La guerra de Ucrania también condicionará la subida de los salarios


Los agentes sociales comienzan a negociar el acuerdo de negociación colectiva con posturas muy alejadas sobre el incremento salarial
Los sindicatos reclaman una subida del entorno del 5% para hacer frente a la subida de los precios y la patronal advierte del efecto de la guerra en la economía
El Gobierno reclama un 'pacto de rentas' para evitar una espiral inflacionista
El ataque de Rusia a Ucrania y su impacto en los precios de la energía ha obligado al Gobierno a dos cosas: por un lado, a asumir que el alza de los precios -que según el dato adelantado del IPC alcanzaron en febrero el 7,4%- no será tan temporal como se esperaba hace poco tiempo; por otro, a reclamar que se lleve a cabo un "pacto de rentas" para evitar una espiral inflacionista.
"Todos somos conscientes de que uno de los mayores riesgos de la guerra es el aumento del precio de la energía y la traslación al coste de la vida", explicaba el presidente Pedro Sánchez este miércoles en el Congreso, al tiempo que reconocía que el conflicto iba a provocar una ralentización del crecimiento en un momento clave.
MÁS
Por eso, el Gobierno quiere impulsar un acuerdo que dé "estabilidad y confianza", tanto desde los salarios de los trabajadores, como desde los márgenes y beneficios de las empresas para evitar los ‘efectos de segunda ronda’. Es decir, impedir que una subida de los precios lleve a una subida de los salarios, que a su vez provoque un nuevo incremento de los precios, y de nuevo de los salarios… y que todo esto "mine el poder de compra de las familias y ponga en riesgo la recuperación económica".
Los agentes sociales empiezan a negociar las subidas
La invitación del presidente de lograr un “pacto de rentas” estaba dirigida a los responsables de los sindicatos y la patronal, que este jueves empezaban a negociar el que podría ser el quinto Acuerdo Interconfederal por el Empleo y la Negociación Colectiva. Son acuerdos plurianuales que marcan la base que luego se utiliza para pactar las condiciones de los convenios, entre ellas, las subidas salariales.
Ninguno de los responsables de la CEOE, de UGT o de CCOO quiso entrar en este primer encuentro en cifras concretas sobre “el conflictivo tema de los salarios”, aunque reconocieron que ya han comenzado a evaluar el impacto que tendrá la guerra de Ucrania en la economía y en la subida de los precios.
Este condicionante, no obstante, se ve de manera muy diferente desde cada lado del terreno negociador. Si el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, señalaba a comienzos de semana que es el momento de tomar medidas “valientes” porque “el conflicto con Ucrania presagia que la inflación va a ser todavía peor en los próximos meses”; el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, apostaba por la "contención y moderación" de los salarios ante la ya elevada tasa de inflación y las consecuencias económicas que puede provocar el conflicto.
Puntos de partida
Aunque la reunión de este jueves fue “una toma de contacto”, tanto los sindicatos como el organismo empresarial han ido dando claves que cuáles serían los números que desean plasmar en este acuerdo.
- El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, señalaba ya a comienzos de año, que el aumento de los salarios tendría que tener “una relación clara con la actual situación de inflación” y ponía sobre la mesa una subida del 5%.
- Comisiones Obreras, por su parte, ha reivindicado en alguna ocasión que se corrija el desfase entre la inflación media del pasado año (3,1%) y la subida salarial media pactada (1,47%).
- La CEOE, que ya se opuso a la subida del salario mínimo hasta los 1.000 euros, ha dicho que no ve "razonable" una cifra del orden del 5%. Su responsable ha señalado que al personal del organismo se le ha aplicado una subida del 2,5% desde comienzos de año. "Pensamos que somos los primeros que debemos dar ejemplo”.
En lo que sí están de acuerdo empresarios y sindicatos en que la negociación ha de ser rápida. Y estos últimos introducen un aspecto que puede ayudar a flexibilizar las posturas: incorporar cláusulas de revisión a los convenios colectivos para que no haya pérdidas de poder adquisitivo durante la duración del acuerdo.
“Sé que plantear ahora subidas de un 6%, un 7% o un 8% no es muy realista en este momento, pero una cosa es que no vayamos con esas posiciones y otra cosa que nos resignemos a que los trabajadores vayan a tener pérdidas de poder adquisitivo. Por ahí no podemos pasar”, señalaba este jueves Unai Sordo, que avanzaba que esas cláusulas de garantía salarial ya se han planteado a la CEOE y se plantearán también al Gobierno.
Todas las partes volverán a reunirse el próximo lunes, y lo harán, esta vez, con la participación del Gobierno para intentar impulsar el acuerdo. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, aseguraba este martes, tras presentar los datos de paro, que “la idea es que se produzca un reparto justo de la incidencia del alza de los precios entre empresarios y trabajadores”.
La inflación seguirá subiendo
El pasado mes de enero, los salarios pactados en convenio subieron de media un 2,01%, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, muy lejos de la tasa de inflación que se situaba entonces en el 6%. Hasta finales del pasado año la idea generalizada era que la subida de los precios se podría comenzar a moderar a partir de abril,pero con el arranque de 2022 las estimaciones empezaron a modificarse ligeramente al alza, y ahora, tras la invasión de Ucrania todas esas previsiones se han convertido ya en papel mojado.
Los precios de la energía se han disparado por el temor a posibles cortes de suministro de gas y petróleo de Rusia, de los que la UE es enormemente dependiente.
- En los últimos días el crudo Brent, de referencia en Europa, se ha situado por encima de los 110 euros.
- El gas ha llegado a marcar subidas diarias de más de un 35% en el mercado de futuros del TTF holandés.
Estas subidas se reflejan ya en los precios del gasóleo y la gasolina, que están en máximos históricos, y de la electricidad, que ha alcanzado los 341 euros MWh en el mercado mayorista.
Todo esto, junto con el encarecimiento de muchas otras materias primas (metales, cereales…) afectadas por la guerra en Ucrania, marca una tendencia alcista de la inflación que frenará la senda de crecimiento prevista.
Según Funcas, el impacto del conflicto podría incrementar las previsiones iniciales de inflación para 2022 un punto, o dos, hasta el 6,5% si la situación se cronifica. Esto, dice, golpearía la recuperación del consumo, afectaría a las exportaciones y a la inversión de las empresas, lo que provocaría que la economía española creciera “significativamente” menos que el 5,6% calculado antes del conflicto.
Un crecimiento más débil, que también asume ya el Banco Central Europeo para la zona euro y que vendrá acompañado mayores tensiones de los precios, después de una nueva "sorpresa negativa" de la inflación en febrero, que alcanzó la tasa récord del 5,8%.