderado”.
También comparte esta visión, la presidenta de los hoteleros de Mallorca, que advierte que, al final de la temporada, habrá que ser muy riguroso para evaluar la reactivación económica del sector, con unas rentabilidades muy por debajo de las de 2019. “Hay que ser realistas, la foto no tiene nada que ver con la de ese año”.