La economía no solo rescata el empleo perdido: industria y construcción imprimen fortaleza a la recuperación


Estos sectores, no afectados por las restricciones del covid, muestran tasas de creación de empleo más intensas que las registradas antes de la pandemia
A 2.300 afiliados de que España recupere oficialmente el nivel de empleo anterior a la crisis del covid, el mercado laboral ha dejado varias buenas noticias en agosto. La primera es que nunca había caído tanto el paro en un mes que habitualmente no suele ser bueno para el empleo, porque finalizan muchos contratos relacionados con la temporada de verano. La segunda es que parece que la recuperación coge fuerza y en algunos sectores la creación de empleo es ya más intensa que antes de la pandemia.
“Estamos teniendo una creación empleo genuina que no tiene tanto que ver con recuperación de los ERTE sino con una con una efectiva aceleración de la actividad”, aseguraba este jueves el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo. Y es que ese aumento de la afiliación se está registrando en sectores que no resultaron especialmente afectados por la pandemia y, por lo tanto, su evolución no depende del levantamiento de restricciones como es el caso de la hostelería y comercio.
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Industria y construcción, mejor que antes del covid
Los sectores en los que el Gobierno se está fijando para defender esa creación de empleo, que va más allá de recuperar lo perdido por culpa del covid, son la construcción y la industria.
El primero es el único (junto con los trabajadores autónomos) que supera ya los niveles previos al estallido de la pandemia. En agosto había 1.295.831 cotizantes en el sector de la construcción en términos desestacionalizados (sin tener en cuenta los efectos del calendario), lo que supone 22.400 más de los que trabajaban en febrero de 2020. Aun así, es más destacable aun el elevado ritmo al que se ha estado creando empleo en los últimos meses, y que desde la primavera supera, por mucho, el registrado en el mismo periodo del último año prepandemia.
La industria, por su parte, se está comportando también de forma positiva. Tras el “periodo de atonía” de principios de año, coincidiendo con la tercera ola de covid, el crecimiento del empleo se ha acelerado en los últimos meses. En concreto las afiliaciones pasaron de crecer un 0,03% en marzo a hacerlo un 0,33% un mes después. Desde entonces la creación de empleo se ha mantenido en niveles muy elevados. Entre mayo y julio se incrementó por encima del 0,2%, cuando en el verano de 2019, había permanecido completamente estancada.
Estos datos de una creación de empleo fuerte permiten al Gobierno asegurar que una vez que se ha recuperado lo perdido durante la crisis, hay que ir más allá. “Hay muchos empleos que no se han creado en estos meses, que se tienen que crear y que tenemos que conseguir que se recuperen”, explicaba Ismael Arroyo. Y es que la pandemia no solo destruyó empleo sino que truncó la inercia que mantenía entonces el mercado laboral.
A comienzos de 2020, el paro caía (el dato de febrero fue el más bajo desde 2008) y las afiliaciones crecían a buen ritmo (marcaron la mayor subida en ese mes desde 2015), por lo que de no haberse interrumpido esa tendencia el desempleo habría seguido cayendo y el empleo creciendo. Es decir, el reto no es volver a los niveles precovid sino a los que existirían si no se hubiera producido.
Mujeres y jóvenes
La idea de la fortaleza de la recuperación se apoya también en otros aspectos que indican que la situación, 18 meses después del estallido de la crisis, es mejor de la que existía antes de ese momento.
Por un lado, los niveles de desempleo juvenil. Los menores de 25 años resultaron especialmente afectados por la crisis, ya que se trata de un colectivo con un alto grado de temporalidad, que en buena parte no pudo ser protegido por los ERTE. Pues bien, tras seis meses en los que el paro se ha reducido en 121.000 personas, las cifras del Servicio Público de Empleo constatan que ya hay menos jóvenes en paro que antes de la pandemia.
Por otro lado, el paro femenino lleva un semestre bajando y desde febrero 332.000 mujeres han salido del desempleo. “Si bien la pandemia tuvo mayor afectación entre las mujeres que entre los hombres, este verano el paro femenino se ha reducido con más intensidad que masculino”, explicaba el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
3.333.915 parados
El mayor descenso del paro en un mes de agosto, con una caída de más de 82.500 desempleados, ha dejado la cifra total de paro registrado en 3.333.951 personas.
Esta cifra está todavía casi 88.000 desempleados por encima de los que estaban inscritos en las oficinas del Servicio Público de empleo en febrero de 2020. Si lo comparamos con el último agosto sin covid, el número de parados es ahora superior en 268.000 personas.
En esta crisis del covid el paro tocó máximos en el mes de febrero en el que se llegaron a superar los cuatro millones de desempleados. Tras seis meses consecutivos de descensos, en los que 675.000 personas han abandonado el SEPE, el paro se encuentra ahora en niveles similares a los de junio de 2017. En ese momento, llevaba cuatro años de descenso tras el pico de la crisis financiera y la economía acumulaba tres años de intenso crecimiento con avances del PIB del 3%. Esa nivel de los 3,3 millones de desempleados, que registran ahora los servicios de empleo se había alcanzado también en los primeros meses de 2009, coincidiendo con el inicio de la gran depresión.