La ruptura del diálogo social se agranda: por qué la CEOE ni siquiera acudirá a la reunión con el Gobierno por el SMI


Garamendi ha adelantado al Ministerio de Trabajo que responderá por escrito a la propuesta para subir el SMI entre 46 y 82 euros
La CEOE ha roto la interlocución con el Ministerio por la enmienda aprobada con Bildu por la que se devuelve a la Inspección control sobre los despidos colectivos
Los empresarios consideran invalidado al Ministerio como "como interlocutor fiable" mientras no rectifique sobre este cambio introducido en la reforma laboral
De acumular fotos firmando acuerdos a ni siquiera verse en las reuniones. Así ha evolucionado en los últimos meses la relación entre el Gobierno, y especialmente el Ministerio de Trabajo, y la CEOE en el marco del diálogo social. Antonio Garamendi, reelegido recientemente presidente de la organización empresarial, no acudirá este miércoles al encuentro convocado para informar a los agentes sociales de la propuesta para subir el Salario Mínimo Interprofesional el año que viene.
En su lugar, el responsable de la patronal ha adelantado que responderá por escrito al planteamiento realizado por el grupo de expertos y que marca una horquilla de incremento de entre el 4,6% y el 8,2%. Esto supondría sumar 46 euros, como mínimo, o 82, en el caso máximo, a los 1.000 euros mensuales brutos en 14 pagas del actual SMI.
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Garamendi, que lamentó haberse enterado de la propuesta por los medios de comunicación, ha argumentado que la subida del salario mínimo no es un asunto que se circunscriba al diálogo social, sino que se trata de un "un acuerdo de Gobierno previa consulta a los agentes sociales". “La CEOE contestará por escrito a lo que han mandado por escrito", explicaba este martes.
Ruptura de las negociaciones
A la misma hora de la reunión convocada en el Ministerio, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales estará esta mañana celebrando su Junta Directiva. Será la primera desde que Garamendi obtuviera la confianza de los asociados para liderar un nuevo mandato y se abordará el asunto que desde la semana pasada enfrenta frontalmente a la patronal con Trabajo: la enmienda transaccional a la Ley de Empleo, pactada con Bildu, que permite a la Inspección pronunciarse sobre las causas de los despidos colectivos (EREs).
La aprobación de esta enmienda fue considerada por CEOE y Cepyme “una traición” al acuerdo alcanzado en la reforma laboral. En un comunicado las organizaciones empresariales anunciaron que, hasta que se produjera una rectificación, rechazaban la interlocución con el Ministerio de Trabajo por entenderla “tramposa y contraria a la buena fe” .
El líder de los empresarios volvía este martes a pronunciarse sobre este asunto y consideraba “gravísimo” el cambio por un “acuerdo político” del artículo 51 de la reforma laboral, “probablemente, el acuerdo más importante”, dijo, al que se había llegado con el Ejecutivo.
"El acuerdo era el acuerdo. Es difícil sentarse a negociar con alguien con el que, cuando has negociado algo tan importante, te cambia el acuerdo", reflexionaba Garamendi sobre sus diferencias con la ministra Díaz.
La respuesta de Trabajo: “Decisión muy grave”
Con este conflicto abierto y con la negociación sobre el alza del SMI encima de la mesa, el tono de los mensajes que se han estado cruzando la ministra y el líder de los empresarios no ha dejado de subir en los últimos días.
Si el lunes Díaz advertía a Garamendi de que tendría que dar explicaciones a los españoles sobre su postura en la mesa de diálogo del salario mínimo, este martes, y tras considerar “muy grave” su decisión de no acudir a la reunión, pedía a los empresarios que volvieran a las negociaciones. “Que dejen de trabajar en diferido, cumplan con el mandato constitucional, rindan cuentas la ciudadanía, que democráticamente defiendan sus intereses y que aporten serenidad a la sociedad española", reclamaba la ministra, que aprovechaba para desmentir que la CEOE hubiera conocido por la prensa la propuesta de incremento del SMI.
Además, y en la misma línea en la que lo hizo este lunes, mandaba un mensaje a los empresarios instándoles a no contagiarse “del ruido político que las derechas están causando en nuestro país".
Tercera subida del SMI sin acuerdo con la patronal
Con la patronal ausente de la negociación, el Ministerio y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT comenzarán este miércoles a dialogar sobre la subida del salario mínimo interprofesional a partir de la propuesta elaborada por los expertos, que recomendaron, además, tener en cuenta la significativa subida de los precios en 2022 para tomar una decisión.
La intención del Gobierno es cumplir con su compromiso de elevar el SMI al equivalente del 60% del salario medio español en 2023. Los sindicatos están de acuerdo con incrementarlo, pero reclaman subidas mayores de las que ha planteado el comité asesor.
- CCOO planteará un SMI de entre 1.082 y 1.100 euros mensuales, es decir, entre 82 y 100 euros más al mes de su cuantía actual.
- UGT también aboga por una subida más ambiciosa y propone que este salario básico quede en 1.100 euros en 2023, lo que supone un incremento del 10% respecto a la cantidad actual.
Por parte del Ministerio, Díaz ha querido manifestar "posiciones propias" sobre el alza del SMI, pero sí ha mostrado ya su intención de revisarlo pasado el primer semestre del año si la situación económica lo hiciera necesario.
Las organizaciones empresariales, que no han apoyado ninguna de las dos subidas anteriores del salario mínimo, se han desmarcado también de las subidas planteadas por el grupo de expertos y han apoyado subidas más moderadas, del entorno del 3,5% pactado para los funcionarios. Además, desde Cepyme, se ha advertido de que la subida contemplada en la parte alta del escenario, el 8,2%, tendrá un impacto especialmente perjudicial en las pequeñas empresas
Y es que, según un estudio de la propia organización empresarial, elevar el SMI a 1.082 euros mensuales en 2023 supondría "un incremento mucho mayor" para las empresas de menos de 50 trabajadores, donde el SMI superaría el 70% de su salario medio, mientras que en las grandes equivaldría solo al 51%, por la menor capacidad salarial de estas compañías de tamaño más reducido. También ha señalado que la subida del 8,2% supondría que el salario mínimo superara el 65% del salario medio hasta en 22 provincias.