Un mes pagando la luz a casi 300 euros de media el MWh

El precio de la luz encadena por primera vez todo un mes por encima de los 200 euros el MWh
Cuando está a punto de cumplirse un mes de la guerra, la Unión Europea encara una cumbre clave. Los países deberán tomar decisiones para hacer frente a la peor crisis energética que se recuerda desde los años setenta. El precio medio de la luz desde que se inició la guerra en Ucrania roza ya los 300 euros el MWh en nuestro país.
El gas ruso y su contagio al sistema de precios de la electricidad será el punto más conflictivo de la reunión que mantendrán los líderes europeos el jueves y el viernes. La Comisión presentará un plan muy abierto con propuestas para reducir lo más rápidamente posible la dependencia del gas y del petróleo ruso, pero dejará en manos de los gobiernos el espinoso tema del mercado eléctrico.
Precios nunca vistos tanto tiempo seguido
Nunca había ocurrido: casi un mes con precios por encima de los 200 euros el MWh en el mercado mayorista. Desde que Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero, el coste medio de la luz no ha bajado de ese nivel en nuestro país. La peor racha, hasta entonces, se había registrado a finales de noviembre y fueron dieciocho jornadas consecutivas con precios por encima de 200 euros /MWh. También entonces el motivo del encarecimiento tenía que ver con Rusia y Vladimir Putin.
Con estos precios muchos negocios dejan de ser rentables. Ya se han activado los primeros ERTEs por la cuestión energética y para familias y consumidores más vulnerables, las medidas vigentes hasta ahora serán insuficientes.
La culpa, del gas
España se ve amenazada en esta crisis por el precio, no por el suministro del gas. Rusia supone solo el 7% de nuestras compras. La mayor parte del gas viene en barco desde EEUU o en gasoductos desde Argelia.
"Es un tema del gas pero también de la producción de electricidad", explicaba la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera tras el consejo. "Ni oferta, ni demanda, ni costes relativos del resto de las tecnologías eléctricas ha cambiado nada".
Ni la nuclear es más cara, ni la eólica, ni la fotovoltaica, ni la hidráulica... Lo único que ha cambiado es el gas y España quiere eliminar la distorsión que supone. La clave está en cómo. "Se trata de ver la manera en la que afecte lo menos posible el funcionamiento el mercado mayorista", explicaba Ribera. Países como Alemania se resisten a retocar ese mercado.
"Lo más sencillo sería un precio máximo al que pueden ofrecer la electricidad las centrales que utilizan el gas (ciclo combinado, se llaman). Si el coste está por encima de ese precio máximo, se puede realizar un ajuste a posteriori".
El cambio técnico es complejo (los países llevan meses debatiendo sobre el tema), pero la conclusión no tanto: si no se hace algo con el gas, los precios de la electricidad seguirán estando contagiados por la guerra en Ucrania.
Se descarta un recargo a las eléctricas
La Comisión Europea se abrió hace unos días a la posibilidad de que los países puedan aplicar un impuesto a las eléctricas. La situación supone para ellas un aumento de beneficios extraordinario. El dinero de ese recargo podría utilizarse para abaratar la factura de los consumidores. Esta idea la han planteado varios organismos, no solo la Comisión. Sin embargo, la medida en la práctica tendría sus limitaciones.
Además, España no parece decida a aplicarla. Pedro Sánchez se reunió con el sector este martes y no hablaron de impuestos.

"No hemos hablado del impuesto de sociedades a las grandes eléctricas. Hemos hablado del modo de conseguir energía mas barata y en qué medida los grandes actores pueden contribuir más al confort de los consumidores", explicaba Ribera, también presente en la reunión con el sector.
"Repartir el esfuerzo"
El Gobierno esperará a las decisiones a nivel europeo para perfilar su Plan contra el impacto de la guerra. Las medidas en vigor que afectan a la factura eléctrica suponen ya una merma de ingresos de 12.000 millones de euros al año. Ahora el Ejecutivo quiere incrementar el número de familias con bono social en la luz y descuentos de hasta el 60%.
"Hemos adoptado medidas y vamos a seguir haciéndolo. Pero además de las posibilidades vía impuestos queremos medidas que ataquen la raíz del problema y que se puedan mantener a lo largo de tiempo", explicaba la ministra de Transición Energética. "Hay que hacer un reparto razonable del esfuerzo entre los diferentes actores y no solo vía los presupuestos".