Los gastos ahogan a los autónomos mientras las ayudas todavía están en camino

Desde este miércoles, los autónomos que hayan cesado su actividad pueden solicitar la devolución a las cuotas
Con cero ingresos, tienen que hacer frente a pagos de facturas e impuestos ineludibles para continuar con su actividad.
Los autónomos están indignados. A la mayoría les pasaron el pago de la cuota de la Seguridad Social el martes 31 de marzo. Todos han pagado ya y eso que han cerrado un mes nefasto por el Covid-19. Pero desde este miércoles, los trabajadores por cuenta propia que hayan cesado su actividad, podrán solicitar la devolución de la cuota correspondiente a los días que no hayan trabajado. Así lo aprobó este martes el Gobierno dentro de un nuevo paquete de medidas sociales para paliar la crisis por el virus. Sin embargo, los que hayan visto cómo caía el volumen de su negocio pero no hayan tenido que cerrar, no les devolverán nada, aunque podrán solicitar una moratoria para pagar sus cuotas de hasta seis meses
Desde el Ejecutivo se insiste en que los autónomos es uno de los colectivos que ”más medidas de apoyo han recibido en las últimas semanas.” Sin embargo, cada caso tiene sus propia historia personal y el temor a tener cerrar sus negocios definitivamente. Erika, Ana, Igor y Gaizka nos cuentan los miedos y las inquietudes que les genera estar obligados a “echar la persiana”.
Erika: “He tenido que tirar todo el género a la basura”
Para Erika Sánchez hoy es en uno de los días más duros desde que cerró su floristería Loreakeri en Barakado, Vizcaya. Es final de mes y tiene que hacer frente a multitud de pagos. “Acabo de abonar autónomos y la seguridad social. 1.200 euros de un tirón. Mañana tendré que pagar el alquiler de local y el de mi casa. Otros 1.500 más y cero ingresos.”, se lamenta.
El sector de jardinería, huerta y flores está en plena campaña estos meses. El cierre de la floristería supone pérdidas irreparables para esta autónoma. “Vivo de lo que saco ahora, ¿qué voy a hacer el resto del año si no tengo ingresos?”, se pregunta.
La situación de Erika se agrava aún más porque ha perdido el género. “He tenido que tirar todo a la basura porque se marchita. Ahora tengo que reponerlo. Voy a tener un gasto añadido de unos 2.000 euros, que no tengo, sólo por volver a levantar la persiana”, se lamenta.
Ana: “Prometen ayudas que no llegan”
“No ingreso un duro estos días pero sigo pagando agua, luz, alquiler de mi local y a una asesoría que me hace los papeles. Suponen unos 1.200 de gastos fijos al mes. Encima justo en febrero compré un aparato que pago a plazos”, nos cuenta Ana Bejar, de Estética Ana. La joven, que trabaja sola, se siente abandonada por un Gobierno “que promete ayudas que no llegan”.
La incertidumbre sobre cómo saldrán de ésta es una constante es el colectivo. “Se me acaba el dinero ahorrado. Hablo con otros pequeños comerciantes y todos estamos igual. Los mimos asesores no saben qué va ocurrir. Nos dicen cosas diferentes a cada uno”, insiste.
El cierre temporal de su negocio le permite “dedicar más tiempo a mi hijo de 4 años. Trabajo muchas horas, llego muy tarde a casa y casi no le veo. Ahora puedo aprovechar a estar con él. Es lo único positivo de esta situación”.
Igor: “Estamos abiertos pero no entran clientes”
Igor Peña, mecánico de profesión, es de los pocos autónomos que puede tener el negocio abierto estos días, pero en su taller los clientes brillan por su ausencia . “Estamos incluidos en las actividades esenciales que deben seguir abiertas para casos de emergencia. No me sale a cuenta. Desde el día 14 de marzo sólo he hecho dos cambios de aceite”, asegura.
Sus dos trabajadores han tenido que coger vacaciones adelantadas. “Solo queda Laura, que está ahora con lo del IVA. Hemos intentado solicitar un ERTE. Va a ser muy difícil. Tenemos que demostrar que hemos tenido unas pérdidas del 75% y hemos estado medio mes de marzo trabajando normal”, explica.

El taller genera “entre 5.000 y 6.000 euros de gastos fijos al mes entre sueldos, alquiler de las instalaciones, luz, y demás”. A ello hay que sumar el pago de los repuestos “porque pasan las facturas a mes vencido y ahora tenemos que pagar las del mes febrero. Si seguimos así, tendremos que pedir al banco. Calculo que con mis ahorros solo podré aguantar un mes más”, nos cuenta. Igor considera que “las moratorias de créditos a cero interés no son la solución. Luego hay que pagarlo igual. Tendrían que congelarnos los seguros sociales, el pago de luz, por ejemplo. Eso sí que sería una verdadera ayuda”, sentencia.
Gaizka: “No nos pueden obligar a estar expuestos”
Gaizka de Andrés reconoce que “hay mucho movimiento” por su tienda de informática PCBOX Barakaldo. Este tipo de comercios también tienen permiso para abrir durante el estado de alarma. “Tenemos muchos clientes por lo del teletrabajo. Vienen para que se les instalemos programas, la web de la cámara, por problemas con el ordenador, etc.”. Por otro lado, Gaizka no está de acuerdo con la obligación de tener que mantenerse abiertos. “¿Qué pasa si no queremos estar expuestos? No nos dan opciones. De todas formas, no puedo cerrar porque tengo que hacer frente a los pagos”. Aunque su situación no es comparable con de otros autónomos, Gaizka entiende por los aprietos que están pasando sus colegas “con muchos gastos y sin ningún ingreso”
Estos pequeños comerciantes, junto a otros compañeros, han protagonizado un vídeo donde explican su difícil situación. La grabación finaliza con una petición urgente: “no nos dejéis de lado”.